Extractos - Emma Vázquez

El camino sin camino
Por Emma VázquezParece que hay un camino que cada uno de nosotros va transitando. Que con cada paso que damos, se va creando. Parece que tu camino y mi camino no tengan nada que ver. Que no pertenezcan al mismo lugar, ni al mismo tiempo, ni al mismo Ser. Parece que estén todos los caminos separados y que algunos se crucen por casualidad. O causalidad. O porque así lo haya escrito «no sé quién». Parece todo eso, pero ¿es realmente así?
Si la Vida es UNA, no puede estar viviéndose varias vidas. No pueden existir lo que se llaman vidas pasadas. Ni tampoco futuras. Y si sólo hay UNA, no puede haber millones de caminos. Sólo UNO.
Un Camino que no tiene camino porque «camino» implica destino. Muerte. Fin. Y la Vida no puede morir, si no, no sería Vida. Se puede mover, se puede transformar, pero no acabar.
Al creernos que somos un «yo separado» del resto, creemos que nuestra vida tiene un principio y un final. Creemos que la ola dejará de ser agua cuando se rompa... en la orilla. Y no es eso lo que sucede. La ola abandona su forma, pero sigue siendo LO QUE ES. El Mar no muere cuando «mueren las olas».
Tememos al final del camino, tememos a la Muerte, porque creemos que vamos a desaparecer. A dejar de existir cuando la forma del cuerpo/mente deje de latir. Pero ese miedo proviene de la identificación con ser ola, cuando lo que somos es el eterno e infinito Mar.
El Camino se está creando a cada instante. Y a cada instante está cambiando de dirección. De forma. Lo que «yo» sentía al empezar a escribir este libro no tiene nada que ver con lo que siento AHORA. No soy la misma. No Veo de igual modo. Podría perfectamente borrar todo lo anterior y hacerlo de nuevo. Pero no lo acabaría jamás porque estaría constantemente reescribiéndolo.
Nunca nada puede ser perfecto porque perfección implica Fin. Implica inmovilidad. Implica permanencia. Y la Vida no deja de moverse, de cambiarse, de transformarse. Y así cada momento. Y así cada día. Y así es como en realidad sucede la Vida. Por eso, no podemos definirnos de ninguna manera. Porque en cuanto creemos ser «así» o «asá», ya ha caducado. Ya ha dejado de Ser «así» o «asá».
Algunas personas CREEN que no cambian. Que son las mismas que hace 10 años. Y eso es imposible porque la Vida es cambio constante. No hay nada que esté quieto, que permanezca igual que hace dos segundos. Otra cosa es que no lo percibamos. Que no seamos conscientes de ello.
Los para siempre y los nunca no tienen ningún sentido más allá de nuestro deseo de que sea así. Pero un deseo no es la realidad. Es un pensamiento. Es fantasía. Es imaginación. Es necesidad.
Comprender que «sólo sé que no sé nada» es comprender que la Vida es su propio propósito. No una vida de tal o cual manera. No una vida espiritual o una vida exitosa o una vida extraordinaria. El propósito de la Vida es la Vida. Da igual que sea belleza o fealdad. TODO es Vida. TODO es lo mismo. TODO es UNO.
No es más Vida una rosa que una bolsa de basura. No es más Vida bailar que ver la televisión. No es más Vida un delfín que una bacteria. Son formas distintas. Son olas del MISMO Mar que SON.
Lo ordinario también es extraordinario cuando lo Ves con los ojos de la Unidad. De la Comprensión.
El Camino sin camino de la Vida no tiene ningún propósito, ningún destino ni ninguna misión. Ni siquiera la de la Iluminación. Ni siquiera la de Ser Amor. Porque eso YA es lo que es.
No hay nada que alcanzar porque la Vida, que es lo que somos, YA es completa. No necesita nada para SER lo que ya es. No necesita Unirse porque ya ES Unión. Porque la sensación de Separación es sólo una sensación, no un hecho. No hay un «alguien» dentro de la Vida que necesite lograr un fin para sentirse realizado. Esto son todo historias mentales. Desde la más terrenal hasta la más espiritual. Y eso no significa que el camino Espiritual o cualquier otro sea un error. TODO es Perfecto tal y como sucede. Tal y como existe. Tal y como es.
Cuando nos identificamos con nuestras historias mentales, da igual de qué tipo sean, nos perdemos. Nos olvidamos de que no hay nada que lograr ni que arreglar. Y esa perdición, ese olvido, es perfecto así. La Vida no juzga, no excluye, no tiene límites ni fronteras. La Vida es LIBERTAD. Por eso es AMOR INCONDICIONAL. Porque no pone condiciones para SER. Para Vivir. Para Existir. Todo LO QUE ES es bienvenido.
El sufrimiento, la soledad, el vacío, la tristeza, la impotencia, la frustración, la depresión, el dolor, la enfermedad, la desesperación... son la Vida también. Ni mejor ni peor. Ni correcta ni incorrecta. Sólo Vida SIÉNDOSE en esas formas.
¿Por qué? Porque es LO QUE ES. Sin razón.
Y todos los intentos por mejorar, por salir del sufrimiento, por ayudar al prójimo, por ser más feliz, por sentir más placer, por tener más paz, más serenidad, son igual de perfectos porque también son LO QUE ES. Ni mejor ni peor. Ni correcto ni incorrecto. Sólo Vida SIÉNDOSE en esas formas. Igual que lo anterior.
¿Puedes Ver que todo está bien, aunque surjan historias mentales que digan que algo está mal?
¿Puedes Ver que tanto la tristeza como la alegría son la misma Vida manifestándose en formas distintas?
¿Puedes Ver que lo agradable y lo desagradable son las dos caras de UNA misma moneda?
¿Puedes Ver que no existen monedas de una sola cara?
¿Puedes Ver que no puedes NO ser lo que eres?
¿Puedes Ver que rechazar lo que eres (en forma agradable o desagradable) causa sufrimiento?
¿Puedes Ver que cuando Ves, todo cambia, aunque aparentemente no cambie nada?
¿Puedes Ver que cuando la raíz se corta, el árbol se cae...?