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Extractos - Ann Shaw

Desprogramación

Desprogramación

Por Ann Shaw

¿Recuerdas aquellas tablas de sumar y restar que nos enseñaban los profesores en el colegio? Pues aquí no vamos a sumar nada. Este proceso consiste en restar, eliminar y quitar nuestras capas de equipaje intelectual, psicológico y emocional.

Todo está dentro de ti. Tú eres la fuente de la felicidad, la paz y el amor, así que no estamos hablando de añadir nada nuevo. No necesitas ningún añadido, porque ya estás completo y eres íntegro.

El velo de Maya, la ilusión, te impidió recordar tu verdadero origen y objetivo cuando fuiste programado para encontrar significado, felicidad, paz y amor en los lugares equivocados. En lugar de mirar hacia dentro, te centraste en el exterior en busca de la realización personal. Te volviste adicto al mundo, a los demás, a «lo visto». La apariencia del mundo fenoménico te absorbió, distrayéndote del objetivo fundamental de conocerte a ti mismo.

Tu Esencia es, fue y será, siempre. Esa Presencia invisible existía antes que el cuerpo, la mente, el mundo y el universo. Tú eres antes que todo. El secreto de tu existencia ya está dentro de ti, enterrado bajo un montón de conceptos imaginarios como autoimagen, ideas, creencias, estatus, roles, logros, etc. Deshaz todo lo que has aprendido, lo que te ha condicionado. No podrás saber quién eres a menos que el tú imaginario, la pseudo entidad haya sido limpiada, eliminada y barrida.

La desprogramación es lo que se necesita para volver a la Fuente única que es nuestro Hogar universal. Este proceso es sencillo e implica descubrir, sustraer y eliminar la programación de toda una vida, hasta que conectes con tu verdadero Ser y toques base. Una vez que hayas eliminado todas tus construcciones ilusorias, puedes empezar a reconstruir tu casa, esta vez, sobre cimientos sólidos y perfectos capaces de resistir cualquier cosa.

La Puerta de la Realidad se abrirá gradualmente mientras viajas de vuelta a tu Estado Sin Estado original. Entra en el portal de la Autorrealización, donde todo será revelado. Allí podrás sintonizar tu propia emisora y comprender la verdadera historia de tu vida. Tu historia es la historia de todos, ya que todos formamos parte de esa misma Realidad Universal. Entonces podrás disfrutar de una felicidad ilimitada y una paz inimaginable, que es el verdadero objetivo de la existencia, ¡y gratis! No se requiere suscripción ni número de tarjeta de crédito.

Cuando surja la convicción de que no eres el complejo cuerpo-mente, se te revelará el secreto de tu existencia. Las implicaciones de esta convicción no solo son trascendentales, sino milagrosas: el fin del sufrimiento, la felicidad permanente sin causa y la inmortalidad.

La iluminación es para todos

Iluminación significa comprensión. Empezaremos a despertar cuando se revele el verdadero conocimiento de nuestra existencia. Este conocimiento eliminará nuestra ignorancia y pondrá fin a nuestro sufrimiento, de una vez por todas. Felicidad y paz permanentes, una vida sin estrés y sin miedo, ¡todo ello puede ser tuyo!

¿Quiénes somos? ¿Qué somos? Somos una Realidad Universal que existió antes de la forma-cuerpo. Somos una Energía, un Poder, una Luz o una Fuente. No importa cómo lo llames, ya que nuestra verdadera naturaleza, siempre existente, no tiene nombre, está más allá del lenguaje. Somos esa Esencia que estaba allí antes del cuerpo, que continuará estando allí después de que el cuerpo expire. Está aquí ahora como el Poder, la Presencia, que anima todo.

Tú eres el punto central del universo. Esta es la Verdad Universal, la Realidad que se aplica a todos nosotros, nos llamemos espirituales o no. No depende de nuestra aceptación. La aceptemos o no, es la Realidad.

Todo lo que podemos concebir o percibir es una ilusión, incluida la espiritualidad. La espiritualidad no existía antes de que se manifestara la forma-cuerpo. El único propósito de la espiritualidad es borrar nuestros conceptos erróneos y recordarnos nuestra verdadera identidad. Hemos olvidado quiénes somos. Este conocimiento es la cura para nuestra amnesia, eso es todo. Cuando haya cumplido su propósito, puedes olvidarte de la espiritualidad, ¡o te atrapará! Ten cuidado también con la creencia, la fe y la religión, ya que también son trampas mundanas que no existían antes de la manifestación de la forma-cuerpo. Tu Presencia no tiene ningún tipo de lenguaje. ¡La Presencia es! La Presencia es anterior a la terminología, los conceptos, la espiritualidad, la filosofía y cualquier otra disciplina. Es anterior al término «Dios». La Presencia es el Poder, la única Fuente detrás de todo.

Este conocimiento es la Verdad antigua que no tiene nada que ver con las filosofías y los sistemas de creencias creados por el hombre. Lo que se presenta aquí es tu conocimiento innato, anterior al conocimiento de los libros; es tu conocimiento innato―no algo separado de ti. No necesitas adquirirlo, sólo necesitas descubrirlo, pues ya está dentro de ti. Descorre la cortina de capas de ilusión y conceptos interminables, es decir, nociones, puntos de vista, Opiniones, posturas, ideologías, valores, etc., etc., que oscurecían tu Presencia resplandeciente y te hacían olvidar quién eres. Aquí no te encuentras con algo nuevo. Estás siendo guiado para deshacer y eliminar la programación, las capas de condicionamiento de segunda mano, para que tu fuego interior, que ha estado dormido, pueda volver a encenderse.

Tú eres la Realidad Última, la Verdad Última, lo que significa que no te falta nada. No es necesario añadirte nada porque ya tienes el paquete completo. Ya estás completo. Tu naturaleza original es informe, sin añadidos. Sin embargo, para conocer esto en profundidad y volver a casa, a tu Fuente, a tu lugar de origen, es esencial la desprogramación. Tenemos que borrar todo lo que hemos acumulado desde nuestra infancia.

Descubre lo que no eres

Nuestros cuerpos son impermanentes. Todos sabemos que es así, pero al mismo tiempo decidimos ignorarlo y seguir adelante como si fuéramos a vivir eternamente.

¿Quién soy yo? Descubre lo que no eres. Puedes pensar que te conoces a ti mismo, pero sólo te conoces como un complejo cuerpo-mente. Te percibes como un cuerpo con una cabeza sentada encima, que contiene la mente, el ego y el intelecto. Tú no eres eso. Te consideras una persona, un individuo separado. Tampoco es eso. Has estado viviendo tu vida desde esta perspectiva basada en el cuerpo, siempre buscando una solución rápida de felicidad o una solución rápida de paz. Pero el cuerpo no es tu verdadera identidad. ¿Cómo puede serlo si cambia todo el tiempo? Todos somos conscientes de que el cuerpo tiene un límite de tiempo, así que, antes de que tu cuerpo caduque, ¿por qué no utilizas un poco de tu precioso tiempo para descubrir tu verdadera identidad? Piénsalo un poco y verás por ti mismo que en realidad no eres lo que crees que eres: un complejo cuerpo-mente.

El cuerpo es un cuerpo-alimento

El cuerpo no es más que un cuerpo-alimento. Lo que ponemos en un orificio debe salir por otro. El cuerpo necesita comida y agua para sobrevivir. Si no comes, se debilitará y se consumirá. Si dejas de nutrir el cuerpo, acabará por dejar de funcionar. Es la comida lo que mantiene vivo al cuerpo.

El cuerpo es la capa, la cubierta del Espíritu. Tú no eres el cuerpo, eres el «sostén» del cuerpo. El cuerpo se compone de cinco elementos: aire, agua, tierra, fuego y éter, y se compone de carne, sangre, huesos y músculos, tendones, ligamentos, etc. Es un asunto desordenado. Sin embargo, a todos nos engaña su apariencia. Por fuera, puede parecer dulce y hermoso con su piel suave, delicada y lisa, pero por dentro no es tan hermoso: ¡es un desastre pegajoso y sangriento!

La naturaleza de la mente

La mente no es una entidad separada, sino el flujo espontáneo de pensamientos que van y vienen. La mente, el ego y el intelecto son los órganos sutiles del cuerpo. Cuando dices «mi mente», significa que no eres la mente. Cuando dices «mi intelecto», significa que no eres el intelecto. «Mi» no es «yo»: tú estás separado de eso. No había mente, ego o intelecto antes del ser. No tienen ningún poder para funcionar por sí mismos. Sin tu Presencia, no tienen ninguna capacidad. Pero han estado actuando como si estuvieran a cargo de tu vida y dirigiendo todo el espectáculo. Sin saberlo, te has convertido en su esclavo. Sin que te des cuenta, han estado viviendo de tu energía, minándote y drenándote toda tu vitalidad. La mente no tiene identidad separada ni realidad propia. La mente, el ego y el intelecto trabajan juntos de esta manera: en primer lugar, surge un pensamiento en la mente, luego el intelecto procesa este pensamiento, hasta que finalmente, el ego lo pone en práctica. Sin embargo, sin el poder de la Presencia, la «mente» no puede funcionar en absoluto.

Cuando te des cuenta de que estás al mando, de que no eres un esclavo de la mente, podrás reclamar tu poder y poner en su sitio a esos intrusos. Tú no eres tus pensamientos, eres su testigo.

Tu Realidad no es ni el cuerpo ni la mente, sino esa Presencia omnipresente, quieta y silenciosa que estabas demasiado ocupado para notar mientras dejabas tu huella en el mundo. Inconsciente de tu verdadera naturaleza, tomaste la forma-cuerpo como tu identidad, y en el proceso, también aceptaste a todos los demás como formas-cuerpo.

Eres el testigo

Tu cuerpo pasa por muchas etapas y cambios diferentes a lo largo de su vida, mientras que tú no pasas por ninguna transición. Eres tú quien presencia todos estos cambios. Antes eras un niño pequeño. Ese niño creció y se convirtió, digamos, en una mujer joven, y luego, en una mujer mayor. A lo largo de tu vida, fuiste testigo de cómo la niña se convertía en una mujer joven. Ahora eres ―o pronto serás― testigo de una mujer mayor. El testigo no cambia. Sólo cambia el cuerpo. Tú eres el testigo constante, intacto, inmutable, eterno. Lo que es inmutable es no-nacido. Tú eres no-nacido.

Un día, te guste o no, el concepto del tiempo llegará a su fin y tu cuerpo expirará. Por mucho que a algunos nos gustaría conservar nuestro cuerpo para siempre, no podemos. La última llamada, o la hora de cierre, nos llegará a todos, ¡garantizado! Es cierto que debemos dejar atrás nuestros cuerpos y los de nuestros seres queridos, pero nunca tendremos que decir «adiós» a ese Espíritu o Presencia eterna que reside en todos nosotros.

Todos estos cuerpos que vemos a nuestro alrededor expirarán en un momento u otro, de repente, o no tan de repente, debido a circunstancias médicas 0 traumatismos, que podrían acabar con cualquiera de nosotros en cualquier momento. Pero esa Presencia que somos, esa existencia eterna, sin forma, sin estado, nunca puede terminar. Los elementos del cuerpo se disuelven, nada más. Tú eres inmortal. Para ti no existe la muerte, así que no te preocupes, ¡el enterrador no se va a llevar al verdadero «tú» a dos metros bajo tierra!

Muerte del cuerpo

Una famosa afirmación dice: «Hoy es el primer día del resto de tu vida». Sin embargo, hoy podría ser el último. No des nada por sentado. Descubre quién eres. Cada momento de tu vida es una invitación a descubrirlo. No te dejes atrás. Tienes una hermosa y única oportunidad de despertar de este sueño y darte cuenta de que tú no eres el cuerpo. Tantos cuerpos aparecen y tantos cuerpos desaparecen. La vida en el cuerpo terminará un día. Tu cuerpo se irá, pero tú no irás a ninguna parte. No existe la muerte. La muerte es un concepto relacionado con el cuerpo. Los grandes sabios de todas las tradiciones lo han repetido a lo largo de los tiempos.

El cuerpo es limitado, transitorio y finito. Tiene una duración, pero tú no estás limitado por el tiempo. Tú estás más allá del tiempo y del espacio: sin forma, ilimitado, permanente, infinito y eterno. Tú no eres el cuerpo. Nunca fuiste el cuerpo. No puedes serlo. El cuerpo no es tu verdadera identidad. Esta es una verdad que necesita una repetición constante para que puedas escucharla realmente. Necesitas machacar esta verdad repetidamente hasta que sea aceptada y la Realidad sea absorbida dentro de ti, total y completamente. Y cuando esto suceda, serás libre de todos los grilletes imaginarios del miedo, la preocupación y la desesperación.