David Rodrigo

Shri Vidya Tantra, la integración de todo
( Tercera Parte )
Por David Rodrigo 25 de abril de 2025 Versión PDFTantra y sexo
Inhalas siempre desde la coronilla hasta el sacro, aplicando Sushumna nadi, como hemos visto arriba. Luego, en la siguiente exhalación sube desde muladhara chakra al segundo chakra, svadhisthana, en la zona de la pelvis. Concéntrate en este chakra. La Kundalini sube desde el chakra raíz y activa el segundo chakra. Siempre con tu mente siguiendo a tu respiración del modo explicado.
Svadhisthana chakra es el del elemento agua y está vinculado con la actividad sexual. Vas siendo maestro en ti de los elementos del universo en un proceso de retorno al origen, a la fuente de la Vida y la Consciencia. Disuelves así el elemento tierra ―del chakra raíz― en su esencia ―su causa―, el elemento agua.
Medita en «tengo pasión, creatividad, tengo mi sexualidad sana, equilibrada y autocontrolada; gozo como expresión de la energía sagrada». Ese es el síntoma de tener este segundo chakra abriéndose.
En muladhara chakra se trabaja también el obstáculo de la culpabilidad y de la represión sexual.
Recuerda que cuando la Kundalini pasa por cada chakra, tras una práctica diaria, constante, sincera y el tiempo necesario, puede producirse una explosión de energía en el chakra correspondiente. Afortunados aquellos que, por su práctica en la vida anterior, no sienten la agitación causada por el despertar de los chakras, sino que su energía despertada fluye naturalmente hacia lo sublime.
En todo caso, abrir un chakra no significa sólo que Kundalini lo activa multiplicando el poder asociado a ese chakra, sino que utilizas de forma autorregulada esa energía en ese chakra para no perder inútilmente energía hacia el exterior. De este modo tu energía te sirve para ir ascendiendo los niveles de la mente, de animal a humana y de humana a divina, para lo cual necesitas la concentración de toda tu energía, devoción e inteligencia en una práctica paciente, amorosa y continuada, sin expectativas tensionadas, con esfuerzo y entrega.
Por tanto, Kundalini no sólo debe activarse sino guiarse hacia dentro y hacia arriba ―con concentración y un fuerte propósito de realización permanente― y no hacia fuera. En este sentido, abrir el chakra es energizarlo y cerrarlo para ascender.
Esto no significa que dejes de relacionarte sexualmente, etc., sino que tienes autocontrol y equilibrio para poder centrarte en tu expansión de tu nivel de consciencia, hacia dentro y hacia arriba, hasta la Consciencia universal que lo conecta todo; la unión con una pareja, con la vida y contigo mismo.
Si activas tu svadhisthana chakra con la Kundalini y diriges tu energía exaltada hacia el exterior, tendrás mucho deseo y potencia sexual, pero no elevarás tu Kundalini hacia dentro y hacia arriba y, por tanto, no expandirás tu nivel de consciencia, paz y felicidad hacia lo ilimitado. Perderás así la fuente misma de la vida y de la felicidad por el deseo sexual desequilibrado. Por esta confusión a menudo actualmente se identifica el Tantra con la sexualidad.
La Kundalini, si no es guiada consciente y correctamente, hacia dentro y hacia arriba, puede ser una explosión de energía descontrolada que puede provocarte serios problemas de salud, mentales y emocionales.
Crearte más energía
En medio de tu meditación, examina tu postura física y mental. Resitúate si es necesario en la línea recta de tu espalda, cuello y cabeza. No sigas la cadena de tus pensamientos y recupera la concentración en la respiración.
Inhalas (repite mentalmente SOOOO) siempre desde la coronilla hasta el sacro. Luego, en la siguiente exhalación (HAAMMMM) siente la vibración de la energía que sube desde muladhara chakra «raíz» y concéntrate en el tercer chakra ―manipura―, en la zona del plexo solar, del estómago. Puedes:
- Llegar con tu mente acompañando la exhalación hasta manipura chakra y concentrar tu mente ahí, en el chakra del plexo solar, y olvidarte de la exhalación, que sigue sola su curso hacia la coronilla, o bien
- sentir que la exhalación se produce desde manipura chakra.
Lo mismo puedes hacer con la exhalación en cada uno de los siguientes chakras en los que te concentras en tu ascenso por la escalera del Yoga, de la Consciencia en tu cuerpo físico y sutil.
Y concentrarse en los chakras es sentir en cada una de estas ruedas el fuego del ritual en ti, donde te das para verte.
Manipura es el chakra más grande, el del elemento fuego. Disuelves así el elemento agua ―de svadhisthana chakra― en su esencia ―su causa―, el elemento fuego. Aquí se produce la transición de la mente animal a la humana. Deseas el éxito mundano, pero ya no sólo eso. Sabes que hay una realidad trascedente y quieres acercarte a ella con devoción «bhakti».
Quemas en el fuego de manipura chakra tus deseos desequilibrados, agitados, de placeres mundanos. Manipura chakra es uno de los tres chakras más importantes, junto con el chakra del corazón «anahata chakra» y el del tercero ojo «ajña chakra». Manipura es el chakra en el que hay que meditar para tener salud física y mental.
Medita en él con «tengo energía, fuerza de voluntad, poder interior para hacer lo que deseo».
Se trabaja aquí el obstáculo de la vergüenza, el miedo al rechazo y a la auto-afirmación, y la falta de energía, voluntad y poder y valentía.
Aquel cuyo chakra manipura se esté abriendo conoce la circulación de las energías pránicas (vitales) en el compuesto de su personalidad y sabe cómo generar más prana «energía».
Haz unas cuantas respiraciones en manipura chakra.
Amor sano
Recuerda tu determinación: Ahora estoy meditando. Ningún otro pensamiento o emoción es importante, déjalos ir, sin más. Se irán, porque tú eres la consciencia, el poder que da vida al funcionamiento y contenido de tu mente y que lo alimenta, recrea, modifica o crea algo nuevo.
Inhalas siempre desde la coronilla y aplicando Suhsumna hasta el sacro. Luego, en la siguiente exhalación siente la vibración de la energía que sube desde muladhara chakra y concéntrate en el cuarto chakra ―anahata―, el del corazón, en la zona central de tu pecho. El chakra del elemento aire. Disuelves así el elemento fuego ―de manipura chakra― en su esencia ―su causa―, el elemento aire. Siente la pulsación expandiéndose en tu corazón.
Medita en «perdono; amo a mis seres queridos de forma sana, con intensidad, plenitud y desapego, el amor potente, profundo, en paz y equilibrado impulsa mi crecimiento; amor al amor mismo, sin pretensión, amor universal. Deseo conocer a la Diosa de la Vida».
Se trabaja aquí el obstáculo del dolor emocional, el resentimiento, la dificultad para amar sin corazas, a corazón abierto, soltando.
Aquel cuyo anahata chakra o chakra del corazón se está abriendo o se ha abierto se estabiliza e independiza emocionalmente. Ya no sufre de dependencia emocional: «Necesito a éste o a aquélla. Necesito cuidados, cariño, ser querido».
Lo que necesito es amar, sí. Necesito amarte; necesito amar a los demás. El amor de una persona así se convierte en un amor desinteresado. Su amor se convierte en un amor universal. Cualquiera que entre en su presencia se siente amado.
Gracia ascendente y descendente
El símbolo del chakra del corazón es el triángulo Shiva-Shakti, que es como la estrella judía de David, dos triángulos juntos ―uno hacia abajo y otro hacia arriba―, el fluir de la energía descendiente y el de la energía ascendente. Dos corrientes de fuerzas unen su impulso en el corazón humano:
― Las fuerzas que empujan hacia arriba, con la concentración en los chakras inferiores, hasta el corazón.
― Las fuerzas que tiran hacia arriba, cogen esa fuerza y la elevan; con la concentración en los chakras superiores, desde el corazón.
La persona con este chakra abriéndose sabe vivir con equilibrio en los dos mundos, el mundano y el espiritual. Se dice que la Luna creciente musulmana, abierta hacia arriba, está en svadhisthana chakra y la esvástica hindú en manipura chakra. El conflicto sólo reside en la ignorancia humana. Esto es lo que hay que transformar en la revolución resplandeciente con la meditación, la personalidad de uno mismo y el intercambio social para que refleje el centro de la Consciencia individual y universal, que es paz y se expresa como amor, comprensión, justicia y mejora.
Con tu esfuerzo sincero, continuado, con paciencia, con amor sin petición, entregado a una práctica correcta, tu nivel de consciencia ―tu Kundalini en Tantra― asciende y en la unión del manipura y anahata chakra (plexo solar y centro de tu pecho) se unen la fuerza de tu práctica (Gracia ascendente) y la Gracia descendente que, por tu llamada ―tu esfuerzo y tu entrega―, desciende a tu encuentro para ayudarte a seguir subiendo, expandiéndote.
Haz unas cuantas respiraciones de este modo en anahata chakra.
El silencio natural
Inhalas siempre desde la coronilla hasta el sacro. Luego, en la siguiente exhalación siente la vibración de la energía que sube desde muladhara chakra y concéntrate en el quinto chakra ―vishuddha―, el de la garganta. Es el chakra del quinto elemento, el espacio (éter). Disuelves así el elemento aire ―de manipura chakra― en su esencia ―su causa― el elemento espacio. Aquí se produce la transición de la mente humana a la divina, de la cualidad de rajas ―pasión, apego, acción, sufrimiento― a la de sattva, paz, claridad, bondad, felicidad. Deseas conocer a la Diosa de la Vida y estar con ella.
Medita en «mi comunicación es honesta, transparente, auténtica, consciente, creativa, libre y efectiva, poderosa. Y tengo control sobre el hambre y la sed, sobre lo que como y bebo».
Se trabaja aquí el obstáculo de la mentira a uno mismo y a los demás; la represión de la expresión auténtica; el miedo a expresarse y mostrarse de verdad.
Las palabras de aquel que tiene el chakra de la garganta abierto se vuelven serenas y efectivas, se hacen realidad y entra en un silencio natural. No quiere hablar; se vuelve muy selectivo con las palabras. Y tiene control sobre el hambre y la sed.
Las personas que sufren enfermedades como la bulimia y la anorexia nerviosa o de tos crónica, deben concentrarse en el centro de la garganta con una visualización de la Luna llena.
Crea tu filosofía completa de vida
No podemos vivir rotos, con el corazón, la palabra y la mente descoordinados, traicionándose unos a otros en nuestro cuerpo-mente, en nuestra acción sin corazón. Así, vivimos frustrados, sin sentido, tristes, perdiendo energía, amor, potencialidades y posibilidades.
Fortalece tu corazón calmado-tu intelecto puro y elevado con la respiración, tu concentración y tu fuerte deseo de Liberación; escucha tu voz interior, construye tu propia filosofía de vida y organiza tu vida para hacerla real dialogando para ello con tu mente. Ésta necesita escuchar y seguir el liderazgo calmado y claro de tu inteligencia pura, la parte más elevada tu mente, la intuición que refleja el centro de la Consciencia en ti.
Establece con claridad tu propósito vital, desde tu intelecto puro ―tu maestra interior con el que conectas en meditación―, libre de los estímulos externos y de los almacenados ya en tu mente que constituyen tu personalidad cambiante, a auto-modular con tu amor, tu conocimiento y tu disciplina.
Pregúntate, ¿quiero seguir viviendo en conflicto y competencia por sombras de realidad y migajas de placer y seguridad? ¿O quiero dedicarme en serio al autoconocimiento completo propio y de la vida para lograr experimentar el mayor nivel de realidad del que sea capaz en esta vida?
Aclara también otras áreas importantes para ti en tu vida (pareja, familia, profesión, disfrute, descanso...) y cómo coordinarlas para que impulsen o, al menos, no perjudiquen tu camino hacia tu propósito vital último.
Si alguna situación particular de estas áreas importantes en tu vida es naturalmente contradictoria con tu propósito:
― Descártala, si es viable y conveniente, o
― Transfórmala, que no sea un enemigo; o
― Vívela de otro modo, acéptala y sigue creándote la mayor paz posible, no te estanques ahí.
Y establece un horario para tu práctica contigo mismo y hazlo. Así alimentas tu fuerza de voluntad, que va haciéndose verdaderamente poderosa, y puedes lograr tu propósito último y a la vez disfrutar de la vida con una base de paz, gozo y belleza.
Cuando caigas de nuevo, cuando te equivoques, no te ahogues en la culpabilidad. Reconoce el error, arrepiéntete y reza a la Diosa de la Vida en ti para que te dé fuerzas y no volver a repetir el mismo error. El problema no es equivocarse, sino vivir repitiendo los mismos errores; porque entonces sientes que tu vida es un error, te sientes culpable e incapaz de cambiar nada, ya que estás enterrando con pensamientos, emociones y acciones negativas tu fuerza interior, tu voluntad, y, por tanto, no sientes tu poder. ¡Cambia este hábito de negatividad, te juegas tu vida entera!
Haz unas cuantas respiraciones de este modo en el chakra de la garganta.
La iluminación intuitiva de todo
Inhalas siempre desde la coronilla ―aplicando Sushumna nadi― hasta el sacro. Luego, en la siguiente exhalación siente la vibración de la energía que sube desde muladhara chakra y concéntrate en el fuego del ritual en ajña chakra, el del tercer ojo, un poco por encima del entrecejo. Es el chakra de la intuición, del intelecto puro, poderoso, de la iluminación de la realidad de todo. Aquí fluye el conocimiento ininterrumpido en ti, que ahora bloqueamos levantando presas de identificación con hábitos mentales, ladrillo a ladrillo, acción tras acción.
Tenemos tres fuentes de conocimiento: i) sentidos y ii) mente ―que tergiversan la realidad― y iii) el conocimiento directo desde el propio conocimiento, Consciencia. Lo que llamamos conocimiento intuitivo.
Concentrándote en el tercer ojo, disuelves el elemento espacio ―de vishuddha chakra― en su esencia ―su causa―, el intelecto puro, la intuición, la librería infinita dentro de ti, tu voz interior, el maestro de tu mente-corazón-comunicación-acción.
Siente en el tercer ojo la vibración de la energía que sube desde muladhara chakra «raíz» en la exhalación y concéntrate aquí. Siente ahí, en ajña chakra, la luz misma ―la Consciencia― por la que conoces y por lo que tu mente y sentidos conocen. El tercer ojo es la Puerta de la vida.
Los cinco elementos de la naturaleza se disuelven en la Consciencia una ―Luz misma y oscuridad como ausencia de ideas, nombres, formas y condiciones― que ve directamente la misma Consciencia en toda la manifestación externa y material e interna y sutil o mental.
Medita en tu tercer ojo y entra en su pupila, como una cueva infinita y oscura donde toda manifestación y movimiento mental y emocional se disuelve; como una masa entera de consciencia sin objetos, seres ni situaciones, sin otro, que todo lo contiene, lo mantiene y lo disuelve, que todo lo conoce y se conoce a sí misma; Consciencia pura, sin cambio, paz, luz.
Como cuando cada noche entras en el sueño profundo ―dormir sin sueños― pero, en lugar de no conocer nada (ignorancia en estado causal, semilla, cuyo efecto es la experiencia de diferenciación en sueño y vigilia), conoces directamente el vacío de objetos y movimientos mentales y eres plenamente consciente de la plenitud de la Consciencia misma, la causa inmutable de todo movimiento.
Si ves luces de diferentes colores (amarilla, azul, etc.), calidoscopios, fragancias sutiles, si tienes sensación de flotar en agua, en el espacio, etc. déjalas pasar. Haz como con los pensamientos y emociones. No te aferres a estas experiencias sutiles porque si lo haces no sigues tu expansión. ¡Afortunado quien no tiene estas experiencias, que te pueden confundir!
Esas luces y demás sensaciones son simplemente experiencias de los elementos «tattvas» sutiles que componen tu cuerpo-mente (tierra, agua, fuego, aire y éter), que tienes que ir disolviendo en su causa más sutil, grande y elevada en este tercer ojo, siendo consciente del cese del movimiento mental, consciente de la Consciencia misma sin objetos.
Medita en «tengo intuición, conozco directamente la esencia de todo, Consciencia pura, sin objetos, movimiento ni cambio, causa inmutable de toda percepción, experiencia, acción y cambio».
Se trabaja aquí el obstáculo de la ilusión, la ignorancia, el hecho de ver la realidad sólo desde las limitaciones de la mente y los sentidos.
Haz unas cuantas respiraciones de este modo en el chakra del tercer ojo.
A aquel cuyo ajña chakra está abierto, el conocimiento le llega fácilmente, su intelecto puro ―su intuición directa― florece, fuerte, firme, establecido.
Revisa tu postura física. Todo pensamiento que venga, déjalo ir, sea lo que sea.
Abriendo el tercer ojo desarrollas e incrementas las ondas del cerebro que impulsan la tranquilidad, la intuición, la creatividad, la terapia y la cura para uno mismo y los demás, la excelencia, la concentración, la transformación y resolución de dudas o dificultades.
Activando y coordinando las tres chakras principales ―manipura (zona del estómago), anahata (centro del pecho) y ajña (tercer ojo)―, mejoramos, coordinamos y concentramos nuestra energía, sentimiento y conocimiento ―con devoción, autocontrol e inteligencia― para entrar en la Ciudad de la Vida y ser conscientes de que somos su Señor/a.
«Soma», el chakra del placer
Inhalas siempre desde la coronilla hasta el sacro. Luego, en la siguiente exhalación siente la vibración de la energía que sube desde muladhara chakra y concéntrate en soma chakra, el chakra del néctar de la felicidad. Es un pequeño círculo de energía de soma «néctar» justo por encima del tercer ojo. La masa de consciencia sin objetos, movimientos ni cambios que realizas en el tercer ojo está llena de néctar de felicidad, que no procede de nada diferente a ti, a tu verdadero ser, a la Diosa.
Concéntrate en la Kundalini en soma chakra; siente, medita «soy felicidad, soy belleza».
Se trabaja aquí el obstáculo de la creer que la felicidad y la belleza depende de las condiciones y sucesos externos y de que la espiritualidad es aburrida o neutra, insensible.
Haz unas cuantas respiraciones de este modo.
El chakra del Fuego del Conocimiento
En la siguiente exhalación siente la vibración de la energía que sube desde muladhara chakra y concéntrate en guru «quien elimina la ignorancia» o jñana «Conocimiento» chakra. En tu frente, es un triángulo hacia arriba con el Fuego del Conocimiento dentro. Quema en este Fuego del guru todo el contenido que aparezca en tu mente: emociones, pensamientos, símbolos del subconsciente... ¡al Fuego del Conocimiento que te purifica para unirte con la Diosa!
Eres con tu personalidad como el joyero que purifica el oro en el fuego antes de crear una hermosa joya.
Siempre vendrá un trauma, un sufrimiento u otro de tu subconsciente, porque su contenido es inmenso. La solución finalmente es fortalecer tu intelecto para dejar ir y concentrarte en tu interior, intocable, puro y libre.
Medita en, siente «estoy vacío, puro, lista para unirme a la Diosa de la Vida, abierta para entregarme a la Consciencia universal».
Se trabaja aquí el obstáculo del apego y el ego ―la idea de «yo soy esto, esto es mío»―, que te aísla, te limita, te separa y te desconecta de tu propósito vital superior.
Haz unas cuantas respiraciones de este modo en guru chakra.
La unión con la Diosa
Inhalas siempre desde la coronilla hasta el sacro. Luego, en la siguiente exhalación siente la vibración de la Kundalini que sube desde muladhara chakra y concéntrate en sahasrara chakra, por encima de tu coronilla, el chakra del loto de los mil pétalos.
Siente, medita en «Shakti “la Diosa” ―el poder de la Consciencia, la Vida, el Amor, la Felicidad, la entrega, la confianza, la seguridad― está siempre conmigo (inhalación), yo estoy siempre con Ella (exhalación)».
Reza para ser consciente de la presencia de la Diosa de la Vida omnipresente y, por tanto, en ti.
Este es el primer nivel de samadhi en Yoga Sutras, samprajñata samadhi. Tu nivel de consciencia está todavía en el campo mental, pero tu mente está llena de sattva guna (el atributo de paz, claridad, felicidad) y sólo tiene ojos y corazón para Ella, tu intelecto más elevado sólo refleja y siente a la Diosa.
Sientes puro amor, felicidad, belleza, seguridad, sin miedo. Tenemos miedo por perder lo que tenemos y amamos o por no lograr lo que deseamos y, finalmente, miedo a morir. Ahora somos conscientes de que estamos siempre con la Diosa de la Vida universal y ella está en mí. No hay ya soledad existencial ni ningún otro deseo sino mantener esta experiencia; ningún otro motivo de miedo más que perderla, dejar de sentirla a Ella, la Diosa, la Consciencia cósmica.
Soy
“Mientras hay dualidad hay miedo”, dicen las Upanishads (Brihadaranyaka Upanishad 1.4.2). Todavía hay que seguir para culminar.
En este nivel de consciencia has logrado ser maestra de tu instrumento más sutil y poderoso, la mente, y por tanto sólo ahora puedes entregar tu ego ―el apego a la sombra de ti y de la vida― a la Vida real, permanente, al centro de tu ser y de todos los seres. Hasta aquí sólo podías entregar tu cuerpo. Eras esclavo de tu mente y no se puede entregar lo que no posees.
Ahora, aplica el desapego superior «para-vairagya», como lo llama Patañjali en sus Yoga Sutras, y continúa con tu meditación, disolviendo tu intelecto puro ―elevado, dichoso, pero todavía en el campo mental (el reflejo limitado de tu ser)―, en la Diosa, en la Vida misma, como un río en el océano, como una estrella en el universo.
En la siguiente exhalación quédate en el chakra del corazón o en el del tercer ojo, el que te sea espontáneo. Siente ahí simplemente la presencia, Soy, sin más; sin movimientos, sin otro, sin dentro y fuera, infinitud; gloria por sí.
Entiende, siente, medita: «Yo soy Esto. Todo es Esto.»
No temas. Esto no es perder tu personalidad, sino expandirte a la dimensión más profunda y elevada, más grande, bella y libre, de ti mismo y de la vida, lo amado por todos ―la felicidad natural, incondicionada, ilimitada, eterna, simplemente por ser― y que ahora está oculta en la manifestación exterior y material e interior y sutil o mental, no porque realmente esté oculta, sino por la obstrucción de tu comprensión mental.
La venda de tu mente-corazón
Cuando tu vista no está obstruida el resultado es la visión; cuando tu oído no está obstruido el resultado es la audición... cuando tu mente no está obstruida el resultado es el conocimiento, cuando tu corazón no está obstruido el resultado es felicidad y amor. Finalmente, no hay que lograr ni transformar nada, más que quitarse la venda de la mente-corazón.
Tu Consciencia ―el poder de conocer, que es tu naturaleza permanente, tu ser― en tu mente-cuerpo está asimilada, identificada, con los atributos cambiantes de la manifestación, en tu propia mente (tu instrumento) y en tu cuerpo (tu efecto), y no reconoce quien ve, que es tu propio ser.
Esa asimilación de tu ser con tu mente-cuerpo es el problema, la ignorancia de tu ser y de la Vida, porque tu cuerpo y tu mente están limitados por naturaleza, condicionados por el espacio, el tiempo y la causalidad (karma); no son libres ni puros, mientras que tu ser es libre, infinito y puro. De ahí la añoranza existencial: nos echamos de menos.
Yo y la Diosa, uno y lo mismo
El nuevo hábito de meditación profunda al despertar y guiar tu Kundalini te crea impresiones mentales de samadhi (absorción en el ser y en la vida, en lugar de en objetos) que, junto con tu desapego superior a esta experiencia mística de estar siempre con la Diosa ―donde todavía hay dualidad, tú y la Diosa, y, por tanto, condicionamiento y limitación aún en el gozo superior―, te llevan a dejar al fin el nivel mental y ser tu Ser, lo que es y conoce, la Existencia misma, que es la verdad, la pureza y la belleza «satyam-shivam-sundaram».
Esto es el último nivel de samadhi, asamprajñata samadhi, como lo llama Patañjali, o Kaivalya «Liberación». La experiencia aquí es «yo y la Diosa somos uno y lo mismo». Como dijo Jesucristo: «Yo y el Padre somos uno» (Juan 10:30). «Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros [...] así como nosotros somos uno, [...] para que sean perfectos en unidad” (Juan 17:20–23).
En asamprajñata samadhi ―el superior―, tu ser se disuelve en tu Ser, y tu mente es lo que es: un instrumento, no un obstáculo. Esa es la única diferencia entre un sabio y un ignorante. Si eres libre o esclavo de tu mente; si sabes o no utilizarla y trascenderla, a la vez.
Has completado así el proceso del Tantra:
- Salida de la anestesia y bajeza de la oscuridad y
- Retorno a la Consciencia cósmica (creativa) y trascendente (inmutable) de tu verdadero ser y de la vida misma.
La Meditación Completa
Sal de la meditación por el mismo camino por el que entraste, a la inversa: consciencia, concentración, chakra ―del corazón o del tercer ojo―, mantra, respiración, cuerpo. Al abrir los ojos mantén la consciencia de la Diosa ―el poder creativo de la Consciencia―, y reza: «Dame fuerzas, para verte bien, siempre, en todo; para amarte bien, consciente, servirte, al Ser de todo, del universo entero, uno expresándose contigo, oh Diosa, para que Lo ame con mi mente-cuerpo-alma».
Y al salir, entra, sé: Intégralo todo ―cuanto ves y reflejas en tu mente-corazón― en el Ser; en la presencia consciente, directa, inmediata ―no según el reflejo en tu mente-cuerpo-condiciones― que reside en tu corazón y entiende, contempla e interioriza que reside en todos los corazones, es la Vida omnipresente, cósmica y trascendente.
Has buceado al fondo del océano y entrado en comunión con el espíritu del océano en meditación. Ahora, vuelve a la superficie y sus olas y condiciones cambiantes integrándolo todo en la Realidad absoluta, una, sin otro, sin causa ni efecto, cuya naturaleza es la propia Existencia, Consciencia, Felicidad, eterna, intocable, omnipresente, tu Ser y el Ser de todo. La naturaleza de todo el océano es la misma: agua, con distintas expresiones de nombre, forma y movimientos.
Lleva la Meditación Completa a tu vida cotidiana. Mientras actúas en vigilia, concéntrate en la respiración, el mantra y el chakra de la cueva de tu corazón o del tercer ojo (si eres más intelectual que emocional), siente la presencia de la Vida y la Consciencia en ti y contempla (mira bien, directamente desde la Consciencia en ti) con el Vedanta Advaita, que también es practicado en Shri Vidya Tantra:
― “Yo soy Brahman «el Ser» (pura Consciencia, Existencia, Felicidad) (Aham Brahma-asmi).”
― “Todo esto (el mundo, los demás, el movimiento) es (en realidad) Brahman (Sarvam khalvidam Brahma).”
― “Brahman es Verdad (permanente), el mundo (la diferenciación, el cambio, lo efímero) es apariencia (Brahma satyam jagat-mithyaa)”.
Ilumina tu mente-corazón, tu cuerpo y los objetos de los sentidos y de tu acción desde la Consciencia misma, el centro de tu ser. No te quedes en la superficialidad de lo que conocen tus sentidos y tu mente. Actúa, por tanto, en servicio a la Diosa de la Vida en los demás (no actúes para alimentar a tu ego que te limita y aísla), con todo tu amor, tu atención y habilidad pero sin esperar disfrutar de los resultados de tu acción (con desapego a los resultados) que entregas a la Consciencia en el otro (con quien convives y te relacionas) o en el bien común.
Así, vives en el mundo, disfrutas del mundo, y eres libre del mundo. Tienes el conocimiento directo, la experiencia propia inmediata, de que el oleaje del mar es agua, como el espíritu profundo del mar, como tú. El oleaje, agitado o tranquilo, en tu experiencia directa no es ya más que una ola de belleza, felicidad y conocimiento.
Todo esto es Ser, como tú, uno, inmutable, eterno, puro, autoconsciente, autoexistente, pleno e infinito. Esto es lo que hay que realizar. Realizando esto, ya no queda nada más que lograr. Esto es tu propio Ser inmutable y la vida es su baile. El único obstáculo es la venda en tu mente-corazón (la ignorancia del Ser). Sólo tienes que quitarte esa venda y lo tienes todo porque lo eres; y baila con tu personalidad en el mundo, la ola de verdad, pureza y belleza «satyam, shivam, sundaram».