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Parte 3. El fin del sufrimiento...

Capítulo 23. Desidentificación a través de la indagación

23.1. ¿Qué es la indagación?

En la meditación del 25 de febrero en A Net of Jewels (1996), Ramesh dice,

"La Auto-indagación es el camino directo a la realización del Ser o la iluminación. La única manera de hacer que la mente cese sus actividades externas es volverla hacia el interior. Mediante la constante y continua investigación en la naturaleza de la mente, la mente misma se transforma en Eso a lo que debe su propia existencia."

En la p. 5 de I Am That (1984), Nisargadatta Maharaj dice,

"La única diferencia entre nosotros es que yo soy consciente de mi estado natural, mientras usted está aturdido. Lo mismo que el oro convertido en ornamentos no tiene ninguna ventaja sobre el oro en polvo, excepto cuando la mente lo establece así, de igual modo nosotros somos uno en el ser — diferimos sólo en apariencia. Lo descubrimos siendo serios, buscando, indagando, preguntando cada día y cada hora, dando la propia vida a este descubrimiento."

Y en la p. 98-99, dice,

"Mientras usted no vea que es sólo un hábito, construido de recuerdos, movido por el deseo, seguirá pensando de sí mismo que es una persona — que vive, siente, piensa; que está activo o pasivo, que está satisfecho o afligido. Cuestiónese a sí mismo, pregúntese a sí mismo '¿es esto así?', '¿quién soy yo?', '¿qué hay detrás y más allá de todo esto?' Y pronto verá su error. Y está en la naturaleza misma de un error cesar de ser, cuando se ve."

Como con todas las prácticas, para describir esta práctica es necesario vernos como si fuéramos individuos que practican. En estos momentos, este tipo de descripción no debe confundirnos. Sea o no que una práctica ocurra no depende de nosotros. Nunca hay un hacedor de ninguna práctica, igual que nunca hay un hacedor de ninguna otra acción.

Como el despertar sólo puede ocurrir fuera del tiempo, ninguna práctica, que está siempre en el tiempo, puede lograrlo. Sin embargo, las prácticas ayudan a aquietar la mente pensante y que apunte a lo que está más allá de la mente. Asociado a este proceso hay una disminución de la sensación de separación y sufrimiento, incluidas las emociones de ansiedad, miedo, culpa, envidia, odio, y juicio.

La indagación, como la describe Ramana Maharshi [véase Conversaciones con Sri Ramana Maharshi, 1955, una versión online, en inglés, puede descargase gratuitamente en http://sriramanamaharshi.org/booksfordownlaod.html] y de Nisargadatta Maharaj [ver I Am That (1984), puede descargarse gratuitamente en http://www.celextel.org/home.html] es el método directo, en el sentido de que cuestiona directamente al ilusorio "yo" y revela la Presencia pura de nuestra verdadera naturaleza. Es la única práctica que no refuerza el sentido de autoría personal de las acciones (como hemos visto en el Capítulo 20, la indagación está implícita en la comprensión). Inicialmente, es practicada aparentemente por el "yo", pero la práctica misma nos muestra que no hay un "yo". Desplaza la identidad centrada en la mente y sus conceptos, que por su propia naturaleza son restringentes y limitantes, hacia la amplitud e infinitud de la Presencia pura. Es una valiosa técnica para sentarse en meditación, así como una técnica de ojos abiertos utilizada en la actividad.

La indagación es una investigación sobre la distinción entre el yo y el Yo, es decir, entre lo que cambia y lo que no cambia. No es algo misterioso o místico y puede ser practicado por cualquier persona. Se trata del proceso de ser consciente de la Presencia pura y dirigir la atención hacia su Fuente, que es la Conciencia pura. Esto produce la desidentificación de todos los pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones, percepciones y acciones. Esto no significa que estos terminen, solamente que ya no hay una entidad ficticia que piensa, siente, percibe, actúa, y sufre.

Primero describiremos la indagación como una técnica explícita. Luego la ampliaremos para que sea menos ritualista, y se convierta simplemente en una mayor conciencia de nuestros errores de identificación y de nuestra verdadera naturaleza en todas las situaciones de la vida.

23.2. Indagación sobre el yo: auto-indagación

En el libro de Samuel Bercholz's, Entering the Stream (1993), el 2º Dalai Lama (1475 - 1541) [el actual Dalai Lama es el 14º]) dice:

"A veces, la idea del "yo" surge repentinamente con gran fuerza.... La situación es como la de una roca o un árbol cuando se ve sobresalir por encima de la cima de una colina en el horizonte: De lejos se puede confundir con un ser humano. Sin embargo, la existencia de un ser humano en la roca o el árbol es sólo una ilusión. Investigando profundamente, no se puede encontrar ningún ser humano en ninguna de las partes individuales de la entidad prominente, ni en su agrupamiento de partes, ni en ningún otro aspecto de ella. Nada en la prominencia puede decirse que es una base válida para el nombre de 'ser humano'.

"Asimismo, el sólido "yo" que parece existir en alguna parte dentro del cuerpo y la mente no es más que una imputación. El cuerpo y la mente no están más representados por el sentido del "yo" que lo está la roca que sobresale por la palabra "humano". Este "yo" no puede ser ubicado en ningún lugar dentro de cualquiera de las partes individuales del cuerpo y la mente, ni se encuentra dentro del cuerpo y la mente como un agrupamiento, ni hay un lugar fuera de estos que podría considerarse una base sustancial del objeto al que se refiere por el nombre de 'yo'."

Ejercicio: Examine donde parece estar "usted" ubicado. ¿Parece "usted" estar ubicado en la cabeza, en el corazón, en otro lugar, o en ningún sitio en absoluto? ¿Parece "usted" estar ubicado en lugares diferentes en tiempos diferentes? ¿Parece "usted" estar ubicado a veces en algún otro cuerpo, en el cuerpo de un animal doméstico, o en una planta? Si "usted" parece estar ubicado en un lugar específico, ¿tiene una sensación de separación de todo lo demás? Si "usted" parece no estar ubicado en ninguna parte o en todas partes, ¿tiene todavía una sensación de separación?

En la meditación del 29 de enero de A Net of Jewels (1996), Ramesh dice,

"El yo personal se imagina a sí mismo limitado y confinado en un cuerpo particular. La auto-indagación busca el origen de este falso "yo", enfocando en él el foco de la atención o conciencia, con lo cual el "yo" desaparece porque no tiene existencia independiente. Se revela como una mera ilusión. Lo que permanece es esa misma Conciencia universal que siempre ha estado ahí presente como la verdadera naturaleza o SER real del "yo" artificial.

En la p. 2 de l Am That (1984), Nisargadatta Maharaj dice,

"Es suficiente saber lo que usted no es. No necesita saber lo que es. Puesto que, mientras que conocimiento signifique descripción en términos de lo que ya se conoce, ya sea por percepción, o por conceptualización, no puede haber ninguna cosa tal como conocimiento de sí mismo, pues lo que usted es no puede ser descrito, excepto como negación total. Todo lo que puede decir es: 'yo no soy esto, yo no soy eso', usted no puede decir a sabiendas 'esto es lo que yo soy'. Eso es una insensatez. Lo que puede señalar como 'esto' o 'eso' no puede ser usted mismo. Ciertamente, usted no puede ser otro 'algo'; no es nada perceptible o imaginable. Sin embargo, sin usted no puede haber ni percepción ni imaginación. Usted observa al corazón sentir, a la mente pensar, al cuerpo actuar; el acto mismo de percibir muestra que usted no es lo que percibe."

La práctica de la indagación puede conducir a un estado temporal de desapego que puede ser bastante desconcertante. El ego cree que esto es un problema, pero, como todos los problemas del ego, con el tiempo pasan. En la edición de agosto de 2006 del Advaita Fellowship Newsletter, Wayne Liquorman (uno de los estudiantes iluminados de Ramesh) dice:

"Una de las fases más desalentadoras y desagradables en la evolución de esta Comprensión es el momento en que uno se encuentra a sí mismo sintiéndose remoto y desconectado de todo lo que está sucediendo a tu alrededor. Es como si el mundo se hubiera vuelto completamente gris – nada es importante, nada te lastima gravemente, pero nada te hace particularmente feliz tampoco. No estás realmente deprimido, pero no eres realmente feliz - todo tiene una uniformidad con respecto a todo.

"Esta condición suele coincidir con el reconocimiento inicial de que no eres realmente el autor de tus pensamientos, sentimientos o acciones. Es como si el ego, después de haber sido expuesto a lo que NO ES se implicara a un nuevo ritmo. Al no ser ya capaz de afirmar ser el autor ahora afirma con una mueca que no hay nada de valor en ser autor. Sí, es otra mentira, pero es convincente. Al igual que con la mentira anterior, la mentira de la autoría personal, una posible solución es fijarla en la luz brillante de la indagación. ¿Es verdad? ¿Es la apariencia de la realidad?

"Finalmente las nubes se dispersan y la visión gris de la vida se va con ellas. El paisaje de la vida está una vez más iluminado en toda su belleza y toda su fealdad... todas sus alegrías y sus penas... todo lo que se ve es lo que siempre ha estado ahí... una diversidad infinita y fantástica."

El primer paso en la auto-indagación es ser consciente de los sentimientos que son incómodos. Ejemplos de ello son el deseo, lujuria, envidia, ansiedad, miedo, vergüenza, culpabilidad, desprecio, resentimiento, ira, rabia, odio, impotencia, desesperanza, defectuosidad, y desesperación (véase la Sección 11.8, Capítulo 22).

Puesto que el sufrimiento es siempre el resultado de creer que un sentimiento o pensamiento "me" pertenece (véase la Sección 14.5 , los capítulos 21, 22), no el sentimiento o el pensamiento mismo, el siguiente paso es ver quién es ese a quién pertenecen los sentimientos y pensamientos. Esto se llama apropiadamente auto-indagación (sin mayúsculas), ya que cuestiona la existencia de un yo separado que puede tener sentimientos y pensamientos.

Por lo tanto, cada vez que esté sufriendo, hágase una pregunta como,

¿A quién pertenecen estos pensamientos?

¿A quién pertenecen estos sentimientos de depresión, impotencia, ansiedad, ira/rabia/odio, remordimiento/culpa/vergüenza, envidia, desesperación, etc.?

¿Quién es este "yo"?

y luego busque el "yo", imagen, sentimiento o pensamiento con el cual se identifica. Cuanto más específica sea la pregunta, más eficaz será. ¡No conceptualice una respuesta! Tan pronto como comience a buscar, la desidentificación del apego a los patrones de pensamientos y emociones comenzará, y empezará a sentir alivio. Al mirar, puede que no vea nada, en cuyo caso el sufrimiento es claramente infundado. Pero también puede que vea la imagen de una víctima asustada (o culpable, avergonzada, enojada, impotente, etc.), o puede que sólo sienta un objeto vago, indefinido; pero esta imagen no puede ser Usted porque Usted es lo que es consciente de ella. Puede reconocerla como una especie de figura paterna o filial de su pasado, pero probablemente estará muy distorsionada. Tan pronto como vea con lo que se identifica, el sufrimiento disminuirá aunque la emoción en sí misma puede que no.

Incluso puede aplicar esta práctica a los casos en que no sienta una emoción particular, pero tu intuición le dice cuándo el ego está trabajando. Por ejemplo, el ego puede hacer la pregunta, "¿Quién era 'yo' en 'mi' vida anterior?" o "¿Qué pasará 'conmigo' al morir 'yo'?" Ambas preguntas están cargadas con la suposición de que realmente hay un "yo". Luego puede hacer la contra-pregunta, "¿Quién es el que está preguntado esto?" y luego buscar a quien está preguntando. Es evidente que el "yo" no existe cuando no puedes encontrarlo.

Ejercicio: Cierre los ojos y mire a ver si puede encontrar el "yo". Recuerde que si puede verlo o sentirlo, no puede ser usted.

Puesto que el sentido de autoría personal [hacedor] o del pensador es esencial para la creencia en el "yo", una forma particularmente útil de auto-indagación es preguntar, y luego buscar al hacedor o pensador. No trate de forzar, dirigir, o conceptualizar una respuesta. Eso irá en contra de lo que se pretende lograr. Sólo tiene que buscar una imagen, entidad, o sensación. Puede encontrar una sensación localizada en algún lugar de la cabeza o en la zona del pecho. Sin embargo, como siempre, cualquier cosa que pueda ver, no importa lo sutil o cercana que sea para usted, no puede ser usted porque usted es lo que está viéndola. También puede no encontrar nada en absoluto. En ese caso, es aún más evidente que no hay un pensador o hacedor.

Ejercicio: Siéntese recto y cierre los ojos. Después de unos minutos de descanso en silencio, tome conciencia de su cuerpo interiormente y sienta la respiración. Después de unos minutos más, tome conciencia de sus pensamientos sin dejar de sentir la respiración. ¿De dónde vienen sus pensamientos? Si usted piensa que los está pensando, trate de encontrar el pensador. Si no puede encontrar el pensador, ¿qué puede concluir de ello?
Ahora tome conciencia de sus sentimientos. ¿De dónde vienen? Si piensa que vienen de usted, trate de encontrar al sentidor. Si no lo encuentra, ¿qué puede concluir de ello?

Un sentido más sutil de la autoría personal de las acciones (doership) es el de observador (observership). Incluso si no puede encontrar un emplazamiento de la autoría personal en cualquier parte del cuerpo, aún puede haber una identificación con el sentido de un "yo" que está mirando. Siempre que tenga la sensación de que es el observador, la desidentificación total no ha ocurrido todavía.

Otro enfoque de la indagación consiste en investigar la verdadera naturaleza de un pensamiento, sentimiento o emoción y de dónde viene. Por ejemplo, si la culpa, la vergüenza, la ira o el odio surgen, pregunte, "¿Qué es esto, realmente?", y, "¿De dónde viene?" ¡No conceptualice una respuesta! Si se ve que estas emociones simplemente surgen espontáneamente del fondo de Presencia pura y no provienen de algún objeto que usted llame "yo", entonces se produce la desidentificación y ya no le molestarán, aunque todavía pueden estar presentes. Todos estos ejemplos ilustran el principio de que la manera de ver lo que somos, es ver lo que no somos.

Ramesh aboga por una forma de indagación que consiste en preguntar al buscador que compruebe si existe o no el libre albedrío, mirando a ver si las decisiones son espontáneas o no. Los pensamientos no volitivos son fáciles de ver surgir de la nada, pero puede haber una fuerte sensación de que los pensamientos volitivos vienen del "yo". Sin embargo, indagando sobre este "yo" se revelará también que no tiene una ubicación en el cuerpo, o su inexistencia. En el primer caso, ya que no puede percibir su ubicación, no puede ser usted. En este último caso, el pensamiento claramente viene de la nada.

Por otra parte, observando cuidadosamente, podemos ver que todos los pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones, percepciones y acciones aparecen de la nada y desaparecen en la nada. Por lo tanto, no podemos ser el autor de ninguno de ellos.

En todas las aplicaciones de la indagación, el propósito de hacer la pregunta es simplemente para centrar la atención. Sin embargo, esto en sí mismo no es indagación. La indagación consiste en buscar el objeto interrogado sin conceptualizar una respuesta. Es el mirar y el encontrar o no encontrar, lo que es importante. En ambos casos, ha llegado a desidentificarse con lo que usted está buscando.

Podemos practicar la auto-indagación (en minúscula) simplemente siendo conscientes de todos nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones. Al hacerlo, vemos que todos los objetos no son más que objetos mentales, y que, por el mero hecho de ser conscientes de ellos, espontáneamente comenzamos a desidentificarnos de ellos. Esta es la esencia de la meditación de la atención plena (mindfulness), que se trató en las Secciones 14.6, 24.2.

La atención plena (Mindfulness) en la práctica de la meditación es un reto debido a nuestra tendencia a perdernos en pensamientos del pasado o del futuro, pero cada vez que volvemos a la Conciencia es un verdadero despertar. La atención plena en la actividad es aún más que un reto, debido a nuestro condicionamiento de ser un "yo" que sufre. Sin embargo, ya sea en la práctica de la meditación o en la actividad, la atención plena se ve enormemente favorecida por la práctica de darse cuenta y nombrar nuestros apegos y volver a la Conciencia (véase el Capítulo 22).

En la p. 247 de "I Am That" (1984), Nisargadatta Maharaj dice,

"Si está enfadado o sufre, sepárese del enfado y del sufrimiento y obsérvelos. La exteriorización es el primer paso hacia la liberación. Manténgase apartado y observe. Los acontecimientos físicos continuarán ocurriendo, pero por sí mismos no tienen ninguna importancia. Es la mente sola lo que importa."

23.3. Indagación sobre el Yo: Auto-indagación

A San Francisco de Asís (1182-1226, fundador de la Orden Franciscana de la Iglesia Católica Romana) se le atribuye el comentario (a pié de página en Posthumes Pieces (1968), p. 139),

"Lo que estás buscando es el que está buscando."

Esta es también una declaración concisa del propósito de la Auto-indagación (en mayúscula), que significa buscar al que está buscando, u observar al que está observando.

En la p. 48 de I Am That (1984), Nisargadatta dice,

"Permanezca atento a la sensación de 'yo soy', sumérjase en ella, hasta que su mente y sensación devengan uno. Mediante intentos repetidos encontrará el justo equilibrio de la atención y de la afección y su mente se establecerá firmemente en el pensamiento-sensación de 'yo soy'. Cualquier cosa que piense, diga o haga, esta sensación de ser, inmutable y entrañable, permanece como el trasfondo siempre presente de la mente."

En la p. 220 dice,

"Ser consciente es estar despierto. Inconsciente quiere decir dormido. Usted es consciente de todos modos, no necesita tratar de serlo. Lo que necesita es ser consciente de ser consciente. Ser consciente deliberada y conscientemente, amplía y profundiza el campo de la conciencia. Usted es siempre consciente de la mente, pero no es consciente de usted mismo siendo consciente."

En la meditación del 4 de octubre de A Net of Jewels (1996), Ramesh dice,

"¿Cómo puedes encontrar la verdadera felicidad? Para la felicidad, la acción positiva no es necesaria o incluso posible. Vuélvete hacia adentro como el testigo puro, impersonal, y descansarás en tu verdadera SEIDAD en completa paz y tranquilidad. La felicidad será irrelevante."

En la meditación del 5 de abril, dice,

"Permanece en tu estado original de totalidad, el estado antes de nacer cuando no había ningún conocimiento "Yo soy" y por lo tanto ninguna necesidad o deseo de ninguna clase. Todo sufrimiento terminará tan pronto como permaneces en la Conciencia pura."

En el Advaita Fellowship Newsletter de marzo de 2008 de la , Wayne Liquorman dice,

"Esta Enseñanza Viviente es aquí y ahora. Está, de hecho, tan cerca de ti como tu respiración. Si miras profundamente dentro de ti mismo podrás ver que hay, en este momento, una cualidad de vitalidad que te vitaliza que no es algo filosófico ni abstracto. ¡Ahí está! Corre por la sangre de tus venas, anima tu respiración, es lo que hace posible que puedas pensar, hablar, ver y oír.

Esto es algo que es esencial, fundamental y verdadero. Es independiente de lo que piensas, de lo que crees y de lo que sientes. Está aquí, y con la Gracia te disuelves en ello. Reconoces a tu verdadero yo en ello. Es esta fuerza de vida, esta fuerza animadora la que se ha manifestado en la complejidad que llamamos vida. Es esta fuerza de vida la que se ha manifestado en este ser que llamas tu mismo."

Nunca estaremos satisfechos con nada en el mundo porque todo en él cambia. La única cosa que realmente nos satisface es nuestro verdadero Yo (Ser), que trasciende todos los cambios.

Cada vez que estemos sufriendo, centremos la atención en lo que está mirando haciéndonos preguntas como estas,

¿Qué es eso que es consciente?
¿Qué es eso que nunca cambia?
¿Qué es eso que no puede ser afectado?

y luego miramos. ¡No conceptualicemos una respuesta! Al mirar, nos desidentificaremos de cualquier tipo de pensamiento o imagen que veamos. Si tenemos la sensación de que lo que está observando se localiza en la cabeza o el pecho, recordemos una vez más que cualquier cosa que podamos observar no puede ser lo que está observando. Esto se aplica a cualquier sensación de localización, incluso al observador mismo. Ahora podemos darnos cuenta de que la Conciencia es lo que verdaderamente somos. Como Conciencia, nosotros no estamos en un cuerpo, el cuerpo aparece en nosotros. En realidad, todos los objetos aparecen en nosotros.

Permanecemos en este estado hasta que la implicación con los pensamientos deje de suceder, a continuación, repetimos la pregunta y miremos de nuevo. Este estado es de claridad y trascendencia en el cual estamos desidentificados de todo en la manifestación.

Ejercicio: Cada vez que esté sufriendo, pregunte, ¿Qué es eso que es consciente? ¿Qué es eso que nunca cambia? ¿Qué es eso que no puede ser afectado? Vea si puede encontrar qué es eso que es consciente. ¿Lo ha encontrado? Si no puede encontrarlo, ¿qué supone eso para usted? ¿Ha sido afectado su sufrimiento? Si es así, ¿cómo?

Ejercicio: Con los ojos cerrados, vea si parece haber un observador que está observando. Si no lo encuentra, ¿qué supone eso para el observador?

Ejercicio: Si parece haber un observador que observa, debe haber una conciencia que es consciente del observador. Ahora, pregunte, ¿Qué es eso que es consciente de este observador? y luego mire.

Ejercicio: Con el fin de investigar la Conciencia, hágase la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que es consciente de la Conciencia? Luengo mire y vea a lo que la pregunta señala. Si ve algún tipo de forma, objeto o lugar, incluso el más sutil, pregunte, ¿Qué es lo que es consciente de esto (forma, objeto o lugar)? y luego vuelva a centrar su atención. Por ejemplo, podría visualizar la Conciencia localizada en la cabeza. Si es así, pregúntese: ¿Qué es lo que es consciente de que la Conciencia se encuentra en la cabeza?, y mire y vea de nuevo. Puesto que cualquier forma, objeto o lugar no es la Conciencia porque la Conciencia es lo que es consciente de ello, no será capaz de describir la Conciencia. Sin embargo, al hacer este ejercicio, podrá reconocer que la Conciencia es lo que usted realmente es.

Con la práctica, encontramos que podemos reposar en la Conciencia por períodos cada vez más largos antes de preguntar de nuevo. Eventualmente, podremos omitir las preguntas, y simplemente reposar en la Conciencia. Y, finalmente, podemos darnos cuenta de que la Conciencia es y siempre ha sido lo que somos.

Cada incidente de sufrimiento es otro impulso para la desidentificación. Todo lo que ocurra o no ocurra nunca depende de nosotros, así que la única cosa que podemos "hacer" en cualquier situación es desidentificarnos de ella. Esto producirá una sensación inmediata, pero profunda de silencio y de paz que será inspiración irresistible para continuar con la desidentificación.

Cuando nos identificamos con la mente pensante, hay sensación de vacío, frustración, insatisfacción, ansiedad y aburrimiento. Nuestra seguridad no se puede encontrar en lo que está en constante cambio. Sólo se puede encontrar en lo que nunca cambia.

Lo que estamos buscando es el que está buscando. Somos el hogar de la paz y la realización y de todo lo que realmente queremos. Cuando reposamos en la Conciencia, vemos directamente que no hay hacedor. No somos un concepto o un objeto porque Nosotros somos Lo que es consciente de ellos. Las actividades del cuerpo-mente y del resto del mundo continúan, pero no Nos afectan. Cuanto más tiempo pasamos reposando en la Conciencia, más paz sentimos. Si estábamos sufriendo antes, incluso podríamos olvidar por qué estábamos sufriendo.

¡No se deje engañar por la aparente simplicidad de esta práctica! Es mucho más potente de lo que la mente pueda imaginar porque nos conduce al Yo real, que trasciende la mente y por lo tanto no puede ser entendida por la mente.

En la meditación del 19 de febrero en A Net of Jewels (1996), Ramesh dice,

"Cuando cesa la conceptualización, la falsa visión exterior cesa, y lo que permanece es la visión interior, no ver en su interior sino ver desde el interior como la fuente de todo ver."

Cada instante de desidentificación nos ayuda a reforzar la apercepción (conciencia no-dual) de que no somos el hacedor. Por supuesto, siempre que una actividad requiera de mucha concentración para que sea hecha eficientemente, nos identificaremos, no con el hacedor, sino con la actividad misma, por lo que no hay sufrimiento, es decir, la mente pensante está ausente y sólo la mente funcional está presente (véase la Sección 11.9).

Inicialmente, la indagación es más fácil de practicar sentado en meditación, con un mínimo de distracciones (véase la Sección 24.3). Sin embargo, su verdadero valor se realiza sólo cuando permanecemos desidentificados en todas las formas de actividad. Finalmente, la Auto-indagación se transforma de una práctica activa en la realización siempre presente, Presenciación pura es lo que somos.

En la meditación del 16 de diciembre en A Net of Jewels (1996), Ramesh dice,

"La Auto-indagación es un proceso pasivo más que activo. La mente queda apaciguada en su origen, incluso en el ejercicio de la actividad normal, la cual entonces se convierte en una corriente subyacente presencial que gradualmente se extiende por todas las horas de vigilia y empieza a impregnar todas nuestras actividades sin inmiscuirse en ellas o interferir con ellas."

Nisargadatta Maharaj fue un ejemplo notable de indagación exitosa. En un artículo en el ejemplar de octubre 1978 de The Mountain Path, Jean Dunn, un discípulo suyo, escribió esto que dijo una vez,

"Cuando conocí a mi gurú me dijo, 'Tu no eres lo que piensas que eres. Averigua lo que eres. Observa la sensación "Yo Soy", busca tu Ser real.' Hice lo que me dijo. Todo mi tiempo libre lo pasaba mirándome a mí mismo en silencio. ¡Y vaya diferencia, y qué pronto! Me llevó sólo tres años realizar mi verdadera naturaleza."

23.4. No hay sufrimiento en el momento presente

Complementaria (que no opuesta) a la Conciencia pura es la Presencia pura (véase la Sección 14.3). Mientras estemos encarnados, podemos sentir la Presencia pura. La Conciencia pura es lo que es consciente de la Presencia pura, mientras que la Presencia pura es en sí misma experiencia pura.

Ejercicio: Cierre los ojos y tome conciencia de su cuerpo interiormente y sienta la Presencia. Con los ojos todavía cerrados, vea si puede encontrar límites a esa Presencia. Si los puede encontrar, ¿dónde están? Si no puede encontrar ningún límite, ¿cómo puede haber alguno, cuando sus ojos están abiertos?

En el momento presente, no hay sufrimiento. Es nuestra identificación con el pasado y el futuro, los cuales no son más que conceptos de la mente pensante, lo que nos mantiene en el tiempo y en el sufrimiento. Podemos ver esto directamente, centrándonos en el momento presente y dándonos cuenta de lo que le sucede a nuestro sufrimiento.

Sugerencia: Cuando se vaya a la cama por la noche o a echar una siesta, trate de sentir la Presencia interiormente. Esto detendrá a la mente pensante y permitirá que el sueño venga más rápidamente.

En la meditación del 29 de noviembre de A Net of Jewels (1996), Ramesh escribe,

"La raíz de la frustración que siente el hombre civilizado de hoy radica en el hecho de que no vive en el momento presente, sino para el futuro ilusorio; el futuro que es sólo una creación del cerebro y por lo tanto una mera conjetura basada en la memoria, una abstracción inútil en el mejor de los casos. "

En el pasado hay culpa y remordimiento. En el futuro temor y deseo. La libertad está sólo en el momento presente. Si pensamos en el futuro, o bien es la mente pensante distrayendo nuestra atención de este momento a fin de favorecer su propia supervivencia (véase la Sección 11.9), o es la mente funcional elaborando planes legítimos en el momento presente para las acciones futuras del cuerpo-mente (Sección 11.9). Lo primero no reduce el sufrimiento y por lo general lo aumenta. Lo segundo no aumenta el sufrimiento y puede disminuirlo.

Cuando la mente pensante quiere reducir el sufrimiento, lo planea hacer en el futuro. De esta manera, el sufrimiento se prolonga indefinidamente, porque siempre habrá un futuro para reducir el sufrimiento. Así pues, la única forma de que el sufrimiento pueda terminar es para que esto ocurra ahora.

Si queremos poner fin a nuestro sufrimiento, nuestra intención debe ser para que esto ocurra en el momento presente. Esta es la única manera de provocar un cortocircuito en la mente pensante. Además, cuando nuestra intención es que nuestro sufrimiento termine en el momento presente, nuestra atención es automáticamente dirigida al momento presente. Entonces, cualquiera pensamientos o acciones necesarios surgen en la mente funcional en lugar de en la mente pensante.

Podemos entrar en el momento presente a través de varias pasarelas:

  1. A través del uso consciente de un mantra (véase la Sección 19.1);
  2. A través de darse cuenta y nombrar nuestros apegos (véase el Capítulo 22);
  3. A través de tomar conciencia de su cuerpo interiormente y sentir la respiración (véase la Sección 24.2);
  4. A través de tomar conciencia de su cuerpo interiormente y sentir la Presencia (ver arriba);
  5. A través de centrarnos en nuestro trabajo;
  6. A través de centrarnos en el aquí y el ahora del momento presente ("Estar Aquí y Ahora", ver la Sección 12.1);
  7. A través de confiar en la Conciencia (véase la Sección 19.3).

La Conciencia pura es intemporal e inalterable. Podemos ser conscientes de la Conciencia ya sea que nuestra atención esté hacia adentro o hacia afuera. Aunque no hay sufrimiento cuando somos conscientes de la Conciencia, puede haber dolor o malestar (véase la Sección 21.1). Por otra parte, la palabra y acción honesta y auténtica sólo puede suceder en la Conciencia pura, donde la mente pensante está ausente.

Ejercicio: Sea consciente de la Conciencia. ¿Sigue aún sufriendo?
¿Qué ocurre con su sufrimiento cuando confía en la Conciencia?

23.5. Indagación sobre la manifestación: indagación exterior

La indagación no consiste sólo en las técnicas especiales que se describen arriba. Es aún más una actitud que cuestiona la realidad de todos los aspectos de la vida. Su utilidad no se limita a cuestionar la existencia del "yo". Puede ampliarse para investigar la verdadera naturaleza de cualquier objeto, ya sea físico o mental, ya sea interno o externo. Por ejemplo, ¿Qué es esto, realmente?, ¿De dónde viene? ¡No conceptualice una respuesta! La investigación demostrará inmediatamente que todos los objetos, incluido el propio organismo cuerpo-mente, surgen del Trasfondo de Presencia pura. No hay tal cosa como un objeto externo (véase también el Capítulo 9). Todas las cosas surgen del Trasfondo, se disuelven en el Trasfondo, y consisten en el Trasfondo (Dios inmanente, ver Sección 14.3).

Usted puede ver un efecto similar cuando abre y cierra los ojos alternativamente. Cuando están cerrados y antes de que surjan pensamientos, verá una pantalla neutra o vacía, que es análoga al Trasfondo. Cuando los abre de nuevo, los objetos aparecen y se superponen sobre la pantalla vacía. De la misma manera, todos los objetos en todo momento surgen del Trasfondo y desaparecen de nuevo en el Trasfondo tenga los ojos abiertos o no.

Ejercicio: Cierre los ojos, mire en su interior, y sienta el trasfondo de Presencia. Ahora abra los ojos. ¿Puede aún sentir el Trasfondo?

La Conciencia es la Realidad trascendente, inmutable, y la Fuente del Trasfondo inmanente, interno o externo. El verdadero ver es facilitado indagando, "¿Cuál es la realidad inmutable de este objeto?", y luego mirar. Una creciente toma de conciencia del Trasfondo y ver que este y todos los objetos en él son manifestaciones de la Conciencia es llamado por algunos sabios la "vía directa" (véase también la Sección 16.1).

Podemos practicar la indagación sin importar lo que estamos haciendo o lo que está sucediendo, porque su esencia es ser consciente y discriminar entre lo que es real y lo que no es. Finalmente, la indagación puede dejar de ser una práctica para convertirse simplemente en una continuada conciencia de nuestra verdadera naturaleza.

Mientras nos desidentificamos, vemos que ni el mundo ni la mente son nuestro hogar. Nunca encontraremos lo que estamos buscando allí. Nuestro hogar es la Conciencia pura, que no está en ningún lugar ni en ningún momento, porque trasciende todas las ubicaciones del espacio y el tiempo.

Las preguntas y ejemplos dados anteriormente son sólo sugerencias. Su intuición puede sugerirle otras preguntas o aplicaciones que sean eficaces para usted.

23.6. Siendo Conciencia

No podemos ir más allá que ser lo que ya somos, que es Conciencia pura. ¿Cómo somos Conciencia? Una forma es investigar en eso que es consciente, y ver que nada de lo que podemos ser conscientes puede ser lo que es consciente (véanse las Secciones 18.2, 23.3). Esto significa que no somos un pensamiento, un sentimiento, una emoción, una sensación del cuerpo, una percepción, un objeto de conocimiento; somos lo que es consciente de ellos.

El siguiente paso es cambiar nuestra percepción de forma que veamos todos los objetos desde el exterior. Cuando cambia la percepción de esta manera, vemos que todos los objetos, objetivos o subjetivos, están dentro de nosotros y no hay nada fuera de nosotros. El resultado es que la ilusión de la separación desaparece y el sufrimiento termina.

23.7. Algunos cabos sueltos reunidos

La indagación, especialmente en la actividad, además de una comprensión más profunda de la metafísica de la no-dualidad, aliviará el sufrimiento, traerá paz, y finalmente puede permitir que ocurra el despertar o la iluminación. Debemos recordar, sin embargo, que el despertar es puramente espontáneo y no puede ser provocado por los esfuerzos del "yo" o del "mi", ya que ellos mismos son el problema. La indagación se limita a establecer las condiciones para que la comprensión pueda profundizar espontáneamente desde el nivel intelectual al nivel intuitivo y se convierta en iluminación.

Como hemos visto, cada objeto, ya sea que lo consideramos externo o interno, es un objeto mental. El mundo, el gurú, el santo, el pecador, el sentimiento de esclavitud o de liberación, la alucinación, el sueño, todos son objetos mentales. Sin embargo, hay una diferencia entre el gurú y la mayoría de los otros pensamientos. La función del gurú o maestro espiritual es hacer volver la mente hacia su Origen y apartarla del propio gurú. Si un maestro no lo hace, es un falso maestro, porque la mente debe encontrar su Origen antes de que el despertar pueda ocurrir. El maestro es prescindible después de cumplir esta función. De hecho, podríamos decir que la función del maestro/gurú es hacerse él mismo prescindible.

Algunas personas buscan respuestas a preguntas como, "¿Por qué está ocurriendo todo esto?" o "¿Por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?" Estas preguntas vienen siempre desde la perspectiva de la persona. A nivel individual, no existen respuestas. Al nivel de la Conciencia, no hay preguntas. La mejor manera de responder a ellas es adoptar el punto de vista de la Conciencia impersonal, inmanifestada, que es lo que somos, en lugar de la persona, que es lo que no somos.

Ramana Maharshi denomina el estado de iluminación producido a través de la indagación como sahaja samadhi. También lo llamó el estado natural, en la cual hay completa absorción en el Ser, así que no hay ego, pero todavía hay conciencia del mundo, que es visto como idéntico al Ser. En comparación, el último estado de la trascendencia a través del yoga se denomina nirvikalpa samadhi. En ese estado, no hay ego ni conciencia del mundo, pero hay pura Paz. La dificultad con esto es que, al salir de ese estado, el ego o mente pensante tiende a surgir de nuevo. Una tercera forma de samadhi es el savikalpa samadhi, en el que no hay "yo", y la mente está totalmente absorbida en un objeto. Esto puede ocurrir cuando hay intensa concentración en alguna actividad absorbente, como el arte, la música, el deporte o la ciencia. Una vez más, la dificultad es que el ego por lo general retorna cuando la concentración termina.

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