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Biografías y Reseñas - Jean Klein

Jean Klein

Por José Manuel Lagunas
Jean Klein

La figura de Jean Klein ha pasado, en general, bastante desapercibida, pero su aportación es fundamental en occidente para la transmisión viva de la más pura enseñanza advaita. Actualmente es quizá más conocido por la relevancia de su gran discípulo Francis Lucille quien ha continuado fielmente su audaz modo de exposición.

Los datos biográficos más sobresalientes de Klein, los que más nos interesan, se producen cuando empieza a interesarse por las doctrinas hindúes a partir de la obra de René Guénon. Estaba ya, por supuesto, latente el interés por el Conocimiento que sus estudios de música y medicina no llegaban a colmar, pero es con el estudio de la obra de Guenon cuando comprende el alcance de la verdadera metafísica, el simbolismo y la tradición.

No hay muchos datos de su instrucción en India, Klein siempre se negaba a hablar de temas personales porque decía consecuentemente con su descubrimiento que "él no era una persona", pero cita su "relación sagrada" con Pandiji y a la enseñanza de Atmananda Krishna Menon como su fuente de instrucción y conoce, cómo no, la obra de Sri Bhagavan Ramana y Sri Nisargadatta. Lo que sí cita en varios de sus diálogos es que alrededor de 1960 fue enviado de vuelta a Europa a enseñar el Vedanta, eso sí, de manera curiosa como reproducimos textualmente: "La gente venía a mí. Nunca me he tomado por un profesor, maestro o algo parecido, y nunca he solicitado estudiantes. Es más, el maestro sólo existe cuando aparece un discípulo que tiene algo que preguntarle". Esta es una frase que, casi con las mismas palabras, la escuchamos también a Lucille. Durante treinta y ocho años viajó por todo el mundo transmitiendo la enseñanza viva de la naturaleza de la realidad y de la verdad del ser. Jean Klein falleció en 1998 en Santa Bárbara (California) en donde existe una fundación que sigue recopilando diálogos y material inédito sobre su enseñanza.

La exposición de la enseñanza de Jean Klein nos ha llegado en forma de recopilaciones de esos diálogos. Las respuestas de Klein son siempre sorprendentes y la razón de ello nos la da él mismo: "No se puede contestar a la pregunta desde el nivel de su formulación, pues la respuesta apunta siempre hacia la verdad y, en consecuencia, no se encuentra en el mismo plano que la pregunta". Klein ponía siempre el énfasis en la actitud de la escucha, que sus respuestas no eran para ser interpretadas ni almacenadas en la memoria sino que eran para ser escuchadas desde el silencio para luego ser vivenciadas. En realidad esta es siempre la posición adecuada entre el anhelante de la verdad de sí mismo y el maestro al que se dirige. Las respuestas de los maestros del vedanta surgen del Silencio-Consciencia y apuntan hacia el Silencio-Consciencia del discípulo. Como ha dicho en alguna ocasión su discípulo Lucille: "cuando aquello que escucha coincide con la respuesta que surge del interior se produce el verdadero escuchar". Nos encontramos, una vez más, ante una enseñanza que tiene por finalidad la indagación de la naturaleza real del ser humano y, como consecuencia, la eliminación del sufrimiento.

Reseñas de libros

Sea usted lo que es

Sea usted lo que es

Este librito es el único de Klein que hoy día está publicado en español (*) y, quizá, ya no existan muchos ejemplares. Acaso quede alguno de La alegría sin objeto de Luis Cárcamo Editor pero, mucho nos tememos, que también se agotaron hace tiempo.

Así que los amantes de la publicación "analógica" nos tenemos que contentar con esta pequeña joya de cien páginas cuyo contenido está dividido en nueve capítulos... / Datos del libro y reseña completa


La alegría sin objeto

La alegria sin objeto

"La alegría sin objeto", seguramente el libro más conocido de Klein, está compuesto por quince capítulos en donde las preguntas se agrupan por temas. Desde el principio nos damos cuenta de que estamos ante un gran investigador de la naturaleza real de ser que, además, sabe responder a las cuestiones con un lenguaje propio, profundo, elegante, de esos que que hoy día tanto se echa a faltar. Una frase de la Mundaka Upanishad "Cuando Esto es conocido, todo es conocido" sirve de preludio y anuncio de aquello que se va a tratar: la búsqueda de la verdad, el encuentro hacia el ser verdadero.


¿Quién soy yo?

"¿Quién soy yo? La búsqueda sagrada", quizá sea el libro más completo en el sentido de que todos los temas posibles son abarcados. Nada mejor que oír a Klein que en el prefacio nos describe este libro. "Este libro vio la luz a través de unos diálogos que tuvieron lugar en distintos países con personas de todas las sendas de la vida y, especialmente, a través de unas estimulantes conversaciones que sostuve con Emma Edwards. Estas tocaron a menudo la frontera de lo inexpresable. Le estoy profundamente agradecido a ella por poner por escrito lo que no es fácil escribir, la formulación más próxima a aquello que está más allá de las palabras, para que la mente del lector pueda ser avivada y esclarecida. Sólo una mente clara se atreve a entregarse a su Origen, aquello que ha sido y siempre será". Es también el libro más extenso y cuenta con una curiosa conversación final sobre el arte tema sobre el que Klein guardaba siempre un vivo interés, especialmente como músico por formación, pero también por la arquitectura y cómo aplicar y expresar la verdad a través del arte, de la belleza.


La Mirada Inocente

"La mirada inocente" siempre ha sido uno de nuestros títulos preferidos de Jean Klein. En esta ocasión las preguntas y respuestas se han recopilado en función de los lugares en que se desarrollaron las conversaciones, principalmente en ciudades de Francia e Italia. Quizá sea esa espontaneidad y cierto desorden en el hilo de la exposición lo que le da un carácter de viveza que lo diferencia de esas otras recopilaciones editadas cuidadosamente. El prólogo de "La mirada inocente" describe a la perfección la figura de Klein más allá de las vicisitudes personales. De hecho, termina con la elocuente frase de "La voz de Klein es la voz del Silencio", ahí se nota que se ha dado más importancia al fondo que a la forma. En cuanto al libro, ya lo hemos dicho al principio, es nuestra recomendación favorita para introducirse en el "mágico ambiente" que las palabras de Klein crean en un intento de remitirnos a la Fuente.


La Sencillez de Ser

"La sencillez de ser" recoge conversaciones mantenidas en diversas partes del mundo: América, Londres, París, Suiza entre el 1980 y el 1986. El libro también denota cierto desorden pues el único criterio para estructurarlo parece haber sido el lugar donde se produjeron las conversaciones como en el caso de "La mirada inocente". Los interlocutores le hacen bastantes preguntas personales de las cuales se pueden extraer datos biográficos que no son muy conocidos. Como en el resto de las recopilaciones las respuestas de Klein llevan siempre ese "algo más" tan difícil de encontrar especialmente en las desnaturalizadas exposiciones actuales.


La Escucha Creativa

"La escucha creativa" tiene la particularidad de recopilar diálogos que se llevaron a cabo en nuestro país, en concreto, en Obarriz en octubre de 1983, y en Majadahonda en septiembre de 1985. Además el libro comienza con una extensa entrevista realizada por José Mª Mendiola. Como curiosidad hacemos notar la gran diferencia que existe entre las respuestas que Klein ofrece en la entrevista personal y las que otorga cuando se le pregunta como instructor. En la entrevista personal las respuestas son escuetas, diríamos que meramente de cortesía. En cambio cuando asume el rol de instructor sus contestaciones van mucho más allá de lo preguntado y su extensión se puede prolongar varias páginas.


Transmitir la Luz.

"Transmitir la luz (Un viaje histórico)" es un valioso documento en forma de entrevista en el que se narran hechos biográficos y el propio proceso de "búsqueda" de Jean Klein. Jean Klein revela que en él se manifestó desde muy joven un anhelo de libertad que se fue sutilizando con el paso del tiempo hasta desembocar en una demanda de la auténtica libertad, la que corresponde a nuestra verdadera naturaleza.

Llama la atención esa forma impersonal de relatar los acontecimientos que ocurrieron en India y que le llevaron a encontrar a un maestro y al despertar. Resaltamos la frase de su maestro que impactó profundamente en él y que de alguna manera supuso un cambio abrupto: "Usted es el conocedor de su cuerpo, de sus sentidos y de su mente, pero el conocedor no puede ser conocido porque usted lo es y no hay nadie para conocerlo. Nunca puede llegar a ser un objeto de observación porque es su totalidad".

Es también digno de resaltar la afirmación de que nunca se tomó por un maestro y que jamás solicitó alumnos: "Las personas han venido a mí. El maestro no aparece más que cuando hay demanda de enseñanza". Finalizamos con esas palabras, que ya se han hecho famosas, de su formulación del Advaita. En su respuesta a "si se considera como perteneciente a una cierta tradición", Klein contesta: "Una religión de buscadores de la verdad. El Advaita (no-dualidad), no es un sistema, una religión o una técnica. Incluso se puede decir que no es una filosofía; es simplemente la verdad".


Sensibilidad y Trabajo Corporal

"Sensibilidad y Trabajo Corporal" es un breve documento igualmente en forma de preguntas y respuestas que giran en torno a un punto fundamental en la enseñanza de Klein que es extender la investigación al nivel de la estructura psicosomática. Este es un aspecto fundamental, que se ha ido olvidando e incluso negando en la corriente "neo-advaita", y que sin embargo ha existido de un modo u otro en toda enseñanza tradicional. El porqué de ello es bastante obvio. La ignorancia ha dejado a ese nivel, al nivel somático, toda una red de sensaciones que inducen a pensar que hay un "yo personal" ligado a ellas. Y si ahí no se lleva a cabo una seria investigación y solo se investiga a nivel racional, de ese nivel irracional van a estar surgiendo constantemente pensamientos ignorantes, es decir, de separación entre un supuesto "yo" y el "no-yo".

Jean Klein lo resume así (de la entrevista anterior): "Me ha parecido evidente, a través de los encuentros con la gente, que la identificación con lo que no somos está confirmada y reforzada por la contracción a nivel psicosomático. El concepto de "yo" no es más que una contracción a nivel del cuerpo-pensamiento. No tiene más realidad que un mal hábito. Es una defensa contra el miedo de no ser nadie".

En estas reveladoras contestaciones Klein nos va apuntando bellas sugerencias sobre la sensibilidad, el cuerpo energético, la apertura, la disponibilidad, la respiración, y apuntes importantes sobre el ego.

Recordamos que Jean Klein aprendió este conjunto de enseñanzas a través del Yoga de Cachemira en su estancia en India y las adaptó en sus encuentros con sus "amigos espirituales" como él llamaba a la personas que acudían a él a exponerle sus inquietudes.

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