Extractos - Leonard Jacobson
La Clave de la Presencia
Por Leonard Jacobson
Estar presente es extraordinariamente simple. Hay una llave que abre esa celda que es el mundo de la mente y te libera llevándote al mundo presente. Y la vengo compartiendo con mis estudiantes desde hace muchos años.
Recuérdate a ti mismo, suave y con amabilidad, traerte al momento presente con aquello que ya está presente. Esta es la sencilla clave para tu liberación.
Cuando estás en el mundo de la mente, estás en algún lugar del pasado o del futuro, y el único lugar donde no estás es en el momento presente. De modo que todo lo que has de hacer es recuperar totalmente tu Presencia sirviéndote de algo que esté de hecho aquí contigo en este preciso instante. Así saldrás del mundo mental del pasado y del futuro para entrar en el mundo del ahora.
Para hacerte presente puedes usar cualquier cosa que puedas ver, oír, sentir, saborear, oler o tocar. Como pertenece al momento presente, te brinda la oportunidad de estar presente con ello.
Al despertar cada mañana, dedica unos minutos antes de levantarte de la cama a estar simplemente presente en tu cuerpo mientras respiras. Cuando te duches, hazte presente con la temperatura del agua y la fragancia del jabón. Hazte presente mientras tomas tu desayuno. Siéntete presente mientras lavas los platos y comprobarás que lavar los platos pude ser una experiencia sagrada si estás presente.
Recorre con la mirada el lugar donde te encuentras. ¡Hay tanto con lo que estar presente! Hazte presente con el sonido en cada momento. Si estás moviéndote, siéntete presente y consciente en el movimiento. Siéntete presente con lo que sea que esté aquí ahora.
Hay muchas oportunidades de estar presente cada día. Cuando adviertas que te has deslizado al mundo del pensamiento, el recuerdo y la imaginación, vuelve al momento presente. Al elegir el momento presente profundizarás en la Presencia, que te revelará gradualmente sus tesoros ocultos. Finalmente, te establecerás completamente en la Presencia, y se te revelarán Dios y el Cielo en la Tierra.
¿Necesitamos pensar?
Si sumaras el tiempo realmente necesario y apropiado para pensar cada día, te encontrarías probablemente con que no son más de veinte minutos. A veces será más, si estás ocupado trabajando o si tienes un montón de cosas que hacer que requieran actividad mental. Pero si prestas verdadera atención, verás que la mayor parte de tu pensamiento es innecesario. Solo sirve para crear ansiedad, o para mantenerte en algún recuerdo del pasado o imaginando algo para el futuro,
Hay muchas oportunidades para estar presente a lo largo del día sin necesidad de pensar.
¿Por qué necesitas pensar cuando estás lavando los platos?
¿Qué necesidad tienes de pensar cuando estás en la ducha?
¿Por qué necesitas pensar cuando estás caminando para ir desde el garaje hasta la cocina? Tú ya sabes ir del garaje a la cocina. ¡No necesitas pensar para eso!
El momento presente no es una ilusión
Muchas tradiciones espirituales sostienen que el mundo físico en el que vivimos es una ilusión. ¡Esto resulta ser de muy poca ayuda!
La única manera de liberarse de la mente es estar presente con algo que está aquí en este momento contigo. Y si todo esto es una ilusión, ¿entonces con qué vas a estar presente?
La confusión surge porque, en el nivel más profundo de la Presencia, puede parecer que las formas se disuelven para transformarse en luz o en pura energía. Cuando esto ocurre, penetras en la esencia misma de toda existencia, y encuentras aquello que trasciende la forma. Encuentras la conciencia pura, que es la fuente de donde todo surge. Pero esto no quiere decir que la forma sea una ilusión, solo significa que la forma es el portal de entrada a ese nivel más profundo. Lo que está en la forma y lo que trasciende la forma son uno y lo mismo.
Otra forma de decir esto es que Dios es el Creador y su Creación. Hazte presente con la Creación y conocerás al Creador.
Todo aquello que tiene una forma física es el cuerpo de Dios. Hazte presente con el cuerpo de Dios y comenzarás a percibir la presencia viva de Dios en todas las cosas presentes.