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Artículos - Unmani

Viviendo como la libertad que ya eres

Por Unmani
Unmani

Todos queremos vivir de la manera más consciente y libre. Sin importar lo que estemos buscando, sin importar qué tradición o religión sigamos. Realmente buscamos vivir como la libertad que realmente somos. Vamos por ahí buscando la manera de romper los límites y las restricciones que sentimos en nuestras vidas porque ya conocemos la libertad que buscamos y anhelamos. Así es como sabemos que alguien está diciendo la "verdad" o no, o si algo resuena o no. Suena una campana de reconocimiento. Energéticamente abre una pequeña ventana en nuestra creencia de quiénes somos, y experimentamos una profunda relajación y sentido de libertad. Sin embargo, entonces solemos pensar que tenemos que hacer algo para mantener o repetir esa experiencia. Le damos a esa experiencia todo tipo de explicaciones y significados. Comenzamos a buscar "fuera" lo que conocemos "dentro". Y estamos demasiado confusos...

Algunos creemos que si acatamos las normas y vivimos en una forma lo más segura posible, entonces saldremos ilesos de esta vida. La vida por lo general no permite que eso suceda. Ya sea a través de un accidente o de alguna pérdida, la vida nos demuestra una y otra vez que nada es realmente seguro o conocido. Portarse bien y tratar de encajar en la sociedad es algo que la gente hace cuando inocentemente no sabe hacer otra cosa o cuando tiene miedo. Cuando la posibilidad de liberarse no les ha ocurrido o cuando lo hace, entonces el temor de perder todo lo que conocen es demasiado grande. Pero si has sentido el anhelo de liberarte o de vivir más plenamente "consciente", entonces esto normalmente te llevará a sobrepasar los límites de la vida, y al hacerlo la vida se vuelve más arriesgada y puede ser incómoda a veces. Se necesita un gran valor para salir de lo establecido, para saltar a lo desconocido y hacer frente a todos tus miedos. Y no solo saltar una vez, sino seguir saltando varias veces. Saltas una vez, pero después rápidamente la mente encuentra un nuevo punto de apoyo. Antes de que incluso te des cuenta, encuentras una nueva identidad más espiritual o más no-dual. Te has convertido en alguien que es más abierto o más libre. Después desarrollas una imagen mental de alguien que es libre e imaginas cómo podría comportarse o sentir o pensar.

La mente compara constantemente tu comportamiento diario con la imagen de alguien que es completamente libre. Por supuesto no tienes ni idea realmente de la experiencia de esta imaginada "persona libre", y sin embargo la mente sigue comparando. La mayoría de las veces tu experiencia no encaja con la imagen ideal y sentirás mucha negatividad y generalmente te recriminarás por no ser lo suficientemente libre. Ocasionalmente tendrás alguna experiencia que encaja con tu idea de lo que es ser libre y habrá muchas felicitaciones mentales y la sensación de que te estás acercando. ¿Acercándote a qué?

Esta es la única manera que la mente conoce para alcanzar una meta: imaginar algo que falta y que necesita ser alcanzado, intentar con todas sus fuerzas alcanzarlo, comparar tu progreso con la meta imaginada, y concluir que la has alcanzado o que todavía no. Sin embargo, para consternación y frustración de la mente, la libertad no se logra en absoluto.

La razón por la cual algunas enseñanzas resuenan y otras no, es porque sabes lo que buscas. Podrías estar confundido en cuanto a cómo llegar allí, pero sabes que "allí" está la libertad real. Pasas años buscando "ahí fuera" una experiencia que se ajuste a lo que conoces "aquí". Aunque hay muchas experiencias que vienen y van, no hay ninguna experiencia de libertad que dure para siempre. La vida aparentemente separada regresa, y con ella el dolor. No importa cuánto se esfuerce la mente, la libertad permanente no se alcanza. No se alcanza porque no se ha perdido. La mente está tratando de alcanzar la libertad porque cree que se ha perdido. La mente cree que el dolor que se siente en la vida cotidiana significa realmente que algo falta. Pero tal vez el dolor se deba a que se está pasando por alto o negando la libertad que ya es.

Entonces, ¿cómo conoces la libertad que buscas? Recuerdo que conocí esta libertad cuando era niña, mucho antes de leer cualquier libro sobre la iluminación. Siempre has conocido esta libertad porque es lo que eres. Es lo que siempre has sido y lo que eres en este momento. Sabes esto ahora mismo y lo sabes cuando notas que te comportas de manera limitada (condicionada), porque el contraste se siente doloroso. Conoces lo ilimitado y el amor incondicional que eres en este momento, y sin embargo hay una vida que aparenta tener límites y condiciones. Este contraste es doloroso y por eso la mente trata de encontrar una manera de conciliar esta dicotomía. Intentas diversas prácticas o caminos espirituales para traer esta libertad a tu vida diaria. Aunque esto puede parecer útil en cierta medida para desentrañar algunos sistemas de creencias desfavorables, todo está basado en un malentendido.

La mente asume que "yo" soy la persona separada que está viviendo una vida en el tiempo. Sin embargo, cuando ves más allá de lo que la mente dice, ya sabes que eres lo ilimitado y la apertura que hay ahora mismo. Confía y descansa en lo que ya conoces más allá de la mente. La mente puede escuchar esto y tratar de hacerlo. Pero no estoy sugiriendo que debas (o puedas) hacer cualquier cosa. Estoy sugiriendo que ya estás, de hecho, en descanso, simplemente observando el acontecer de todo. No importa lo que surja en la mente, eso no dice nada acerca de quien eres. La mente dice "estoy separado" o "estoy limitado" o "necesito (tal cosa)... para ser libre". Cuando dejas de creer que esos pensamientos significan algo, ¿qué sabes entonces? Si no crees en el pensamiento que insiste en que estás separado, entonces, ¿estás separado? Date cuenta que nada de lo que dice la mente nunca se refiere a una persona real separada porque tú ya sabes en este momento que aquí solo hay libertad.

Al ver que no eres la persona separada que la mente supone que eres, entonces no importa si la vida se desarrolla como si estuvieras separado o limitado. Pase lo que pase, no me está pasando "a mí". Las emociones se sienten, las respuestas o reacciones ocurren, y nada de eso significa que estoy más lejos o más cerca de la meta de ser más libre. Nada de lo que ocurre en este juego de la vida significa nada acerca de lo que soy. Soy libre, independientemente de lo que "yo" haga, diga o sienta. Esta es una libertad radical que no depende de vivir de una manera más libre. Esto significa renunciar a toda esperanza de reconciliar el modo en que vives tu vida con el conocimiento de la libertad que eres.

La dicotomía nunca se concilia y no tiene que hacerlo. Parece que hay una persona separada que vive una vida separada, y que le afectan completamente los límites y restricciones de esta vida, y paradójica y absolutamente existe simultáneamente lo ilimitado que por siempre es inafectado y libre. El dolor aparece cuando esta paradoja no es aceptada como la paradoja que es.

Y curiosamente, observo que al ver la paradoja por lo que es, hay una relajación que se experimenta en el juego de la vida. Hay una relajación de los límites y creencias. Pero esta es una revelación continua y sin fin, sin necesidad ni esperanza de ser completa y finalmente revelada.