Ruta de Sección: Inicio > Artículos >Extractos > Artículo

Extractos - José María Martínez Gaspar

Caminando hacia el Vacío

La Belleza de lo Insondable

Por José María Martínez Gaspar
Caminando hacia el Vacío

¿Qué te vas a encontrar querido lector@ en éste mi segundo libro?

Espero que algo distinto, quizás otra visión no tan ortodoxa de lo que se ha asumido como vía del despertar. Es mi visión sobre el camino del despertar dentro de la corriente Vedanta Advaita.

Mi visión.
Pero no por ello está enfocada de manera personalista.
No.

Son mis ojos y mi voz mostrándote y hablándote sobre un nuevo paisaje descubierto. No es un paisaje lunar. La Nada, el Vacío está lleno. No de cosas ni de personas. No de objetos de la Conciencia. Estás ante un nuevo lugar de residencia del viaje nunca empezado y que nunca acaba que es la Vida.

Puede parecer una playa, con un sol que cálidamente acaricia la piel de tu alma y broncea sin apenas darte cuenta el corazón del estudiante cansado del discurrir diario, de la rutina sin fin, del que busca unas vacaciones donde recuperar la salud, la armonía y la paz perdida.

He intentado abrir mi corazón, ponerlo a servicio de esta Conciencia del Ser y para ello he dividido esta obra en cinco partes distintas, aunque todas ellas tienen en común el substrato de estar enfocadas en traspasar la niebla de los pensamientos y emociones aflictivos para que algún rayo de Sol pueda ser vívidamente sentido por ti, querido lector.

En la primera parte, titulada "Disolviendo viejas creencias", he intercalado siete escritos que exponen la necesidad de eliminar todo aquello que te estorba, que te impide vivir/te desde lo auténtico, y sin lo cual la vida se vuelve estéril y sin horizontes.

En la segunda parte, que he titulado, "La práctica directa de existir", he querido ir la núcleo de la enseñanza Vedanta, que es la recordación constante de esta sensación de Ser, de estar en el mundo, no como una persona con su biografía y sus recuerdos y temores, sino como un ancla de brillante serenidad y gozo.

En "La Sabiduría del Corazón" te muestro esa belleza de lo Insondable, de lo apercibido y rescatado para el otro, para el que sufre, para el que está preocupado, para el que ha perdido la fe en sí mismo. Ante el abismo de lo improbable y lo inseguro emergen las joyas de la verdadera confianza y el coraje para proseguir hacia la meta de la Verdad. He garabateado estos cinco poemas y dos escritos, para que lentamente te sumerjas en la sensación de refugio, para que entres en tu castillo de oro interior, ese corazón puro que nunca ha sido tocado por experiencia alguna. Hasta ahí esta tercera parte del libro.

El verdadero Silencio, la irrealidad del mundo y la posibilidad de cambio hacia la expansión de la Conciencia, son los asuntos tratados en la cuarta parte, quizás la más pragmática y a la vez la que obliga al lector-estudiante a sumergirse en las profundidades del Ser. De ahí su título "Ahondando en las entrañas del Ser". Sí, entrañas, es la palabra que mejor define a un apasionado buscador del Sí Mismo. Desde ahí es desde donde nace el niño, ese estado concientivo que Nisargadatta Maharaj define como Conciencia-Niño.

En la quinta parte, "Una investigación metafísica de la Conciencia", he orientado mis palabras hacia el terreno de la especulación introvertida de la mente, para preguntarme/te hasta dónde puede llegar ese instrumento denominado psiquis humana, y dónde pierde su función original. Desde ahí se puede cuestionar la validez experiencial y si es posible ir más allá de uno mismo como sujeto atado a lo biográfico, aclarando el verdadero sentido de vivir sin un centro funcional que llamamos ego o personalidad. Aquí tampoco he querido dejar de pasar la oportunidad de hablar sobre sexo y tantra, desmitificando todo lo mistérico que tiene el término y del que se han escrito ríos de tinta sobre su verdadera puesta en práctica y sus efectos y beneficios.

Y para finalizar, en "Un misterio siempre presente y disponible", he analizado y expuesto en dos escritos la siempre posibilidad de abrirse a lo Desconocido desde el momento único e irrepetible que es el Presente-Presencia, ese punto diminuto y humilde que es la única puerta que nos abre a la dimensión del Amor y el Reconocimiento del Ser.

Hasta aquí lo que te vas a encontrar amable lector@, tan solo comentarte que este libro nace como consecuencia directa de mi propia experiencia. Más bien dicho, del agotamiento del experimentar.

Nunca antes de los 49 años me consideré apto para escribir.
No me considero un escritor.
Tampoco un poeta.
Y si me apuras tampoco un ideólogo del Advaita.
Simplemente envuelvo mi mensaje entre los hilos invisibles de algo que vino a mi vida sin apenas proponérmelo.

Existen muchos libros que hablan sobre espiritualidad, algunos son recopilaciones de textos tradicionales de las distintas filosofías o corrientes de investigación de los variados caminos que persiguen la liberación del sufrimiento. Otros son biografías de gurús o maestros con los que el autor estuvo en contacto por mayor o menor tiempo. O simplemente análisis intelectuales de algunos textos de renombrados autores de la cima de la espiritualidad.

En este libro, por mi parte, he intentado recoger desde una visión íntima aquello que he podido aprender de algunos de ellos, aunque no existe una visión personal en los mismos. Son pequeñas gotas destiladas de la esencia de las enseñanzas de la sabiduría perenne que han sido filtradas en el tamiz de mi corazón. Todas ellas apuntan a lo Último como escalón inevitable de fusión con lo impersonal. La vida de buscador es toda una aventura, teñida con experiencias que pueden denominarse como catalizadores del despertar. No quisiera caer en la actitud engañosa y narcisista de narrar una aventura espiritual personal. No es ni mucho menos mi intención.

La parte humana no es el motivo de este libro, sino el soporte instrumental a través del que se escriben estas palabras. Soy consciente de que existe literatura advaita que está centrada en mostrar aquellas técnicas o métodos que culminan en la realización última. Aquí no he abordado esta cuestión, aunque desde mi blog empujo y animo a aquellos estudiantes sinceros a esta visión ori-occid-ental del camino que he sintetizado en mis viajes a India y a diferentes ashrams y gurús que he tenido la suerte de tratar personalmente. Para ello, muestro una serie de experimentos y juegos con la Conciencia, que son el resultado de una vía sencilla, natural y sin esfuerzo para salir del círculo de la preocupación y el sufrimiento. Si una técnica te esclaviza o te impone una serie de tareas que implican tensión, entonces no merece la pena ser seguida. Tampoco quiero que saques la estúpida conclusión de que abandonarse o simplemente vegetar pueden ser la solución a todos tus problemas.

Este libro explora el camino del Vedanta desde la lectura de textos recopilados en mi blog personal. Te invitan a ser leídos desde un espacio de apertura y sosiego, desde una mente y un estado de ánimo similar al melómano que desea disfrutar de la música. Es tan importante la letra como la melodía. En definitiva trato de empujarte hacia el silencio entre dos notas, la del Ser y la del No-Ser, para que vislumbres en el terreno de lo ignoto y te aferres a aquello que nunca podrá ser expresado en palabras.

Es una invitación a la desnudez de uno mismo. A que te sientas sorprendido, confundido e incluso extraviado en algunos de mis escritos y poesías. No trato de ser coherente ni mucho menos convincente. Solo deseo que juegues, amable lector@ como un niño con estos párrafos, porque es desde ahí, desde donde el descubrimiento es posible.

Ahora quisiera narrarte algunos hechos de mi infancia que se han quedado grabados en mi alma, inevitablemente. Ya desde pequeño, a la edad de 6 años, una mañana gozosa tuve un despertar espontáneo que me dejó perplejo. Estaba simplemente andando por un parque infantil que se encontraba justo al lado donde vivía, cuando de repente, todo los olores, todos los sonidos y todos los colores tomaron una vivacidad fuera de lo normal, y me sentí transportado a un mundo distinto, con la sensación de absoluta presencia y una alegría desbordante. No, no sabía que aquello era un "insight", pues lo experimenté y unos minutos más tarde fue desvaneciéndose. Eso sí, dejó una huella profunda en mí, que cuando era más adulto me convirtió en un esclavo de la búsqueda y repetición de esta experiencia.

Ese niño que fui, se convirtió en un adolescente solitario que buscaba en los libros y en las compañías afines a mi forma de pensar, el reconocimiento de que "algo" más allá de lo explicable puede estar esperándome en cualquier momento. Pero este mundo no fue compartido con las personas de mi entorno.

Así que me convertí en mi propio ensayo de laboratorio desde un principio. Leía y practicaba. Me zambullía en la lectura como un buceador de mí mismo. Recuerdo haber leído un libro de Filosofía de José Ortega y Gasset, y quedarme absorto en algunos conceptos que me servían de trampolín para comprender aquello que era la Esencia. No todos los filósofos son intelectuales que no han tenido experiencia o atisbo de experiencia del Ser. En muchos casos, la palabra sirve como puente para conectar con lo Trascendente.

Cuando tenía apenas 17 años, leyendo curiosamente un libro sobre el autor que he nombrado anteriormente, me sentí en un estado de lucidez y luminosidad perceptiva que me mantuvo gozoso durante 7 días. Y es que cuando la palabra penetra en la Conciencia y es dictada desde la misma, se produce un acto de sincronicidad del autor-lector, más allá de la distancia y del tiempo.

Considero que muchas personas han podido tener un vislumbre similar que los mantuviera sin preguntas, pero lamentablemente también existen otras que ni siquiera han podido descorrer los visillos de lo Aparente a lo No Conocido.

Estas palabras han sido transmitidas en este contexto del que te hablo. No buscan zalameramente tu aprobación, ni tan siquiera tu aplauso, sino que sólo pretenden ser expresadas como pequeño señuelo que apunta a un tipo de estado interior que no es cambiante, que existe por sí mismo y que es todo un misterio para aquellos que no han podido disfrutarlo. No es precisamente, un llamado a la esperanza lo que comunican, sino todo lo contrario. Es un abandono a lo inmediato, a lo que la Vida trae de momento en momento. No es un premio ni tampoco un castigo.

Es verdaderamente Amor envuelto en palabras, las cuales traen el perfume de esa flor que en realidad eres tú mismo. Y aunque las palabras no pueden ir más allá de la descripción de los hechos ni de la experiencia, sí que pueden convertirse en catalizadores o disparadores de nuevas aperturas en tu espacio mental. Todo depende de la actitud del lector y de las circunstancias vitales que como individuo se transita en ese momento.

Nadie puede darte lo que tú ya Eres, pero sí que el acercamiento y la afinidad mental, emocional y vibratoria de ciertos mensajes pueden transportarte en un pequeño viaje hacia terrenos ignotos más allá de lo experiencial, y conectarte a la esencia de tu naturaleza primordial.

Han ido y venido multitud de momentos cumbre en la vida del que escribe, pero eso no es posible regalarlo. En algunos de mis talleres, creamos el escenario posible para que la chispa de la electricidad espiritual pueda ser saboreada. Todo ello depende de algo que desconozco. Simplemente me adhiero a mi Yo Soy y dejo que la voluntad del momento presente impregne lo que tiene que acontecer.

Pues como expresa sabiamente Nisargadatta:

"Todos los caminos conducen a la irrealidad.
Los caminos son creaciones dentro del ámbito del conocimiento.
Por consiguiente, los caminos y los movimientos
no pueden transportarle a la Realidad,
porque su función es enredarle
dentro de la dimensión del conocimiento,
mientras que la Realidad prevalece antes de él."