Extractos - Leonard Jacobson
¿En qué consiste estar verdaderamente presente?
Por Leonard Jacobson
Estar presente es despertar a esa dimensión de ti mismo y de la vida que transciende la mente pensante. Estar en silencio y realmente presente con lo que es aquí y ahora.
Si estás totalmente presente no existe otro momento que este momento. Este es el significado de estar despierto en la verdad de la vida.
Al nivel más profundo de Presencia despierta, el pasado y el futuro desaparecen y solo tienes acceso a este preciso instante. Despiertas a un ahora eterno, a un presente continuo. No puedes desenvolverte en el mundo del tiempo por la sencilla razón de que no existe el tiempo. Y no tienes la sensación de existir o tener una entidad propia fuera de este momento.
Esto no significa que quien haya despertado se desenvuelva constantemente en el nivel más profundo de Presencia. Es posible funcionar a un nivel más superficial de Presencia de modo que se pueda actuar en el mundo del tiempo. Pero incluso cuando participas en el mundo del tiempo, sigues asentado profundamente en la Presencia y reconoces siempre el momento presente como la verdadera vida.
Si estás fundamentalmente despierto en Presencia, vives sin enjuiciar, sin miedos o deseos, en un estado de aceptación. Vives como amor en el mundo. Se ha disuelto el engaño de la separación y vives con una intensa sensación de la unidad de todas las cosas, siendo continuamente consciente de la dimensión eterna e impersonal de la existencia. Ves a los demás como iguales iluminados, aunque ellos no sean conscientes de esto. Lo mismo se aplica a los animales y el mundo natural. Te es imposible dañar a otro ser intencionadamente. Eres compasivo; siempre actúas con integridad y no es posible que seas deshonesto. Hay algo en tu interior que simplemente no te lo permite.
Cuando estás fundamentalmente despierto en la verdadera vida, estás sustancialmente libre de motivaciones, deseos y reacciones del ego.
Esto no implica que quien ha despertado sea perfecto. A veces puedes reaccionar como cualquier otro y tener miedo, inseguridad o experimentar sentimientos como dolor o enfado. La diferencia es que ahora sabes que estás atrapado temporalmente en la ilusión de la separación, y no te crees la historia que se te presenta. Sabes que es el pasado, proyectándose en el presente. No te identificas con las reacciones emocionales. Aún así, te responsabilizas de lo que se presenta. Asumes la experiencia y la aceptas, pero no la confundes con la verdad.
Las dos opciones
En cualquier momento de tu vida siempre hay dos posibilidades. O estás completamente presente o estás en la mente.
Cuando estás totalmente presente, tu estado de conciencia se llama Presencia. Estás aquí y ahora. Estás experimentando la verdad y la realidad del momento presente. La ilusión de separación se ha disuelto y te encuentras en un estado de silencio interior, relacionándote momento tras momento con lo que está contigo aquí y ahora.
Cuando estás en la mente, abandonas la verdad y la realidad del momento presente y te trasladas a un mundo ilusorio. Estás en algún lugar del pasado o del futuro y no estás aquí y ahora. Lo que experimentas no es real. Has utilizado el poder del pensamiento, de la memoria y de la imaginación para crear un mundo de ilusiones y estás condenado a vivir en él. Casi todo el sufrimiento humano se puede atribuir a este simple hecho.
El silencio infinito
Cuando te haces totalmente presente, todo pensamiento se detiene y tu mente queda en silencio. No es que tú intentes detener los pensamientos, es algo que solo ocurre cuando te haces presente.
Pero hay un nivel aún más profundo de paz y silencio dispuesto a hacer su aparición. Cuando tu mente se torna silenciosa, se abre una puerta interior que permite florecer un silencio infinito y eterno desde lo más profundo de tu Ser.
Este silencio infinito y eterno es la verdadera esencia de tu Ser, tu verdadera naturaleza. Es la esencia de toda la existencia, la eterna esencia silenciosa de pura consciencia. Es tu «YO SOY ».
Es esa dimensión tuya que existe en este momento y solo en este momento. Esa dimensión en ti que existe en la Unidad. Es tu naturaleza búdica. Es el Cristo en ti, que existe en Unidad con Dios.
El camino de vuelta a casa
En los primeros pasos del despertar, tendrás experiencias profundas y maravillosas del estado despierto de Presencia, pero volverás inevitablemente a tu mente, que es el lugar donde vives, el hogar en el que has crecido y al que estás acostumbrado.
Dejarás tu hogar ocasionalmente y visitarás el momento presente, pero no te será posible permanecer en él. Es como si tuvieras atada una goma elástica imaginaria que te saca de un tirón del momento presente y te devuelve a ese mundo mental de pasado y futuro.
Sin embargo, a medida que vas profundizando en la Presencia y te vas asentando más en el momento presente, llevas más consciencia a la mente y comienza a producirse un cambio gradual. La imaginaria goma elástica comienza a ser más flexible, se estira más y se afloja; cada vez pasas más tiempo en el momento presente, y el ego no insistirá tanto en hacerte volver inmediatamente.
Esta relajación y esta rendición de la mente y el ego prosiguen hasta que un día, sin previo aviso, tu hogar se traslada del mundo de la mente al mundo de la Presencia y pasa a estar ya en el momento presente.
Ahora estar presente es tu estado natural. Todavía pondrás en funcionamiento la mente para pensar, pero cuando hayas terminado regresarás espontáneamente a tu estado despierto de Presencia, que es tu nuevo hogar. La goma elástica ahora tira de ti en la dirección opuesta, desde la mente hacia la Presencia.
Cuando este cambio ocurre, una transformación importantísima se ha producido en tu vida. Ahora estás despierto y estás en tu verdadero hogar, que es el mundo del ahora.