Libros - Willigis Jäger

contemplación, un camino espiritual

Muchos cristianos piadosos e incluso algunos asiduos de la oración no llegan hasta el final de la experiencia orante, hasta la contemplación; ante esta carencia, algunos recurren a otras ofertas espirituales que quizás tampoco les satisfacen.

La contemplación nos conduce a un nivel de experiencia que no consiste en ver con los ojos corporales sino en llegar hasta el fondo del ser donde nos encontramos con Dios. Eso es lo que gustaron los grandes místicos que se han convertido en paradigma para nosotros. Willigis Jäger nos acerca a ellos: Evagrio Póntico, el maestro Eckhart, Margarita Porète, el autor anónimo de La nube del no-saber y sobre todo Juan de la Cruz, el gran místico cuyas experiencias son también aceptadas y valoradas por algunas escuelas budistas, como el zen.

También hoy, algunas personas que se empeñan en entrar en su interior para encontrarse allí con Dios, nos ofrecen sus experiencias. Este libro nos ayuda a aumentar ese número de contemplativos mostrándonos el camino místico-cristiano de la contemplación. En este camino, también ayuda el cuerpo por lo que el libro incluye algunos ejercicios adecuados para este tipo de oración.

Willigis Jäger estudió filosofía y teología. Vive en el monasterio benedictino de Münsterschwarzach (Alemania) y es maestro zen. Es el fundador del Benediktushof en la Baja Sajonia, centro para el estudio de caminos espirituales y cofundador del centro de zen y contemplación Sonnenhof. Es también el iniciador de la Fundación "Willigis Jäger-Sabiduría oriental y occidental". Como fundador de la línea de zen "Nube vacía" y renovador de la contemplación occidental acompaña a muchas personas en su camino espiritual mediante cursos, conferencias y numerosas publicaciones. / más info

Prólogo

Por mis numerosas conversaciones y también por el interés que muestran los medios de comunicación por ofrecer a sus lectores temas actuales, sé que muchas personas buscan orientación y sentido a su vida. Algunos no se encuentran en su entorno cristiano de procedencia y se dirigen a otras ofertas. Los científicos nos proporcionan conocimientos que trastocan la comprensión de nuestra existencia y del cosmos en el que vivimos. El camino de la contemplación cristiana puede darnos respuestas a estas preguntas urgentes.

Este libro es una introducción a la contemplación cristiana. Con este término designamos la enseñanza tradicional: un "mirar", una experiencia, que va más allá del conocimiento racional. La contemplación conduce a la persona a un nivel de experiencia que no significa ver con los ojos corporales, sino tener una conciencia más allá de nuestra razón. En el ejercicio contemplativo no comprendemos con nuestro entendimiento, no meditamos sobre un texto o sobre una imagen. Contemplar nos posibilita una conciencia pura, que sobrepasa nuestra persona.

Los investigadores de la evolución no nos pueden decir por qué se ha desarrollado en nuestra especie la conciencia. Los neurobiólogos estudian la manera en que funciona nuestro cerebro y encuentran cada vez más indicios sobre cómo logramos, con la ayuda de nuestro entendimiento, crear una realidad propia que es un fragmento diminuto, pero con un sello individual, de nuestro universo. Ciertamente, nuestro entendimiento nos hace personas humanas. Pero debemos dejar de identificamos con él. Es solo la herramienta, un instrumento con el que trabaja nuestra verdadera esencia. El saber intelectual es limitado y no nos explica por si solo el significado de nuestra vida.

Desde siempre se ha hablado en la vida de oración de oratio, meditatio y contemplatio, es decir, de oración vocal, de meditación y de un tercer nivel de experiencia: contemplación. Este nivel de experiencia de la contemplación encierra la plenitud de nuestro anhelo, seamos o no conscientes de ello. Es ilimitado y sobrepasa todo lo racional. Es nuestra verdadera naturaleza, libre de la edad y de la muerte. De esta experiencia y del camino que conduce a ella, trata este libro.

Selección de textos:

• "Dios quiere ser vivido, no adorado"