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Extractos - David Carse

Arunachala

La enseñanza de la Verdad

Por David Carse

Las cosas profundas son simples.
Si no son simples, no pueden ser verdad.
Pero las cosas simples son difíciles.

Douglas Harding

La Verdad, la Realización, la Comprensión, el Sí Mismo, son todos Uno, a-dvaita, no-dos. Pero la expresión que adopta la enseñanza (consistente en indicadores que apuntan hacia la Comprensión) puede variar mucho en función del "maestro" o "sabio" a través del cual aquella se manifiesta. Tal expresión estará determinada en un grado significativo por la programación y el condicionamiento del organismo cuerpo-mente en el cual la enseñanza se manifiesta. En concreto, el corazón de la enseñanza ―su "fundamento" o núcleo irreductible― hallará una expresión única en cada cual donde haya sucedido la apercepción. Y tal expresión única es, en gran medida, configurada por la vía, la manera, el contexto, las circunstancias bajo las cuales haya ocurrido el evento del Despertar en cada caso.

Quizá sea más sencillo ilustrar esto que explicarlo.

Ramana Maharshi

A Ramana Maharshi el Despertar le sucedió cuando era un muchacho. Teniendo la abrumadora sensación de que iba a morir, se tumbó en el suelo y dejó que le sucediera una experiencia de muerte, la cual le llevó a sentir vívidamente lo que ocurre cuando cesan las funciones corporales y mentales al morir. Tras este suceso, tuvo la percatación de que el "yo" que uno piensa que es muere con el cuerpo y la mente; y sin embargo, a pesar de que desapareció tanto este falso "yo" como todo lo demás, aún permanecía un sentido de pura existencia: la conciencia "Yo Soy". Comprendió entonces que Eso es lo que verdaderamente es el "yo"; no el cuerpo o la mente o la personalidad o el sentido de ser un yo separado, todo lo cual muere, sino el "Yo-Yo" que es eterno. En el caso de Ramana Maharshi, esta fue la comprensión central; y su enseñanza reflejaba esta comprensión central, de modo que Ramana decía a sus oyentes: "simplemente sean", "busquen el Yo soy" o "permanezcan en el Yo".

Nisargadatta Maharaj

Muy distinto es el relato que hace Nisargadatta Maharaj acerca de cómo sucedió la Realización. Cuenta que su gurú le dijo que él (Nisargadatta) no era quien pensaba que era; que él no era el cuerpo, sino que en verdad era nada menos que lo Absoluto. Nisargadatta cuenta que él creyó a su gurú, llevó estas palabras a su corazón y, tras meditar y concentrarse en ellas durante tres días, la Comprensión se completó. Así que este es el punto en el que se centraban todas las enseñanzas de Maharaj, y por tanto se dirigía a sus alumnos hablándoles, siempre y sin excepción, en primera persona como lo Absoluto, "Yo soy Eso", y no como un individuo separado; e insistía en que no se hiciera ninguna pregunta que estuviera basada en la identificación con el cuerpo.

De alguien que haya estudiado con un maestro o un gurú antes de sucederle el despertar, lo más probable es que surja la enseñanza de que la vía pasa por tener un maestro o un gurú. A quien le haya sucedido el despertar de manera espontánea, sin maestro alguno, puede que le surja la idea de que no es necesario ningún gurú. Aquel cuyo despertar se encuentre inextricablemente vinculado con una poderosa experiencia mística que haya sucedido inmediatamente después de un intenso periodo de meditación, puede muy bien centrar su enseñanza en el misticismo y la meditación.

Se pueden hallar más ejemplos leyendo a maestros de antaño, como Huang Po, Hui-Neng y otros, o a instructores modernos tales como Tony Parsons o Adyashanti. Puede que parezca que estas expresiones de la enseñanza nuclear, aquello que se reitera constantemente por tratarse de su fundamento, varían mucho o, al menos, poseen énfasis muy diversos. Y esa diferencia se debe en su mayor parte a los diversos antecedentes, culturas, tendencias, circunstancias y experiencias de cada uno de los instrumentos cuerpo-mente, y particularmente a la peculiaridad del propio evento del despertar en cada caso.

En el caso de lo que he venido en llamar, con algún afecto, "la cosa david", el núcleo irreductible de la Comprensión cobró expresión en el primer pensamiento que se formó cuando sucedió ese súbito cambio de percepción ya referido y se vio claramente que "¡no hay nadie en casa!". Hay Presencia, Ser, Conciencia. Hay este aparente cuerpo-mente en el cual, y como el cual, la Presencia fluye, funciona, experimenta. Y eso es todo; no hay un yo individual o entidad o persona separada, excepto como un mero constructo mental.

Por tanto, la expresión aquí gira necesariamente en torno a este fundamento y se regresa siempre a esto mismo, a saber: que es el sentido de ser un yo individual lo que constituye la ilusión, el "cautiverio", el "oscurecimiento" esencial. Cuando este sentido de yo individual se ve como ilusorio, se desvanece, y entonces sucede el despertar del sueño de ser una mismidad individual y separada y queda simplemente Lo Que Es.

Eso a lo que se despierta, eso que es Comprendido, es solo Uno. Pero la expresión en cada instrumento cuerpo-mente es diversa debido a las infinitas variables existentes en la programación y en el condicionamiento de cada instrumento, así como en el guión o la parte o el "destino" que cada cuerpo-mente juega en el infinito despliegue que acaece en la Conciencia. Así, cada personaje posee un diferente sabor y pone un énfasis diferente.

Si la Comprensión es una casa, unos entran por la puerta principal, otros por la puerta trasera. Algunos entran por las ventanas, quizá deslizándose furtivamente o acaso rompiendo los cristales y disparando todas las alarmas. Puede que uno baje por la chimenea y otro por una rendija del tejado tras haber quitado las tejas una a una. Alguien puede caer desde una gran altura y atravesar de golpe el techo, aterrizando en el suelo sobre una pila de polvo y escombros, mientras puede que aún otro tienda su sombrero al mayordomo mientras se traslada del porche al salón.

Y estas diferentes maneras en que ocurre el mismo evento dotarán de un diferente sentimiento, de un diferente color, de un diferente gusto a la expresión, a la descripción del Sabor único. La manera en que Ramesh habla de la Comprensión y la manera en que Tony Parsons habla de la Presencia son muy diferentes la una de la otra, tienen un tono muy diferente. Wayne Liquorman dice que no tienes elección; Gangaji afirma que lo único que tienes es elección. Todos ellos están señalando exactamente hacia la misma cosa. Todos son parte del infinito despliegue de la totalidad. En forma y expresión, la enseñanza nunca es dos veces igual. Pero la Comprensión misma es siempre no-dos. Todas las indicaciones señalan hacia Lo Que Es.