David Rodrigo

Shri Vidya Tantra, la integración de todo
( Primera Parte )
Por David Rodrigo 25 de abril de 2025Vivimos dormidos en mente-cuerpo, sin celebrar completamente la consciencia y la vida dentro y fuera de este mismo mente-cuerpo. Tantra es un camino para despertar consciente y voluntariamente el poder de la Consciencia en ti, volver a sentir tu unión con la Consciencia cósmica y finalmente con la Consciencia trascendente, la propia Consciencia. Escribe David Rodrigo.
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Siendo en verdad infinitos, perfectos, bellos, sabios y libres, malvivimos y nos enfrentamos con el otro, con el mundo, sin entendernos, aplastados por nuestro propio impulso mental autoalimentado contra la pared del propio cuerpo-mente, como si fueran nuestros límites reales. Y, desde ahí, desde los barrotes a los que me aferro de una cárcel mental sin paredes, veo el mundo en aislamiento, desconexión y confrontación, siento limitación, deseo, condicionamiento, miedo y muerte y actúo con mezquindad.
La mente así, descentrada, chupa tu poder ―la consciencia, la vida―, y tu ego te absorbe. ¡Qué mediocre, la vida así! ¡Qué añoranza de encuentro, de realidad, de mí!
Tantra significa Cordón, una Cuerda, un Hilo sutil en ti de energía, poder, consciencia y vida que, si lo agitas y sigues su pulsación, la vibración en distintos puntos del mapa de tu cuerpo y sin detenerte hasta el final, te hace sentir el poder de la Consciencia y la vida en ti, te lleva a la unión con el poder de la Consciencia ―la Consciencia universal o cósmica― y, todavía más allá, con la Consciencia misma, trascendental, infinita, una, sola, inmutable, libre. Vives así tu infinitud.
Y todo ello, no es más que un viaje de la misma consciencia (conocer, ser): Consciencia humana (Nara en sánscrito) – Consciencia universal (Shakti en el Tantra) – Consciencia (Shiva).
La Consciencia en lo humano se expande a la Consciencia universal y, finalmente, a la Consciencia trascendental ―que es la Consciencia misma―, reconociendo la naturaleza de todo en todos sus niveles (material, sutil, causal, real; cuerpo, mente, cosmos, realidad), integrándolo todo en la Belleza de la Existencia misma que se auto-conoce, que es la Consciencia pura por la cual conoce la mente y vive el cuerpo.
El Universo en tu cuerpo
Tu cuerpo es un templo particular del Universo. En el Tantra recorres con tu mente sus pasadizos secretos para unirlo a la Consciencia Cósmica y a la Trascendente.
Si te conoces a ti mismo, conoces el Universo. Pero si intentas directamente conocer el Universo, te pierdes.
Despertando en tu cuerpo la Kundalini, la energía dormida del poder de la Consciencia (Shakti, la Diosa), y siguiendo en tu cuerpo-mente el Hilo del Tantra tu consciencia individual se expande a la Consciencia universal, el amor, la voluntad creativa que manifiesta en sí misma, enlaza, penetra, sostiene y disuelve todas las criaturas, una y otra vez; criaturas que no son más que estrellas de Ella misma en el Universo, que es Su cuerpo.
Y Ella, el poder de la Consciencia, siguiendo el Hilo tántrico, te muestra finalmente su propia realidad suprema (Shiva), la Consciencia misma, una, infinita, inmutable. Tú eres Eso, en este universo, en este cuerpo. Siguiendo con conocimiento, devoción y método «Tantra» a la Diosa en ti, Lo reconoces, a ti y a todo.
Mortal, semimortal e inmortal
Todo está contenido en el todo y este todo es una manifestación de la misma Consciencia suprema (Shiva) a través de su poder creativo (Shakti). La realidad, una, tiene por tanto tres aspectos en la práctica y la visión tántrica:
- La Consciencia misma, pura, trascendente (Shiva),
- El poder expresivo de la Consciencia (Shakti), y
- La Consciencia encarnada: seres individuales (Nara «humanos»), que tenemos:
- una parte mortal: cuerpo y mente consciente
- otra semi-inmortal: mente subconsciente y
- una Realidad suprema, inmortal, que es Shiva-Shakti: Consciencia-poder de la Consciencia.
Se trata de estados de la misma Consciencia, como el agua se presenta sólida, líquida o gaseosa.
Descubrir la Belleza
La Belleza, perfecta armonía, integra en sí todos los aspectos de la vida: el interior y el exterior, el uno y el otro, las condiciones y situaciones, el universo y lo supremo. Tantra es reconocer y celebrar la misma Consciencia en todo ello: en mi cuerpo-mente, en el otro, en la vida, en el universo, en sí misma.
Además, despertando y guiando correctamente la energía de la vida en ti, de la Diosa «Shakti», tu Kundalini, energizas y sanas tu cuerpo físico, energético, emocional y mental. Logras así más energía vital y, por tanto, poder (creatividad, firmeza, equilibrio, éxito, sexualidad, influencia, independencia, etc.), que debes saber guiar hacia dentro y hacia arriba con amor, autocontrol e inteligencia, si no quieres cambiar de celda en la misma prisión de la ignorancia.
El único poder y prosperidad «siddhi» real es la realización de lo permanente, de la realidad más grande y bella de ti y de todo.
Habita con tu total dignidad y sentido tu cuerpo-mente, voluntariamente consciente siempre de la Consciencia misma, y realiza y disfruta de la vida de verdad, en todos sus niveles y profundidad, desde la Consciencia asentada en tu cuerpo-mente, sin confusión, sufrimiento ni límites mentales, sensoriales ni físicos.
Tu energía vital primaria (prana), la que conecta con tu ser individual, está alimentada constantemente por tu relación con el mundo exterior a través de tu cuerpo, respiración, sentidos, acción y mente, consciente y subconsciente. Por tanto, el ser humano tiene que aprender a vivir en el mundo exterior e interior de modo que esa energía vital primaria sea alimentada de forma que puedas conocer tu verdadero ser, que es la paz, la felicidad, el conocimiento y la eternidad que buscas. Disfrutando de este modo de la vida, pero sin perdernos en la experiencia superficial, de cuerpo-mente, desde la Consciencia-mente-cuerpo-mundo.
¿Estás buscando paz y felicidad en tu vida o alguien que te dé paz y felicidad?
Porque eso no se da, se es. Eres lo que buscas y buscas lo que eres.
Todo está disponible siempre para todos. El poder de la Vida, la Consciencia y la Felicidad en sí, incondicionada, está en el universo igual que en tu propio ser, seas quien seas. Solo tienes que aprender a guiar el instrumento que es tu cuerpo-mente para realizar el poder de la Vida, primero, en ti; luego, en todo; y, luego, en sí misma, una.
De nada nos sirve que esté disponible y que seamos ese poder siempre si lo ignoramos o no sabemos reconocerlo o utilizarlo. Es como si para cocinar algún alimento necesitamos una temperatura de 40 grados y esa es la temperatura ambiente en el lugar donde estamos, pero no podemos cocinar con la simple exposición del alimento al aire libre, sino que necesitamos una cocina, que es concentrar la energía y saberla utilizar. Lo mismo con nuestro cuerpo-mente. No podemos dispersar nuestra energía si queremos realizar la infinitud. Ese es el objetivo del Tantra. Veamos.
Shri Vidya, el Tantra del Conocimiento Supremo
Tantra es una filosofía práctica de realización surgida en este ciclo universal en India y tan antigua como los Vedas. Su origen se pierde, por tanto, en la noche de los tiempos. No nos interesa ahora tanto la historia, sino el conocimiento y el método.
Indicar simplemente que como tradición sistémica y diferenciada, y con sus primeros textos fundamentales, como los Shiva Sutras, etc., el Tantra tiene sus orígenes temporales entre los siglos V y VIII d.C., aunque en realidad sus raíces filosóficas y rituales pueden rastrearse mucho antes hasta las tradiciones védicas y pre-védicas más antiguas.
Shri Vidya Tantra ―el Tantra del Conocimiento Supremo― es una venerada y esotérica tradición tántrica, una de las más elevadas y refinadas. Es una vía que integra conocimientos filosóficos, rituales y prácticas meditativas avanzadas, uniendo Raja Yoga ―el Yoga Meditación codificado por Patañjali en los Yoga Sutras―, Kundalini Yoga ―prácticas espirituales que implican despertar y seguir la energía de la Diosa en el cuerpo sutil―, Bhakti Yoga ―devoción a lo divino― y Vedanta Advaita (no-dualidad), un método de conocimiento con el que niegas tu identificación mental con lo efímero y visto para experimentar directamente lo permanente y quien ve y es en ti y en todo.
El buscador que sigue el camino del Shri Vidya Tantra incorpora enseñanzas del Vedanta Advaita viendo a la Diosa como el poder de la Realidad suprema y no sólo adorándola externamente, sino buscando realizar su unidad con ella y, a través de ella, con Shiva, la Realidad suprema una, inmutable, libre, la Consciencia, la Existencia, la Felicidad mismas.
Uno de los textos más importantes de Shri Vidya Tantra es Saundaryalahari, La Ola de la Belleza y la Ola de la Felicidad, atribuido a Adi Shankaracharya (788-820 d.C), el gran maestro del Vedanta Advaita, y dedicado a Tripura Sundari «la belleza de las tres ciudades», Shakti «la Diosa» el poder de la Consciencia que trasciende e impregna los tres estados de consciencia ―vigilia, sueño y sueño profundo―, siendo el cuarto estado «Turiya», la Consciencia misma.
Shri Yantra, el despliegue del gozo cósmico
Shri Vidya Tantra integra por tanto conocimientos filosóficos, rituales y prácticas meditativas avanzadas especialmente apoyándose en Shri Yantra, un mandala formado por triángulos, que representan a la Diosa ―Consciencia cósmica―, su manifestación cósmica y su unión con Shiva, Consciencia trascedente.

Del deseo primordial de la Diosa ―el poder la Consciencia, Luz―, que en el centro del mandala Shri Yantra está en forma de Bindu «punto» que contiene todas las potencialidades de la manifestación, surge una vibración «spanda», que resuena como un sonido «nada», de donde aparece la manifestación entera.
El cosmos en el Shri Yantra está formado por un despliegue de triángulos con el vértice hacia abajo (que representan a Shakti, el aspecto femenino de lo divino) y con el vértice hacia arriba (Shiva, el masculino), y cuya unión gozosa es la manifestación del universo. Y todo ello sucede en la Consciencia trascedente, la Existencia inmutable, solo una y omnipresente. El despliegue cósmico es como el viento omnipresente y la Realidad suprema es como el espacio inmutable donde el viento reside, como también señala el Bhagavad Gita 9.6, una de las escrituras fundamentales de la tradición yóguica:
“Entiende que así como el viento voluminoso que se mueve por todas partes está siempre presente en el espacio, de manera similar todos los seres moran en Mí.”
El Tantra es el camino de regreso a la integración de todo y a su vivencia clara y directa: manifestación – sonido (mantra) – vibración – Luz (Consciencia).
Hay tres aspectos básicos en la práctica del Shri Vidya Tantra y del Tantra en general:
- Aplicar sushumna, el canal central de energía en tu cuerpo.
- Despertar y guiar la Kundalini, el poder dormido de la energía, la consciencia y la vida en tu cuerpo-mente.
- La Realidad absoluta, Consciencia, Existencia, Felicidad.
El Hilo cósmico que entreteje la vida
El poder de la Consciencia «Shakti», la Diosa de la Vida, manifiesta el universo entero en sí misma, por sí misma, de sí misma, lo enlaza, impregna, penetra, mantiene y disuelve en sí misma, una y otra vez, y con las mismas criaturas, que son Ella misma.
Shakti es por tanto omnipresente. Está fuera y dentro de todo. Todo existe en Ella y Ella es todo. Manifiesta en sí misma y de sí misma el espacio, el tiempo, la causalidad y la diferenciación y condiciones de mundos y seres, y está a la vez libre de todo ello. Su único condicionamiento es su propia voluntad de ser el movimiento de la vida, el poder de la Consciencia pura, como el viento omnipresente que se ancla en el éter.
Shakti manifiesta por sí misma, en sí misma, de sí misma, los seres individuales, entra y reside en ellos otorgándonos vida, consciencia, energía, poder, siendo nuestro ser interior ―el centro de la consciencia en cada uno de nosotros―, el mismo en todos los seres individuales, la Diosa, el Hilo cósmico que entreteje la vida. Y finalmente Ella, en su esencia pura, es Shiva, la Consciencia trascedente.
Los distintos seres individuales, manifestados y vivificados por la misma Shakti ―prana «energía vital»―, se asocian con:
- Una mente subconsciente particular, cuyo contenido (impresiones, memorias) es fruto de las propias acciones del individuo ―físicas, verbales y mentales― llevadas a cabo con ego (idea de «yo soy esto, esto es mío, yo hago esto, yo siento esto...») desde tiempo inmemorial, sin principio, pero con final.
- Una mente consciente, que es la parte más visiblemente activa de la mente subconsciente; y
- Con una respiración que
- Lo enlaza a un cuerpo específico, diferenciado de todos los otros cuerpos.
Lo que llamamos muerte es el simple cambio de cuerpo y mente consciente que hace el mismo individuo. ¿Dónde vamos tras la muerte? A ningún sitio, en realidad. Sigues en tu mente subconsciente (tus patrones mentales), que toma otra mente consciente y cuerpo. Eso es todo.
Somos humanos primitivos
Prana, la «energía vital» de Shakti «la Diosa» que entra y vivifica a los seres individuales, intoxicada tras el gozo de su expresión creativa, se queda dormida enroscada en la base de la columna vertebral del cuerpo humano, en una cavidad sutil triangular en la zona del sacro, en muladhara chakra, el «chakra raíz», donde las piernas se juntan. Esta energía de la Diosa dormida en tu cuerpo y enroscada como si fuera una serpiente ―es energía, fuego primordial― es la Kundalini.
La ciencia del Yoga con el sistema de nadis y chakras ―canales y ruedas de energía, respectivamente― describe la parte del cuerpo sutil «sukshma sharira» que es la contraparte sutil del sistema nervioso, de los nervios y plexos, respectivamente. El cuerpo físico se construye en torno al entramado sutil de los nadis y se sustenta en el flujo de energía pránica a través de esta red. Los chakras operan en los niveles físico, fisiológico, energético, mental y espiritual.
El ser humano en el ciclo actual ―Kali Yuga, el ciclo de la oscuridad― vive por lo general con un nivel de consciencia, de vida, de energía y de poder muy bajo, muy primitivo. Despertando en ti el poder de la Consciencia, de la Diosa ―Kundalini―, y guiándolo correctamente elevándolo, expandes tu nivel de consciencia «Tantra», de energía, de poder y de vida a niveles de ti y de la vida cada más extendidos y completos, potentes, plenos, bellos y libres. Si eres un buscador de la verdad y de la realización permanente, se trata de dirigir todos tus recursos físicos, energéticos, mentales y espirituales hacia el objetivo último de la vida.
¿Cómo hacerlo?
Sin meditación no hay paz
Cuando la energía de la Diosa ―de la Consciencia, de la Vida― entra en nuestro cuerpo crea 72.000 canales sutiles de energía o nadis (según Hatha Yoga Pradipika, aunque otros textos, como Shiva Samhita, mencionan 350.000), que impregnan nuestro cuerpo-mente permitiendo su vida y sus funciones. No utilizamos toda nuestra energía porque somos inconscientes de ella y somos inconscientes porque estamos agitados, siendo siempre conscientes de las experiencias fugaces en nuestro cuerpo-mente de los objetos externos y nunca de la consciencia misma en todo ello, quien ve, siempre presente, inmutable y causa de todo movimiento. Descentrados, fluctuantes, dependientes, perdemos energía, potencialidad, consciencia, belleza, amor, vida y felicidad natural. Y nos convertimos en bidones de gasolina agujereados que vamos provocando incendios a nuestro paso inconsciente.
La manifestación está en constante movimiento y cambio fuera y dentro de nuestra mente. Si mantenemos nuestra mente nublada (oscura, agitada, distraída, dormida), ¿cómo vamos así a conocer la realidad? Tenemos que entender y coordinar las distintas funciones de nuestra mente (percepción-conceptualización-acción, memoria, ego, discernimiento), purificarla y entrenarla para concentrarla y no perder energía y guiarla hacia lo más profundo en nosotros mismos, quien ve, la presencia consciente sentada, estable, en nuestro cuerpo-mente.
“Para un inestable [quien no tiene una mente concentrada] no hay sabiduría, y no hay meditación para el hombre inestable. Y para un hombre sin meditación no hay paz. ¿Cómo puede haber felicidad para alguien sin paz?” (Bhagavad Gita 2.66).
El encuentro del Sol y la Luna
Hay tres nadis ―canales sutiles de la energía de la Diosa en nuestro cuerpo-mente― principales: Ida, Pingala y Sushumna. Y el más importante es Shushumna, que tiene forma de fuego y que circula por la columna vertebral. Los principales chakras ―ruedas de energía― se producen donde se juntan estos tres nadis a lo largo de la columna vertebral.

Ida (Chandra «Luna») es un nadi de energía que corre paralelo a la izquierda de Sushumna, y Pingala (Surya «Sol») lo hace de igual modo a la derecha de Sushumna, desde muladhara chakra «raíz». Ida (Luna) es el hemisferio izquierdo del cuerpo, femenino, de frío, calma, introspección, frescura, creatividad, en tu sistema; y Pingala (Sol) el derecho, masculino, de calor, acción, análisis. Ida se asocia con el hemisferio derecho del cerebro, que impulsa la creatividad, la imaginación, la emoción, la expresión artística, la intuición, la visualización, lo holístico, reconociendo patrones y relaciones. Y Pingala se asocia con el hemisferio izquierdo del cerebro: Lenguaje, lógica, análisis, método.
El camino del yogui es el del encuentro de ambos hemisferios en Sushumna.
Cuando aplicas Sushumna se produce el encuentro entre Ida y Pingala y este encuentro produce placer interior, de ti mismo. Tu mente deja de tener pensamientos negativos, está calmada, no está perturbada por el mundo exterior ni tampoco por tus pensamientos y ni siquiera por las burbujas de pensamientos que surgen de tu subconsciente durante la meditación y disfruta de concentrarse e ir hacia adentro. La meditación, con placer de paz, se vuelve intensa, profunda y poderosa hacia niveles de consciencia de uno mismo y de la vida más elevados. La concentración es expansión, mientras que la dispersión es limitación.
En el individuo medio, el prana ―energía vital― fluye a través de Ida y Pingala, pero no a través de Sushumna, puesto que este nadi fundamental suele estar bloqueado en la base de la columna vertebral.
Los tres principales nadis se originan en la base de la columna y viajan hacia arriba. Sushumna nadi recorre la columna vertebral y a la altura de la laringe se divide en una porción anterior (que pasa a través del ajña chakra, el tercer ojo) y otra posterior (que pasa por detrás del cráneo), y ambas terminan uniéndose en las cavidades ventriculares del cerebro («brahma-randhra» cavidad de Brahma). Los nadis Ida y Pingala también ascienden por la columna vertebral, pero se entrecruzan entre sí y con Sushumna antes de desembocar en las fosas nasales izquierda y derecha, respectivamente.
Se denomina chakra ―ruedas de energía― al lugar donde confluyen tres o más nadis (corrientes de energía). Hay miles de chakras en nuestro cuerpo, como en las puntas de los dedos, en el paladar o en el puente entre ambas fosas nasales, por ejemplo. Pero hay siete chakras principales, a lo largo de la columna vertebral, aunque ahora vamos a trabajar nueve chakras. Estos siete chakras, con su movimiento, alimentan de energía, consciencia y vida las funciones de distintas partes de nuestro cuerpo y nuestra mente.
La vida en sombras
Yoga es unión de tu ser individual con el Ser divino, universal ―la masa de todas las criaturas― y, finalmente, con la Consciencia misma, quien es y conoce porque su naturaleza es la Existencia y la Consciencia, Ser. La mente y el cuerpo están vivos, conocen y sienten mientras ellos aparecen en la Consciencia ―una, omnipresente, fuera y dentro de tu cuerpo-mente― y no porque tengan existencia propia, aparte de la Existencia misma, sin principio, cambio ni fin.
Ahora estamos separados de todo ello ―de la Consciencia universal, de la Consciencia misma y de nosotros mismos―, y de ahí, el vacío existencial; y del vacío, el sufrimiento; y del sufrimiento, el hacer sufrir en una vida en competencia entre sombras de mediocridad y anhelo.
Aplicar Sushumna
La primera separación que tenemos que reunificar es la de la mente y la respiración. Ahora nuestra mente sufre porque está siendo infiel a la respiración abrazando a los objetos de los sentidos. Si bien hay cierto placer en esta infidelidad, se crea un poso de frustración por la sensación desfigurada de ausencia de una unión superior y más natural, la de la mente y la respiración.
Por eso, en el Tantra y, en general, en la meditación, es fundamental aplicar Sushumna, el canal central de energía en tu cuerpo. Éste se aplica:
- Con tu mente fluyendo con tu respiración
- cuando tu respiración ―que es el vehículo de la energía vital «prana»― es equilibrada por ambas fosas nasales, que están abiertas, y
- fluye por el nadi central, Sushumna, recorriendo tu columna vertebral.
Normalmente tenemos alguna fosa nasal más activa y otra más bloqueada. Tenemos que abrir las dos, de modo que ambas fluyan libremente sin ningún obstáculo. Para ello, podemos practicar nadi shodhanam, la respiración alternando las fosas nasales, que se puede hacer con los dedos o mentalmente.
Una vez abiertas de forma equilibrada ambas fosas nasales, sentado en postura de meditación, que debe ser estable (con la espalda, el cuello y la cabeza en línea recta) y cómoda, con los ojos cerrados, concéntrate en el chakra del puente entre ambas fosas nasales (no en la punta de la nariz).
Siente desde ahí la inspiración siguiendo la columna vertebral ―en la parte posterior de tu tronco― hasta la base inferior de tu columna ―muladhara «raíz» chakra―, y la exhalación desde ahí subiendo por la columna hasta la coronilla ―sahasrara chakra―, y que tu mente fluya con tu respiración. Es fundamental que tu respiración acompañe a tu mente en una unión armoniosa que disfruta de su viaje interior.
Los 5 errores al respirar
Una respiración de Consciencia y armonía, además de aplicar Sushumna, debe ser consciente de que trasciende estos cinco errores y de que es:
- Diafragmática, profunda, no superficial, no pectoral. La respiración diafragmática se puede recuperar o profundizar practicando la postura del cocodrilo «makarasana» 5-10 minutos al día: tumbado boca abajo, brazos doblados frente a la cabeza, que reposa en la muñeca derecha, de modo que la parte del tronco que presiona el suelo es el diafragma ―no el pecho― y entonces solo puedes respirar diafragmáticamente.
- Equilibrada, con el mismo tiempo de exhalación que de inhalación.
- Fluida, sin sobresaltos.
- Continuada, sin pausas inconscientes tras la exhalación o la inhalación; como un círculo.
- Sin ruido.
Entonces, una vez abierto el nadi de Sushumna, el yogui puede despertar su Kundalini, el fuego primordial de Shakti ―el poder de la Vida, la Consciencia en movimiento― dormido en su chakra raíz «muladhara» y guiarla hacia arriba a lo largo de Sushumna, atravesando los chakras hasta sahasrara, que es como un loto de mil pétalos en la coronilla, y que te conecta así con la Consciencia cósmica.