Extractos - Swami Muni Narayana Prasad

Reproducción de un bajo relieve procedente de un ashram cristiano de India
Cristo el gurú
Un comentario de los Evangelios a la luz del Vedânta-Advaita
Muni Narayana PrasadIntroducción
«De un tipo, de una fe, de un solo Dios
es el ser humano».
Este es el dicho más conocido de Sree Narayana Gurú. Como principio, por un lado, se acerca a la visión no-dual de la Realidad y por otro, a la necesidad actual de tener esta verdad presente en nuestra vida diaria. Cuando Sree Narayana Gurú se refiere a la humanidad como «De un solo tipo» (en sánscrito, oru jâti), hace un llamamiento al simple sentido común. Lamentablemente, incluso entre los estudiantes de Sree Narayana Gurú, hay quienes ponen en duda esta idea. Pero el sabio no deja espacio para el debate: la humanidad es Una.
Enfatizando la necesidad de sentirnos una sola humanidad, encontramos otro verso de Sree Narayana Gurú en su poema “Cien versos para la auto-instrucción” (Atmopadesa Satakam):
«La esencia de las muchas religiones es solo una» (v. 44)
En pocas palabras, nos dice que todas las tradiciones religiosas de la humanidad son en esencia la misma; aunque esta sea una verdad difícil de asimilar incluso entre los más jóvenes. Su autor tiene una razón de peso para decir algo así, y lo expresa en posteriores versos del poema Atmopadesa Satakam. El misterio de este principio de unidad nos es revelado a continuación así:
«Todos, de todas las maneras, aspiran siempre a alcanzar la felicidad.
Esta fe es una en todos los mundos» (v. 49).
Como humanidad y parte de una única creación, lo que nos une es la necesidad sincera de estar en contacto con la felicidad genuina. No solo a otros seres humanos, sino a todos los seres. Todo en la creación aspira a alcanzar la felicidad; y es la felicidad la que guía todos los pensamientos y acciones. En este sentido, podemos decir que la búsqueda de felicidad “por la felicidad misma” es un valor universal. A menudo, los seres humanos aspiramos a la felicidad haciendo uso del que creemos nuestro más valioso don: la mente pensante. Todas las proyecciones de futuro y sistemas de pensamiento anhelan, en cierta manera, asegurar una felicidad más duradera. Si nos parásemos a pensar por un momento y nos preguntásemos cuál es la forma más sublime de felicidad, nos diríamos: ¿Existe una felicidad que nos ofrezca algo más que deseos temporalmente satisfechos? ¿Es posible una felicidad segura y duradera? De ser así, ¿cómo llegar a ella?
En la India, la filosofía vedânta-advaita propone una respuesta afirmativa a estas preguntas y un método, el de la búsqueda de la Felicidad suprema (en sánscrito, paramânanda). Esta forma de felicidad es un regalo para la humanidad; pero no se trata de una conquista social a la que debamos aspirar a través de un esfuerzo común. Esto es simplemente impensable. Hablamos de una conquista individual.
Si uno aspira a lograr una Felicidad real, debe empezar por cuestionar la naturaleza de esa felicidad y el camino para llegar a ella. Quizás sea prudente aceptar la enseñanza de aquellos que la han experimentado antes. El nombre sánscrito que reciben los que están en contacto con la Felicidad suprema es rishi (sabio o profeta) o gurú (maestro). Desde la antigüedad, profetas y maestros iluminados han apuntado con sus vidas el sendero a seguir para llegar a la Felicidad suprema. La vía es la del contacto directo con el sentido de Ser Uno con toda la creación. En otras palabras, la Felicidad suprema es un estado que se da por sí mismo, cuando tenemos la experiencia interior directa de que Aquello que es real en uno mismo, es lo real en todo.
Para comprender mejor lo que queremos decir, vamos a usar una analogía del vedânta-advaita: la del océano y la ola. Imagina una ola, o mejor, una serie incontable de olas, sucediéndose una a otra en la superficie del océano. La “realidad” de cada una de esas olas es temporal; mientras que la realidad del océano es atemporal o, por así decirlo, eterna.
Imagina por un momento que una de esas olas pudiera percibirse a sí misma; es decir, ser consciente de su existencia temporal. Desbordada de una sabiduría única, esa ola llegaría a la conclusión de que su existencia efímera pertenece a la realidad inmortal del océano. Y como por extensión de esa sabiduría, entendería que tanto las alegrías como las penas de su vida no están separadas del océano, sino que son manifestaciones creativas del océano. En el vedânta-advaita, este océano de creatividad puede compararse con la Realidad original; y cada una de las olas en su superficie, con cada ser y acontecimiento de la creación.
Lo mismo que la ola que se describe en esta analogía, el ser humano que despierta a la sabiduría de que su existencia es una expresión de la Realidad primera, empieza a vivir libre de toda identificación con el dolor y el placer. Porque, como veremos más adelante, la Felicidad suprema es la naturaleza de la Realidad.
Una persona sabia percibe los acontecimientos de la vida diaria, tales como las experiencias de felicidad mundana y de sufrimiento, como una de las muchas caras de la Felicidad suprema (en sánscrito, ânanda) contenida en la Realidad. Percibir las manifestaciones de lo Absoluto desde un estado interior de pacífica y neutral receptividad es experimentar el estado de Felicidad suprema (ânanda). Cuando se vive en contacto interior con esta experiencia directa, las propias acciones se ven como una minúscula parte de las acciones que tienen lugar en la Realidad. Esta percepción directa nos libera de aquello que nos pudo hacer sentir infelices en el pasado: la noción del “yo separado” que sostiene la carga de las acciones individuales.
La persona iluminada percibe los altibajos de la vida como una auto-expresión de la Realidad.
Esta Realidad se ha llamado “Dios” en las religiones semíticas, y Âtmân o Brahman en la filosofía vedânta-advaita de la India.
Albergar dentro de uno mismo una Paz interior inamovible es la forma más alta de Felicidad a la que puede aspirar un ser humano. Esta no es una meta que pueda fijarse en el futuro, el cual no puede anticiparse. La Paz interior ha de ser descubierta en el aquí y ahora.
Vistas en profundidad, las diferentes tradiciones religiosas han intentado transmitir una sabiduría que acerque a la Paz interior. Sree Narayana Gurú lo expone en pocas palabras:
«Las enseñanzas esenciales de todas las religiones son Una».
En sánscrito, pala mata-sâravum ekam |
Todas las religiones aspiran a acercar a la humanidad a la Felicidad suprema, haciendo que la vida en el aquí y el ahora sea pacífica. Las diferencias aparentes entre tradiciones pertenecen a lo que no es esencial en ellas, es decir, a lo no-universal (de tipo demográfico, geográfico, histórico, etcétera). Esas diferencias surgen naturalmente de acuerdo a la historia única de cada territorio y sus circunstancias. Esto se hace evidente en las diferentes formas del lenguaje, los modos en los que se han expresado los profetas y sabios de la antigüedad, y las tradiciones de los diversos pueblos a quienes dirigieron su mensaje.
Las posibilidades que adoptan estas diferencias son innumerables y, de hecho, tienen sentido en su propio contexto. Pero no olvidemos que toda diferencia es de naturaleza relativa, siendo que, en su mayoría, las diferencias son adaptaciones a condiciones específicas. Si dejamos de lado toda anécdota, el objetivo de las diferentes religiones es uno: la felicidad del ser humano. En este sentido pueden ser mejor entendidas las palabras de Sree Narayana Gurú: «De una sola fe es el ser humano».
Si nos atrevemos a acercarnos a las enseñanzas de Jesús con una mirada más amplia, libre de cargas, resulta evidente que lo que él nos reveló es la misma Felicidad de la que habla el vedânta-advaita. Claro que en la práctica son dos tradiciones distintas, cada cual con su propio lenguaje y método. En el caso de la tradición de Jesús, por ejemplo, las formas adoptadas pertenecen al momento y contexto de la cultura semítica o mediterránea de su tiempo. Lo mismo para el vedânta-advaita, cuyo lenguaje y estilo son parte de la cultura antigua de la India.
En este libro encontrarás un intento de ir más profundo en la sabiduría común a los dos marcos culturales. Es decir, este libro es una apreciación de las enseñanzas de Jesucristo a la luz de la filosofía vedânta-advaita.
El Jesús que conocemos a través de los Evangelios mantiene siempre la posición de un sabio iluminado (rishi, en sánscrito) o maestro perfecto (gurú). La palabra sánscrita gurú literalmente significa «aquel que disipa la oscuridad». Sólo un verdadero sabio iluminado tiene la suficiente autoridad para desvelar a otro su verdadera naturaleza. Como un sabio iluminado, Jesús reacciona a los acontecimientos que la vida naturalmente presenta como expresiones de la voluntad de Dios, o Realidad. Así es como un maestro perfecto como Jesús, se dirige a sus discípulos y a las multitudes que lo siguen.
Este libro no aspira a ser la única lectura posible de la vida y enseñanzas del maestro Jesús. Es más bien un humilde intento de compartir la visión de un estudiante en particular de la filosofía vedânta-advaita. Dado que incluso entre los estudiantes de la filosofía vedânta-advaita, la figura de Jesús tiene diferentes lecturas, trataremos de demostrar cómo Jesús fue y sigue siendo de hecho el maestro iluminado por excelencia. Y que el propósito de los Evangelios es iluminar a quienes pretendieron o pretenden seguirlo hasta el lugar celestial de sabiduría en el que él reside.
Jesús fue especialmente ingenioso en la manera en la que reaccionó a las situaciones cotidianas que surgieron en la vida. De estos relatos evangélicos podemos percibir en su ejemplo la misma visión absolutista que subyace a las enseñanzas del vedânta-advaita. De hecho, alcanzar el estado de Felicidad Supremo, objetivo final del vedânta-advaita, y la venida del Reino descrita por Jesús, no son cosas distintas. La esencia de la Felicidad suprema se expresa en las palabras de Jesús cuando dice abiertamente:
«Yo y el Padre somos Uno» (Juan 10,30)
El libro no pretende dar una idea general de la sabiduría vedânta-advaita, ni resumirla de manera alguna. Tal proeza es imposible dada su magnitud. El mensaje que se comparte bebe de las Escrituras vedánticas de las Upanishad, el Bhagavad-gîtâ y los Brahma-Sutras. Así como de los poemas filosóficos de Sree Narayana Gurú y de las grabaciones disponibles de las enseñanzas de grandes maestros advaita de la India como Ramakrishna Paramahansa y Ramana Maharshi. En las vidas de estos sabios modernos encontramos el mismo distintivo método de enseñanza que usó Jesús.
Algunas de las obras mencionadas, como ciertos Upanishad, el Bhagavad-gîtâ y los Brahma-Sutras, así como los Vedânta-Sutras y el Darsana-Mâlâ de Sree Narayana Gurú, son muy sistemáticos en la manera en la que presentan su filosofía. Pero los Evangelios no pretenden ser un tratado filosófico sistemático. Son más bien una narración, a menudo profundamente simbólica, de la vida y enseñanzas de Jesús. En este sentido, su forma literaria se acerca más a los registros narrados de Ramakrishna Paramahansa y Ramana Maharsi.
Aunque no constituye un tratado sistemático per se, la narración de los Evangelios arroja una luz sobre cómo debemos percibir las situaciones cotidianas de la vida desde una perspectiva no-dual y cómo vivir en coherencia a esta noción. Es precisamente esta consciencia expandida la que guarda en sí la promesa de la Felicidad suprema.
Esperamos que este libro ayude al buscador de Dios a acercarse a los Evangelios de Cristo de una manera renovada y apreciarlos. Nuestra mayor esperanza es que este estudio ayude a aquellos que están dispuestos a aprehender que la enseñanza esencial de todas las religiones es la misma, y que la religión fue hecha para el ser humano y no al revés.
En este libro hemos limitado nuestros comentarios a las enseñanzas directas de Jesús tal como se encuentran en los cuatro Evangelios según Mateo, Marcos, Lucas y Juan. El texto que hemos seguido para ello es la New versión of James King de la Santa Biblia, publicada por India Bible Literature: IBL Ministiries (Chennai, India). Para la traducción española, nos hemos servido de la Biblia de Jerusalén y también de la traducción de los Evangelios de la Biblia del Peregrino, dirigida por Luis Alonso Schókel, tratando de acercar los textos al lenguaje actual siendo fieles a la vez al original. También hubo otros Evangelios que no encontraron su sitio en la Biblia como la conocemos. Uno de los más importantes entre ellos es el Evangelio según Tomás, descubierto en 1945. Hemos decidido incluir este Evangelio en el presente estudio debido a su potente contenido de sabiduría. Como este Evangelio no es muy conocido, se incluye el texto completo junto con el comentario habitual. Para esta versión en castellano, hemos cotejado la edición del Evangelio de Tomás de la editorial Nous (Madrid 2024, preparada por Javier Lantero).
El método usado en la escritura de este libro fue examinar y comentar después cada parábola, enseñanza y acontecimiento de la vida de Jesús por separado, apreciando cada cual a la luz de la filosofía advaita. Esos comentarios han sido agrupados por temas generales de relevancia para el investigador espiritual, y se presentan a continuación por capítulos. Hemos tratado, en la medida de lo posible, evitar repetir parábolas o acontecimientos que hayan sido comentados antes.
Por último, para que el estudio de este libro sea de mejor aprovechamiento, es de gran ayuda tener a mano un ejemplar del Nuevo Testamento.
Aunque hemos llamado a este libro un comentario, sería más conveniente haberlo llamado una apreciación, dado que ninguna palabra puede revelar todo el misterio de la vida y enseñanzas del gran maestro que es Jesús.
En última instancia, el investigador espiritual debe percibir intuitivamente su verdadero significado.