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Extractos - Scott Kiloby

Living Realization

Capítulo 2 ― Las apariencias (en general)

Por Scott Kiloby
Scott Kiloby

La primera clave para Living Realization (la Realización Viva) se encuentra en el anterior capítulo llamado "Reconocer la Conciencia Presente". No se salte ese capítulo. De hecho, quédese en ese capítulo por un tiempo. Pase a este capítulo y a los siguientes sólo cuando se sienta cómodo con la experiencia directa de lo que es la conciencia.

Si la conciencia es nuestra identidad primaria, ¿por qué entonces hablar de las apariencias? La respuesta es que las apariencias son inseparables de la conciencia. Ellas no tienen una existencia separada o independiente. Son movimientos de la conciencia misma. Mucha gente informa de una oscilación (como un abanico que se mueve de izquierda a derecha) entre momentos de reconocimiento puro, sin forma, de la conciencia no conceptual y momentos en que las apariencias son predominantes. Se trata de un hecho común en el camino espiritual. Esta oscilación viene de la idea de que la conciencia es algo separado de tu existencia cotidiana en la que todo tipo de pensamientos, emociones, estados, sensaciones y experiencias van y vienen. Si crees que la conciencia es algún estado en que estás libre de estos movimientos dentro de la conciencia, te estás apartando de la oscilación. Esta oscilación es dualista. Se crea la idea de que hay una división en la realidad entre la conciencia y lo que aparece dentro de la conciencia. No hay tal división. Es sólo la mente la que cree que esta división es real. Las apariencias no están separadas de la conciencia. Por lo tanto, es importante que hablemos de lo que son las apariencias y de que son inseparables del espacio básico, inmóvil e inmutable de la conciencia.

Este capítulo contiene una disertación general e introductoria sobre las apariencias. Cada una de las grandes categorías de apariencias que se presentan en este capítulo se tratarán más específicamente en capítulos posteriores.

El sufrimiento, la búsqueda, y el conflicto surgen por medio del apego o identificación con las apariencias dentro de la conciencia. Esto crea y mantiene la sensación de un yo separado. En Living Realization, no tratamos de deshacernos de las apariencias ni hacer nada con ellas. No se trata de un proyecto para deshacerse del ego. Simplemente estamos reconociendo que las apariencias son movimientos inseparables de la conciencia. En el reconocimiento de nuestra identidad como conciencia, en lugar de creer que las apariencias contienen nuestra identidad, a las apariencias se les permite, de forma natural, ir y venir. La energía que se apega y se identifica con ellas se relaja de forma natural. El sufrimiento, la búsqueda, y el conflicto se liberan en esa visión. Se trata de una visión o de un ver sin esfuerzo. No implica voluntad personal.

Con el fin de aclarar esto, una apariencia es cualquier cosa que se mueve o cambia o va y viene dentro de la conciencia. Todas las apariencias son temporales. La conciencia es la visión pura, espaciosa, permanente, inmutable, inmóvil dentro de la cual las apariencias temporales se mueven y cambian, y van y vienen.

Las apariencias generalmente están incluidas al menos en una de las siguientes categorías: pensamientos, emociones, sensaciones, estados o experiencias. A continuación se muestra una lista más detallada, pero no exhaustiva de las apariencias. Estas categorías no son rígidas y se puede encontrar que algunas apariencias pueden incluirse en más de una categoría. Recuerda, el material de este capítulo no está destinado a proporcionar nueva información para que memoricemos, aprendamos y recordemos. Este material consiste en herramientas que nos ayuden a ver que nuestra verdadera identidad es la conciencia presente y que las apariencias vienen y van inseparablemente dentro de la conciencia.

Pensamientos: pensamientos, creencias, ideas, interpretaciones, conceptos, opiniones, juicios, historias, conceptos espirituales, identidades, roles y títulos.

Emociones: miedo, ansiedad, preocupación, alegría, felicidad, resentimiento, ira, rabia, dolor, disgusto, vergüenza, culpa, tristeza, desesperación, amor, sorpresa.

Sensaciones: dolor, placer, contracción, presión, olfato, tacto, gusto, oído, vista, hormigueo.

Estados: vigilia, sueño, sueño profundo, estado alterado o inducido por drogas, egoico, testigo, vacío, plenitud, conflicto, confusión, duda, incertidumbre, certeza, relajación, nerviosismo, paz, frustración, libertad, esclavitud, depresión, pensar excesivo, enfermedad, aburrimiento, y cualquier otro modo temporal o condición de ser.

Experiencias: Demasiado numerosas para mencionar. Esto incluye, literalmente, la amplia gama de experiencias humanas como ir a la fiesta de graduación a sentarse en el inodoro. Es más fácil definir lo que significa la palabra experiencia. El diccionario Webster define "experiencia" como cualquier circunstancia o acontecimiento "experimentado, sufrido o vivido por una persona".

Las apariencias son movimientos temporales que van y vienen dentro de la conciencia. Las apariencias nunca pueden realmente definir o ser lo que somos debido a su carácter temporal. Para definirte a ti mismo conceptualmente de alguna manera tienes que identificarte con una imagen efímera, una idea que rápidamente va y viene dentro de la conciencia. De la misma manera, para definirte a ti mismo por medio de alguna apariencia como una emoción, sensación, estado o experiencia tienes que hacer lo mismo. Debido a la naturaleza temporal y fugaz de cualquier apariencia, no pueden proporcionar la más profunda y más auténtica respuesta a la pregunta, "¿Quién soy yo?" La respuesta a esa pregunta no se encuentra en ninguna apariencia. La respuesta se revela a sí misma en el reconocimiento inmediato, directo e intemporal de la conciencia como nuestra verdadera identidad.

La metáfora de una película en una pantalla de cine es útil para ilustrar la invitación en Living Realization. Las apariencias son como los personajes y escenas de una película. La conciencia es como la pantalla. Recuerda que, cuando decimos que la conciencia es como la pantalla, no queremos decir que la conciencia es un objeto o apariencia que podemos ver o encontrar. La conciencia es la propia visión pura. Es igual que el propio espacio sin ningún tipo de límite. Eso es lo que somos.

El sufrimiento, el conflicto y la búsqueda ocurren cuando hay identificación con las apariencias temporales (es decir, los personajes y escenas) que van y vienen en la pantalla de la conciencia. Hay una constante búsqueda de un sentido de sí mismo en las apariencias temporales. Estamos buscando la permanencia y estabilidad. Sin embargo, estas apariencias no retienen nuestra identidad. Son fugaces y por lo tanto incapaces de proporcionar estabilidad. Queremos que los personajes y escenas se detengan, que permanezcan como cosas fijas y permanentes, algo que podamos personalizar y aferrarnos. Pero ellas van y vienen tan rápidamente como los personajes y escenas en la pantalla de cine. Es imposible aferrarse a ninguna de ellas. Y la conciencia no tiene intenciones de aferrarse a ellas de todos modos. La conciencia de forma natural permite que estas apariencias vayan y vengan, que sean lo que son, sin ninguna necesidad de manipularlas o aferrarse a ellas.

La libertad se realiza a través del reconocimiento de que la conciencia es nuestra verdadera identidad y viendo que los personajes y escenas de la película son las apariencias de la conciencia. En este reconocimiento, se ve que las apariencias van y vienen libremente, temporalmente, sin dificultad, e inseparablemente dentro de la conciencia. Las apariencias son movimientos dentro de la conciencia. La conciencia es lo que somos. Es perfectamente estable. Y lo más hermoso es que estos movimientos no están separados de la conciencia. Esta inseparabilidad es importante para no cometer el error de creer que la pantalla de la conciencia está tratando de deshacerse o de manipular las apariencias en ella. Simplemente no tiene esa intención. Sólo el pensamiento lo hace. Y el propio pensamiento no es más que una apariencia temporal en la pantalla.

La pantalla es el aspecto más fundamental en la metáfora del cine mencionada arriba. Es por esto que decimos que la conciencia es nuestra verdadera identidad. Sin la pantalla (es decir, la conciencia), no puede haber personajes o escenas (es decir, apariencias). Sin embargo, sin los personajes y escenas, habría sólo pantalla. Sólo habría conciencia si no aparece nada en su interior. Es por esto que decimos que las apariencias no están separadas de la conciencia.

Otra manera de hablar de la conciencia y las apariencias dentro de la conciencia es por medio de la distinción entre las apariencias internas y externas. Las apariencias internas son pensamientos, emociones, sensaciones y estados. Estas son cosas que experimentamos dentro de lo que llamamos cuerpo y mente. Las apariencias externas incluyen objetos externos al cuerpo y la mente, como silla, casa, luna, manzana y carretera. La conciencia en sí misma no es ninguna de estas apariencias, ya sea interna o externa. El objeto físico "carretera" es una apariencia de la conciencia. Da la impresión de que aparece "ahí fuera" en el mundo. Pero no puede aparecer sin la conciencia. Las dos son inseparables de esa manera. En otras palabras, sin la conciencia, la carretera no puede ser vista. De la misma manera, un sentimiento de ira es una apariencia de la conciencia. La ira no puede ser experimentada sin la conciencia. Es inseparable de la conciencia. La forma energética dentro del cuerpo que llamamos "ira" nunca aparece fuera de la conciencia. Por lo tanto, es inseparable de la conciencia. Por lo tanto, en Living Realization, no podemos saber si algo existe, excepto por su apariencia. "Existir" es lo mismo que "aparecer" en Living Realization. Sólo podemos saber que existe una carretera si aparece. Del mismo modo, sólo podemos saber que la ira está aconteciendo si aparece.

La conciencia no es ninguna de estas apariencias, internas o externas. Está "más atrás", por así decirlo. Es la visión, el ver mismo. No importa qué apariencia va y viene temporalmente dentro de la conciencia, todavía hay "algo" que ve las apariencias. Esta es la conciencia. No va ni viene. La conciencia es la que ve todas las apariencias. La conciencia es lo que eres. La palabra "carretera" y todas las demás palabras que apuntan a objetos aparentemente externos que acontecen fuera del cuerpo y la mente en un mundo objetivamente separado son en realidad pensamientos que aparecen internamente. En otras palabras, el pensamiento "carretera" y cualquier imagen mental que aparece en conjunción con el pensamiento están ocurriendo dentro de lo que llamamos la mente. Por lo tanto, lo que aparece como un mundo de objetos objetivamente distintos "ahí fuera" son creaciones del pensamiento "aquí dentro". Dicho de otra manera, sabemos que una silla existe sólo cuando vemos el objeto físico aparente "ahí fuera en el mundo" y al mismo tiempo aparece el pensamiento "silla" dentro de la mente.

Ahora mira más de cerca lo que está sucediendo. Las nociones de "interior" y "exterior", "ahí fuera", "aquí dentro", "conciencia", "apariencias", "cuerpo" y "mente" son todas sólo pensamientos que aparecen y desaparecen dentro de la consciencia real (no el pensamiento) que tú eres. Esta es la conciencia que está mirando estas palabras ahora mismo. Todos los conceptos que aparecen y desaparecen en la conciencia que está mirando en este momento dan la apariencia de que el mundo se divide en cosas separadas. Pero la separación es un producto del pensamiento. No es real. En este ver, la separación entre lo que llamas yo y lo que llamas el mundo desaparece. Todas las apariencias son apariencias de la conciencia. E incluso esa distinción es conceptual. Todo es. No hay separación.

En Living Realization no tratamos de ser testigos pasivos de las apariencias como si la conciencia fuera algo separado de lo que aparece dentro de la conciencia. No se trata de ser "espaciados" o quedarse enganchados en el vacío. Es el reconocimiento de que nuestra verdadera identidad es la espaciosa conciencia presente, en la que todo está sucediendo. En este ver, la división entre el espacio y lo que está sucediendo en el espacio se ve que es inexistente. La conciencia y cualquier apariencia que está sucediendo dentro de la conciencia en este momento son "no dos".

Tampoco te estamos invitando a que te deshagas de todo. La invitación aquí no trata de manipular o de hacer algo con las apariencias. En el reconocimiento de la conciencia, se permite a cada apariencia de forma natural ser exactamente como es. La sensación de ser un yo separado ―y cualquier sufrimiento personal, búsqueda o conflicto interpersonal que resulta de la identificación con las apariencias― "desaparece" en este reconocimiento. Al permitir que estas apariencias surjan y desaparezcan dentro de la conciencia presente, sin ningún movimiento que trate de manipularlas o cambiarlas, te das cuenta de que la conciencia está ya sin esfuerzo aceptando todo lo que aparece y desaparece en la conciencia. Se ve que cada apariencia va y viene dentro de la conciencia, sin dejar rastro. Esta es perfecta aceptación de todo.

La aceptación no es algo que hacemos como personas "tratando de aceptar" situaciones y personas en nuestras vidas. La aceptación es una consecuencia natural de reconocer nuestra verdadera identidad. En ese reconocimiento, se permite a todos los personajes y a cada escena de la película de la vida ser tal y como son.

No lo compliques: Por encima de todo, reconoce la conciencia presente ahora mismo. No trates de manipular las apariencias de la conciencia. Date cuenta de que las apariencias no están separadas de la conciencia.