Ruta de Sección: Inicio > Libros > ¿Qué es el Zen?

Libros - Dokushô Villalba

¿qué es el zen?
introducción práctica a la meditación zen

¿Qué es el Zen?

Dokushô Villalba es maestro de meditación Zen. Fue discípulo de Taisen Deshimaru Roshi. Recibió la transmisión del Dharma de Shuyu Norita Roshi y es el fundador de la Comunidad Budista Soto Zen española y del templo Luz Serena (Valencia).

Escritor, fotógrafo y conferenciante, desde hace treinta años dirige las colecciones Textos de la Tradición Zen y De corazón a corazón publicadas por Miraguano Ediciones.

La presente obra constituye el complemento práctico de los textos editados en tales colecciones. En el Zen nada puede sustituir al contacto directo con un verdadero maestro de la Transmisión, y menos aún un libro. Por esta razón este «¿Qué es el Zen?» no es un recetario, no ha sido elaborado con esa intención. Su pretensión es la de familiarizar al lector con el mundo del Zen y la de despertar en él reflexiones importantes acerca de su vida cotidiana. Las explicaciones prácticas pueden ayudar a aquellos que ya practican en un centro zen, o en solitario, y resultarán útiles para acercarse a la práctica de la meditación a aquellas personas que, bien por desconocimiento, bien por indecisión, aún no lo han hecho.

En la época en la que nos ha tocado vivir, más que en ninguna otra, necesitamos centrar nuestros actos y nuestros pensamientos. Necesitamos una profunda estabilidad en el fondo de nuestra conciencia que nos ayude a no perder el equilibrio en el océano agitado y trepidante de la vida moderna. Esta necesidad no es un lujo de ociosos y excéntricos. Es una necesidad vital, existencial, tan importante como respirar diez veces por minuto.

Detalles del libro:
  • Título: ¿QUÉ ES EL ZEN?
  • Subtítulo: Introducción práctica a la meditación Zen
  • Autor: Dokushô Villalba
  • Editorial: Miraguano
  • Año de edición: Noviembre 2017
  • Nº de páginas: 128
  • Encuadernación: Rústica con solapas
  • Formato: 15 x 2.59
  • ISBN: 978-8478134656

Del Prólogo

El maestro Kodo Sawaki solia decir: "Os advierto que la meditación zen no sirve para nada. Hasta que no practiquéis un zazen que no sirva para nada, vuestro zazen no servirá realmente para nada".

Paradójicamente, la mayor parte de aquellos que practicamos la meditación zen regularmente constatamos los méritos y los beneficios de esta práctica. ¿Cómo podemos entender esto?

Zazen no es una técnica de meditación. No lo es en el sentido de un "método" para alcanzar un "objetivo". En la meditación zen, método y objetivo son no-dos. Si tratamos de utilizar la "técnica" de zazen como un simple método para alcanzar un objetivo (por ejemplo, paz interior, serenidad, lucidez, autocontrol, etc...), nos sentaremos con la ansiedad de alcanzar nuestros objetivos lo antes posible, estaremos preocupados por la perfección de nuestra técnica, evaluaremos continuamente lo que hemos conseguido y lo que aún nos queda por conseguir, nos embriagaremos con los resultados positivos y nos desesperaremos con los negativos y de esta forma nuestros objetivos iniciales se alejarán cada vez más de nuestra experiencia presente.

La meditación zen no debe ser realizada con un espíritu utilitarista. El cálculo de lo que se ha alcanzado y lo que queda por alcanzar está fuera de lugar.

Zazen en sí es un puro acto de amor, es decir, de abandono y de entrega al hecho mismo de sentarse, sin esperar nada a cambio, sin expectativa de resultados ni temor a la pérdida. Sentarse y sentirse. Sentarse y dejarse sentir. Sentarse y dejar que la vida que somos, sea, tal y como es, tal y como se presenta en la experiencia presente.

Es habitual que cuando alguien presenta al público algún tipo de producto o de técnica se esfuerce en demostrar los grandes beneficios que los usuarios obtendrían con su uso. Y aunque la meditación zen es una práctica cuyos beneficios corporales, emocionales, mentales y espirituales son constatados diariamente por miles de personas en todo el mundo, el hecho de practicarlo con la expectativa de obtener estos beneficios es la manera más segura de que éstos no se produzcan. Porque zazen no es una mera técnica, sino una práctica que requiere una actitud interior determinada: abandonarlo todo, soltarlo todo, entrega total e incondicional al instante presente sin expectativas de logro. Esta actitud puede parecer paradójica e irreal, especialmente en nuestra época en la que la "consecución de objetivos" es la zanahoria que nos hace dar vueltas y vueltas en la misma noria del deseo y de la insatisfacción.

Sentarse sin más, dejar que el espíritu se unifique con la respiración y que la mente se repose en el fondo de la no-acción, es la enseñanza que los maestros de la transmisión zen nos han legado.

Dokushó Villalba
Abril 2005