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Artículos - Robert Adams

Yo no soy el cuerpo

Por Robert Adams
Robert Adams

Robert: Me limito a expresar lo que siento. Yo soy la conciencia Absoluta. Yo soy sat-chit-ananda. No me refiero a Robert. Me refiero a Yo-soy y recuerdo que Yo-soy incluye a todo el mundo aquí. Yo-soy la unidad final. Nunca he nacido y nunca podré morir. Yo soy dicha total, felicidad infinita, conciencia divina, inteligencia pura. Este es el Yo Soy.

"Yo no soy el cuerpo", para la mayoría de la gente significa simplemente esto: "Yo no soy mi cuerpo". Pero soy una parte de mi cuerpo, especialmente aquellos de nosotros con un trasfondo judío-cristiano. Decimos: "Mi cuerpo es el templo del Dios vivo y Dios reside dentro de mí". Esto puede ser verdad hasta cierto punto, pero no es la verdad última. La verdad última es exactamente lo que dice: "Yo no soy mi cuerpo". En otras palabras, mi cuerpo no existe, pero no hay dos de nosotros. No hay Yo-soy y mi cuerpo o no hay Dios y mi cuerpo. Dios no reside en mi cuerpo. Simplemente no hay cuerpo. Ningún cuerpo existe. Por lo tanto, Yo-soy, es ese Yo-soy. Tú eres consciencia justo como eres, pero no eres el cuerpo. En otras palabras, quien cree ser el cuerpo, es la consciencia. No hay el cuerpo y la consciencia. Hay el cuerpo como consciencia y el cuerpo no existe de la forma en que aparece.

A modo de ejemplo: Tomemos una sala de cine, tenemos las imágenes en movimiento en la pantalla. No se ve la pantalla porque está cubierta por las imágenes y ni siquiera piensas en la pantalla. No tienes ni idea de que hay una pantalla porque no piensas en ella. Estás pensando acerca de las imágenes. Te sumerges en la película, comienza, se desarrolla y termina. Pero sin embargo, sin la pantalla, no habría película. Así que podemos decir que la película no es la realidad. La pantalla es la realidad. Y cuando las imágenes cubren la pantalla, la pantalla sigue siendo la realidad. Sin embargo, las imágenes dan una apariencia semejante a la realidad.

Un ejemplo de esto es cuando te levantas e intentas agarrar las imágenes en la pantalla, ¿que obtienes?. Estarás agarrando la pantalla, porque las imágenes no existen. Y así ocurre con nosotros. Todo lo que ves, todo lo que aparece son imágenes, o lo que se llama imaginación falsa y la única verdad sobre estas imágenes es la consciencia. Todas estas son imágenes cósmicas en la pantalla de la consciencia, y eso es todo. Tú y yo, las sillas, el sofá, el cielo, la luna, el universo son simplemente imágenes, apariencias, ilusiones ópticas. La verdad es que tú eres la consciencia, pero no puedes verte a ti mismo debido a maya, la gran ilusión. Así que crees que eres el cuerpo y eres el hacedor.

Una vez más, es como la película y la pantalla. Te ves envuelto en la película y comienzas a sentir la película. Has olvidado que hay una pantalla y la pantalla es la realidad, pero estás totalmente envuelto en la película. Y puedes decirme todo sobre la película. Pero no puede decirme nada sobre la pantalla. La única vez que recuerdas que hay una pantalla es cuando la película ha terminado y aún así no pones ninguna atención sobre ella porque te levantas y vuelves a casa. Pero recuerda, si no fuera por la pantalla, no habría película. Así que si no fuera por la consciencia, no habría imágenes. La consciencia es real, las imágenes son falsas. Las imágenes van y vienen, cambian continuamente, constantemente. Pero la consciencia sigue siendo la misma todo el tiempo. La consciencia es como el vacío, como el espacio vacío y tú eres eso. Yo-soy el que (Yo) soy, ese es el significado de esto. Yo soy conciencia absoluta.

Así que dices, "Bueno ¿cómo puedo sentir todas esas otras cosas? ¿Cómo puedo sentirme mal? ¿Cómo puedo sentirme herido? ¿Cómo puedo sentir mis problemas?" La razón por la que sientes estas cosas es debido a la identificación errónea. No estás identificado con la pantalla, estás identificado con las imágenes. Y siempre que crees que eres una imagen como en la película, vas a sufrir en consecuencia.

El secreto es, por tanto, soltar y relajar la mente. Identificarse con la consciencia y no con la imagen que es llamada falsa imaginación. Pero es posible que me digas, "Veo a mis semejantes sufriendo. Hay una guerra que estalla en Irak. Todo tipo de inhumanidad del hombre contra el hombre está sucediendo a mi alrededor. ¿Es eso falso?" Siempre y cuando creas en ello, entonces es real para ti. Por lo tanto no voy a decirte que es falso porque crees en ello.

Una vez más, es como la persona en la película. Les digo que la pantalla es la realidad, pero dicen: "No, las imágenes son reales, puedo verlas, ¿no puedes ver a una persona matando a otra? ¿Y alguien muriendo de cáncer? ¿Y una bomba que cae sobre la ciudad? ¿Cómo puedes decir que no es real?" Así que voy y retiro la pantalla y no hay más que un borrón. Eso es lo que pasa cuando te despiertas. El sueño humano se ha terminado. Se convierte en nada más que un borrón. Y te ves inmerso en la realidad. La realidad se convierte en dicha, felicidad, eterna alegría, sat-chit-ananda.

La pregunta entonces es: ¿Cómo me identifico con la consciencia?

Sólo hay un camino y es aquietar tu mente. Tu mente tiene que estar inactiva, en silencio. Cuando la mente está en silencio la realidad brilla por sí misma. Pero siempre que aceptas imágenes, las imágenes son los problemas, las cosas que ves con tus ojos y tus sentidos, y piensas que son reales. Las cosas que sientes. Esto se llama falsa imaginación. Y porque sientes estas cosas entonces sufres en consecuencia.

El secreto es trascender esos sentimientos y de nuevo la única manera de trascender esos sentimientos es aquietar la mente. ¿Cómo aquietar la mente? Tomando tiempo para estar tranquilos en silencio. "Estad tranquilos y sabed que Yo soy Dios". Y si no puedes estar tranquilo en silencio por ti mismo hay varios métodos, el más elevado es la auto-indagación. Simplemente pregúntate, "¿De quién es la mente que no se aquieta? ¿Quién siente todas las imágenes? ¿Quién sufre? ¿Quién se enfada? ¿Quién se identifica con el mundo?"

Una vez más no cometas el error de creer que no eres el cuerpo como mencioné al principio. Creyendo por tanto que estás separado; que hay dos tú. Crees que hay el cuerpo, y esto es lo que la gente avanzada creen esto ahora. Ellos creen que no son el cuerpo, que el cuerpo se extingue por sí mismo y hace lo que quiere. Pero ellos son algo más. Esto no podría estar más lejos de la verdad. Sólo hay una unidad final. ¡Una! Nunca hay dos. Nunca hay el cuerpo y tu Ser. Sólo hay el cuerpo como tu Ser. Y al ver esto, el cuerpo se desvanece y desaparece. Desaparece porque nunca existió. Lo que existe siempre debe existir. Lo que nunca existió debe desaparecer. Es por eso que el cuerpo envejece y muere, porque para empezar no es real, es una ilusión.

Por lo tanto, el verdadero tú es exactamente lo que eres ahora mismo, el Ser. Tú eres el Ser. Tú no eres el cuerpo, sino que eres el Ser. Es uno, no dos. El cuerpo no existe. Si viajas por el desierto y ves una masa de agua, compara la masa de agua con tu cuerpo. Crees en ella porque la ves. Sin embargo, cuando te acercas no está ahí, es una ilusión óptica. ¿Verdad? Lo mismo ocurre con tu cuerpo que lo ves, lo llevas, crees que es tuyo y te has identificado con él. ¿Por qué?

Debido a tu mente. Tu mente es la culpable. Cuando la mente se calma, se aquieta, todo desaparece y te conviertes en el Ser, que tú realmente eres de todos modos. Tienes que usar cualquier método que tengas para aquietar la mente. Debes preguntarte: "¿Quién soy yo? ¿Cuál es la fuente del yo? ¿De dónde vengo?" Y a continuación sigue al yo a su culminación. El yo se convierte en el espejismo, no existe. Cuando sigues al yo en lo profundo de tu corazón, descubrirás que el yo nunca existió. Recuerda también, que todo lo demás está apegado al yo. Cada problema, el ego, la mente, todo está apegado a este yo. Así que cuando el yo es trascendido, también lo es todo lo demás y eres libre.

Pero esta noche el punto importante es este: Cuando dices: "Yo no soy el cuerpo". Date cuenta de que no hay dos, sólo hay uno. Esto significa que la apariencia de un cuerpo no existe en la realidad. Tú eres consciencia, tú eres el Ser y esa es la única realidad y nada más existe.

Robert Adams, 28 septiembre 1990 (Transcripción 12)
Fuente: Robert Adams Satsangs - The Collected Works (eBook version)