Artículos - Francis Lucille
Diálogos con Francis Lucille
Francis Lucille Encuentro en Barcelona, 2008 (Selección I)
Interlocutor: Me gustaría hacer una pregunta sobre esto que decías de que no puedes controlar tus pensamientos. Tengo estos pensamientos con los cuales estoy como atascada y contra los cuales lucho, especialmente con los negativos, y no puedo concebir que no sea responsable. Realmente me creo mis pensamientos negativos, con los positivos estoy bien, pero los negativos realmente los creo, no puedo creer que no sea responsable de ellos. He oído que mucha gente con los maestros no tienen miedo pero yo, la mayor parte del tiempo, lo que tengo es mucho miedo. No sé qué hacer sobre esto o si hay algo siquiera que pueda hacer. Y sé que, al mismo tiempo, veo que no tengo ningún control sobre los pensamientos pero, como que no estoy convencida.
Francis Lucille: Si tuviéramos control de nuestros pensamientos podríamos, por ejemplo, decidir no pensar, escoger no pensar.
Int: De alguna manera no puedo creer que no podamos detener los pensamientos.
Francis: No es una cuestión de creer, es una cuestión de experimentarlo. Prueba a ver si puedes detenerlos. O intenta tener sólo pensamientos felices.
Int: Parece que siento como que pudiera no pensar en algunos momentos, como tener una pausa.
Francis: Cuando tuviste a tu hijo, ¿creías que lo estabas creando?
Int: Sí, creo que sí.
Francis: Eso es estúpido. Es la naturaleza quien lo está creando.
Int: Pero yo no creo que esté separada de la naturaleza.
Francis: Pero en ese caso tú no eres una persona, en ese caso tú eres la madre naturaleza.
Int: De hecho creo que tengo un problema para creer que soy una persona.
Francis: Ese es un buen problema. Y sí, como madre naturaleza has creado a tu hijo. Pero como una persona... tú no decides “mi hijo va a tener ojos azules, va a tener esta forma o la otra”. Esto no lo decides. El niño crece en ti tanto que quieras como que no. Y después, echando la vista atrás, mucha gente dice “lo creé”. Pero esto es ridículo que lo diga una mujer, y todavía más ridículo que lo diga un hombre. La razón por la que saco esto a colación, porque igual que los niños son los niños de nuestro cuerpo, los pensamientos son los pensamientos de nuestra mente.
Int: Pero si sólo hay una mente entonces tienen que ser mis pensamientos.
Francis: Sí, desde el punto de vista de la realidad, son los hijos de la realidad que les crea. Pero no son los hijos de una mente individual. Son los hijos de la realidad que les crea, sea lo que sea esa realidad. Igual que los niños son hijos de la misma realidad que nos ha creado a nosotros, que nos sostiene, que nos mantiene, en la que vivimos, en la que somos.
Int: No entiendo, o por lo menos pienso que no entiendo, qué es una mente individual, qué es una mente personal.
Francis: Deja que te ayude con esto. Una mente individual tiene memorias individuales, por ejemplo, memorias específicas sobre tu infancia. Una mente individual puede acceder a sus pensamientos pero no puede acceder a los pensamientos de otras personas. Y de ahí vino la noción de una mente, o de un alma, o de una psique individual.
¿Conoces mi historia personal y mis pensamientos individuales de la misma forma que yo los conozco? ¿Tu mente conoce mis pensamientos? Tu mente conoce sus pensamientos. La mente es privada y, de alguna manera, limitada. No tiene acceso a la totalidad de lo que está ocurriendo en el universo. Puede que esté pasando algo ahora en New York o en Washington y cuando veamos las noticias de las nueve lo veremos, pero ahora no lo sabemos. Esto quiere decir que nuestra mente tiene un acceso limitado. Esto no quiere decir que la conciencia que es consciente de la mente, y que es la realidad detrás de la mente, no quiere decir que esta conciencia está limitada.
Int: Tal como yo entiendo la conciencia, mi idea de la conciencia es de eso de lo que único puedo estar segura, puede que sea una estupidez esto que estoy diciendo, pero creo que de lo único que puedo estar segura es de lo que ocurre aquí ahora, de lo que percibo aquí ahora, puede ni siquiera existir el Tibet. Y no quiero creer en nada, en nada más, no es una falta de respeto.
Francis: Yo no quiero que tú creas en nada, quiero liberarte de tus creencias, no quiero añadir nuevas creencias.
Int: Sólo he descubierto que no quiero más creencias, no estoy diciendo que tú me quieras meter más creencias. Quiero liberarme de esta cantidad de capas y capas de basura que me metieron cuando era pequeña.
Francis: Esto es una actitud muy legítima, una muy buena actitud. No quieres más creencias.
Sólo puedes partir de aquello de lo que estás absolutamente segura. En este momento estas palabras están siendo oídas, no se pierden en la nada, sino que hay una realidad que las oye y las entiende. Y la existencia de esta realidad está totalmente fuera de toda duda, de que hay una realidad que está oyendo estas palabras, aquí, en este momento. Y esta realidad es lo que yo llamo conciencia. Y hay otra cosa de la que también podemos tener certeza, no depende de ninguna creencia, y este segundo hecho es que hay algo y no nada. Porque, por ejemplo, ahora hay estas palabras y las palabras son algo y no son nada. Y este algo, la respuesta a la pregunta “¿qué es este algo?”, es lo que nosotros llamamos realidad.
Int: A mí me parece que es una realidad viviente.
Francis: Sí, pero llamarla viviente o muerta es una forma de calificarla. No, en este momento no lo sabemos. Podemos ponernos de acuerdo en dos certezas, una, que hay conciencia; y la otra, que hay realidad.
Int: A mí me da la sensación de que hay también un vacío, una nada.
Francis: No puedes tener algo y nada al mismo tiempo, tienes que decidirte por la una o por la otra.
Int: ¿Estás totalmente seguro que no puedes tener algo y nada al mismo tiempo?
Francis: Explícame cómo. O bien tienes algo, o tienes nada. ¿Qué sería algo que fuera entre nada y algo? ¿Un medio algo? Y eso ya es algo.
Int: Yo no siento que tenga algo. Siento que es como si no existo, pero esto es estúpido.
Francis: Sólo trataba de que nos pusiéramos de acuerdo en dos puntos. Uno, que hay conciencia; dos, que hay algo y no nada, lo que un filósofo diría que hay realidad o ser. Pero no te dejo que te vayas con una afirmación de que no hay nada. Porque si tú afirmas que no hay nada, esta afirmación en sí misma ya es algo.
Int: Es más como una descripción que una afirmación. Es una sensación.
Francis: Eso es distinto. Lo que quieres decir, a lo mejor, es que las cosas no son tan sólidas como parecían antes, pierden su solidez, su sentido de realidad. Pero eso no quiere decir que no haya realidad. Igual que los elementos de un sueño, que parecen reales durante la noche, cuando te despiertas pierden su realidad. Pero eso no quiere decir que, el sueño que ocurrió anoche, no tuviera realidad. Sólo quiere decir que no era lo que parecía. No era nada. Algo ciertamente estaba pasando, había un tigre que corría detrás de mí, yo estaba ahí intentando salvar la vida en esta selva. Esa era mi experiencia, eso no lo negamos, que tú tuvieras esa experiencia. Lo que negamos es que ni el tigre ni la selva eran reales. Pero algo había, algo estaba pasando, mente, pensamientos.
Así que de la misma forma puedes tener una visión como si los objetos que te rodean perdieran un poco su realidad, igual que los sueños pierden su realidad cuando te despiertas, pero esto no quiere decir que no hay realidad en absoluto. Puede decir, por ejemplo, que pensaba que los objetos eran reales, mientras lo que ocurre es que la realidad está en otro sitio y que la realidad era prestada a los objetos. Cuando ese préstamo vuelve a su sitio, es retirado, entonces los objetos empiezan a parecer menos reales, se convierten en lo que realmente son, apariencias, fenómenos. Pero esto es simplemente una particular experiencia mental.
En lo que yo trataba de ponerme de acuerdo es que nos pusiéramos de acuerdo en dos hechos básicos que no son creencias. Uno, que es que hay conciencia. Y dos, que hay algo y no nada. Ni siquiera puedo imaginarme que hubiera nada en vez de algo. Para mí es imposible imaginarme esto, y espero que para ti también.
Int: Si soy sincera, no estoy segura de que no pueda imaginarme que no hay simplemente nada.
Francis: Yo te estoy escuchando, tus palabras, tú también las estás escuchando, y eso ya es algo. ¿Tú niegas que estás escuchando mis palabras?
Int: No, no lo niego.
Francis: Pues entonces hay una conciencia que oye estas palabras. O sea, que a pesar que estamos haciendo el experimento, en este momento hay conciencia que está escuchando estas palabras y, por lo tanto hay algo, lo que sea, y no nada, y además hay conciencia, la que oye estas palabras. Y tú dices “no estoy de acuerdo”. No puedo seguirte, estás haciendo un salto cuántico, estás volviéndote irracional y entonces no puedo seguirte.
Nuevo interlocutor: Siento desde hace muchos años, desde mi juventud, que no tengo nada que ver con mis actos, con mi vida, es decir no soy hacedora. Siento que he sido siempre conducida en la vida por algo mucho más profundo que mi persona, siempre y en todo momento en las cosas más pequeñas y más grandes. En algunas dolorosas, muy dolorosas, que a la larga, no cambio por nada en el mundo. Porque sé que por esas cosas me han venido otras que me han dado la mayor felicidad que podía esperar. Y esa sensación ha ido en aumento, en aumento, hasta tal punto que cada vez me siento más llena de confianza. Creo que no podría cambiar nada porque hay algo más fuerte que la voluntad de mi persona que no me dejaría. Ahora viene lo que quiero preguntar. ¿Esto tiene algo que ver con lo que en algunas religiones llaman predestinación o no tiene nada que ver? ¿O en que se diferencian si es distinto?
Francis Lucille: Es distinto. La predestinación quiere decir que todo lo que vaya a ocurrir en el futuro ha sido decidido hace mucho tiempo en el pasado, pero fue decidido en el tiempo, porque el pasado es tiempo. Y, que como resultado de estas decisiones, todo se va desarrollando de acuerdo con el plan que se había decidido en el pasado de una forma mecánica, nada puede ser cambiado. Esto es lo que quiere decir el concepto de predestinación.
Lo que tú estás evocando es distinto. Es algo del tipo de: yo, yo no estoy viviendo realmente, hay como un poder superior que vive a través de este cuerpo y a través del resto del mundo. Este poder más elevado que vive a través de mi cuerpo y del resto del mundo, este ser, con letra mayúscula, un solo Ser, un único Ser, es libre. Por lo tanto, Él, Ello o Eso, o Ella, no necesita tomar las decisiones en el pasado, va tomando las decisiones cuando se necesitan desde su lugar intemporal, no desde un punto lejano en el pasado sino en cada momento crea. Una forma de expresar lo que sería la iluminación o realización de tu verdadera naturaleza sería “yo no vivo, sino que Él vive a través de mí y del resto de la manifestación”. Los sufíes tienen este dicho, “yo soy nada y Él lo es todo”. Por lo tanto, Él vive a través de este cuerpo y a través de todo. Y la vida santa sería permitirLe que viva a través de este cuerpo y a través de esta mente y abandonarse constantemente a Él. Y cuando Él vive a través de ellos, del cuerpo y la mente, se vuelven sagrados o santos.
Así que en la medida que eres consciente de que este Ser vive a través de nuestro cuerpo y de nuestra mente somos libres. Porque en nuestro núcleo más interior, más íntimo, somos esa realidad. Cuando entregamos este cuerpo-mente a este poder superior, dado que este Ser superior vive a través de este cuerpo y esta mente, ¿qué es lo que queda que pueda decir que eres tú? Nada. No queda nada. Y, de esa manera, todavía soy, todavía existo, pero lo que soy, soy Eso que vive a través de este cuerpo y esta mente. Y, por lo tanto, soy Eso, sea lo que Eso que vive a través de este cuerpo y esta mente, sea. A medida de que este pequeño gobernante separado de este cuerpo y esta mente desaparece, no muero. Inmediatamente me convierto en el gran emperador de todos los reinos. Esto es por lo que en yoga, o aquí, o en otras escuelas, oyes hablar todo el tiempo del abandono, de la entrega del cuerpo-mente al Ser.