Extractos - Jeff Foster

La diferencia entre sentir y ser
Por Jeff FosterComo espacio abierto en el que todas las olas aparecen, ninguna de esas olas te puede en realidad definir. La ira, el miedo, el aburrimiento, la alegría... son olas que simplemente aparecen y desaparecen en lo que eres. Tienes una relación íntima con ellas, pero no te pueden definir. Los sentimientos más felices, los más tristes o más dolorosos, los más intensos, todo tipo de pensamientos, por muy extraños, desagradables o «anormales» que sean, pueden todos ir y venir en lo que eres, y lo que eres permanece intacto, de la misma manera que, proyectes lo que proyectes en una pantalla de cine, se conserva la pantalla prístina.
Lo que eres es sencillamente la capacidad de pensar cualquier cosa y de sentir cualquier cosa, pero no te define ninguno de los pensamientos y sentimientos que aparezcan. Lo que eres es como un cedazo a través del cual puede pasar toda la experiencia humana. Eres la pantalla de cine a la que ninguna película se puede adherir jamás.
La furia puede ir y venir en lo que eres, pero no hay dentro de ti una persona furiosa. Hay temor, pero no una persona atemorizada. Hay tristeza, pero no encontramos por ninguna parte una persona triste. Tú no eres un ser limitado; eres capacidad ilimitada y eterna para la vida toda.
Para entender lo que significa ser capacidad para toda ola, es importante que entendamos la diferencia entre sentir algo y ser algo. Puedes sentirte feo (o débil, inútil, confuso, atemorizado, aburrido, entusiasmado..., lo que sea) en el momento, pero, en realidad, lo que eres no puede ser eso. Te puedes sentir feo, pero, como espacio abierto, no puedes ser feo. No hay una persona fea; el sentimiento «feo» no puede definirte. El espacio abierto que eres está más allá de todos los opuestos. Aparecen en lo que eres sentimientos de fealdad y de belleza, y lo que tú eres permanece intacto; no pueden afectarle ninguna de las dos polaridades. Lo que eres no está menos completo por que aparezcan sentimientos de fealdad, ni está más completo por que aparezcan sentimientos de belleza. Lo que eres no es ni feo ni hermoso; permite que existan tanto la fealdad como la belleza, pero ninguna de las dos lo puede definir, al igual que el océano permite que existan todas sus olas, pero no lo puede definir ninguna de las olas individuales que aparecen.
Así que no puedes ser feo, pero te puedes sentir feo. No existe una persona fea; lo único que existe son los sentimientos de fealdad que aparecen en ti en el momento presente. Tú no puedes ser un fracaso, pero te puedes sentir un fracaso. No hay una persona fracasada, sino solo sentimientos de fracaso que surgen y se desvanecen en lo que eres. No puedes ser inseguro, pero te puedes sentir inseguro. No hay una persona insegura, sino sentimientos de inseguridad que vienen y van en ti. No puedes ser nada en particular (porque lo que eres contiene todo sentimiento según viene y va), pero te puedes sentir cualquier cosa, la que sea. A todos los sentimientos —cualquiera del que un ser humano sea capaz, cualquiera que un ser humano jamás haya tenido—, se les permite ir y venir en lo que eres. La totalidad de la consciencia humana está, en este sentido, a tu disposición. Cualquier cosa que tú sientas, yo la puedo sentir. Cualquier cosa que tú pienses, yo la puedo pensar. No hay ninguna ola que sea ajena al océano de la consciencia. No hay, en realidad, ningún pensamiento ni sentimiento que sea ajeno a lo que eres. Eres el espacio que contiene a toda la humanidad; permites que el río entero de la consciencia humana fluya a través de ti. Eres la nada que abarca todo lo que fluye a través de ella. En ausencia de una persona separada, descubres a toda la humanidad.