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Artículos - Luis de Santiago

El Yo Soy es lo único que es real

Satsang con Luis de Santiago
Luis de Santiago

Hoy vamos a hablar de ciertas cosas, ciertas actitudes que podemos tener, que nos pueden ayudar a entender mejor lo que está pasando, que nos pueden ayudar a que nuestro día a día sea mejor, que lo pasemos mejor, que estemos más tranquilos, que disfrutemos más lo que está pasando.

Dentro de toda esta confusión, dentro de toda esta aparente realidad que nos rodea y que nos engancha, y que nos hace creer que es real, que nos hace sufrir, y que nos hace llorar, y que nos hace reír de vez en cuando, la Gracia, el Ser, el Vacío, no nos deja solos. Normalmente dentro de ese mundo nos va dando pistas, nos va colocando ciertas miguitas de pulgarcito para ayudarnos a volver a casa y si estamos abiertos y las vemos, podemos sacarle mucho provecho. En mi experiencia esto que estoy hablando, desde más o menos la época que conocí a Robert Adams, me di cuenta que muchas de las cosas que nos suceden o que muchas de las formas como la mente nos engatusa, tienen un paralelismo con la informática, con los ordenadores, con las computadoras. Pues si nos ponemos a ver hay muchas similitudes, el ordenador para mi es como un manual de uso de nuestra mente y hay algo que me llama mucho la atención, por mi experiencia, yo trabajé un par de veces en el diseño de juegos para computadora. Una experiencia muy interesante, aunque yo no soy un profesional de eso, y hay un concepto que me llama mucho la atención, los diseñadores de juegos lo llaman “suspension of disbelief”, la suspensión de la incredulidad. Eso es algo que ellos se ponen como una meta, sobre todo en juegos de primera persona, te ves como si fueras tú la persona que está realizando la acción, y ves todo desde tú mismo punto de vista. También funciona mucho en simuladores de vuelo, simuladores de coches de carreras, todo eso... “suspension of disbelief”.

Los diseñadores tratan de crear el juego, de hacerlo tan real, de que los gráficos sean tan reales, de que el sonido sea tan real, de que las acciones que están pasando vayan a un ritmo tan frenético, que la incredulidad con la que tu te sientas delante de un ordenador a jugar, esa incredulidad que te dice que lo que está delante de ti es un juego y que lo vas a jugar, si el juego está bien diseñado, te va a colocar en una situación, donde se te va a olvidar que es un juego, y vas a empezar a actuar como si estuviera pasando de verdad. No sé si alguno de vosotros lo habéis hecho o lo habéis tratado, pero sucede. Llega un momento que los estímulos te llegan tan rápido que ya no puede ser incrédulo, se te olvida ser incrédulo, y empiezas a sentir, y empiezas a gritar, y empiezas a hablar con el ordenador, y empiezas a hablar con el muñequito que te está disparando. Pierdes totalmente tú capacidad de darte cuenta de lo que es real y de lo que no es real. Y eso cuando un juego lo logra, el diseñador dice que ha conseguido su meta.

Pues viendo esto me di cuenta que la forma como el mundo nos engancha es exactamente lo mismo, exactamente lo mismo. La cantidad de estímulos, la calidad de la imagen que yo te estoy viendo, y te veo en 3D, te oigo con sonido cuadrafónico, y te veo en alta resolución, y tu me hablas y el sonido parece real... y todo eso hace que nos creamos que todo esto es real. Pero en realidad no lo es.

Hablábamos ayer de un nietecito "adoptado" que yo tengo de 13 meses. Él cuando me mira, no cree que yo sea real, el me ve y el sabe que yo no soy real. Eventualmente, cuando empiece a ir a la guardería y empiecen a llegar los estímulos, va a llegar un momento que a ese niño, se le suspende su incredulidad y empieza a vivir creyendo que todo es real, en algún momento de su crecimiento. Y eso nos ha pasado a todos.

¿Qué podemos hacer? Simplemente, en momentos del día que tengamos, momentos un poco tranquilos, pararnos, quedarnos tranquilos, y dejar que todos esos estímulos que nos tienen distraídos y que nos hacen que creamos, se diluyan un poco. Estamos en el autobús sentados, y en vez de estar pensando en las cosas que pensamos cuando estamos en el autobús, el algún momento, por diez segundos, pararnos y decir, esto no es real, parece real, pero esto no es real. Y seguimos con nuestra vida. Y en otro momento del día lo volvemos a hacer, volvemos a empezar, vamos por la calle, nos paramos en una esquina, y decimos esto no es real, y nunca olvidarnos de eso, nunca dejar que el diseñador del juego nos gane la partida, que nos hagan creer que algo que no es real, lo es. Os aconsejo que hagáis eso, a lo largo del día, cuantas veces podáis. Porque cuando te das cuenta de que una cosa no es cierta, que una cosa no es real, te deja de afectar, te deja de hacer daño, te deja de molestar. Entonces haced eso, os lo recomiendo, siempre que podáis acordaros de que esto no es real.

 

Otra cosa que produce confusión y mucho sufrimiento es nuestra capacidad para dar por cierto cosas que no hemos probado, cosas que nos han dicho, cómo moldeamos nuestra vida en base a una cantidad de cosas que nos han dicho pero que no hemos puesto en práctica ni hemos experimentado, comprobado y decidido si es verdad o no, simplemente lo aceptamos. Tiene que ver con la suspensión de la incredulidad. Somos muy crédulos. Nos dicen desde pequeños cosas y las aceptamos. Vivimos en base a eso, y organizamos nuestra vida en base a eso. Empezad a tomar conciencia de todas esas cosas. Empezad a tomar conciencia, porque hemos estado viviendo en base a cosas que nos han dicho, en base a lo que llamamos sabiduría popular, en base a lo que dice un refrán, lo que dice la Televisión, y decimos “debe ser verdad”.

Nos han dicho desde pequeños que la felicidad no es posible, que solamente se pueden tener pequeños momentos de felicidad, pero... ¿te has puesto a experimentarlo?, ¿te has puesto a buscarlo?, la persona que te lo dice, ¿se ha puesto a experimentarlo? No. Simplemente está repitiendo una cosa que le dijeron a él o ella. Y como se lo dijeron, y es muy crédulo, cuando te lo dice a ti, lo dice creyendo que es verdad. Entonces tú sientes que esa persona es sincera, es honesta, no te está engañando, y lo aceptas, y se forma toda una cadena de mentiras que estamos constantemente aceptando porque la persona que nos lo dice nos lo dice con toda la buena intención. Nuestra madre es la primera que nos inculca cosas y nos hace creer cosas. La mayoría de esas cosas no son verdad. Analicemos las cosas, veamos, seamos conscientes de eso, de todo lo que repetimos a diario que no hemos comprobado, que ni siguiera hemos tratado de experimentar, simplemente lo damos por bueno, somos muy crédulos. El mundo nos suspende nuestra incredulidad, lo que hablábamos antes de los juegos de la computadora, del ordenador. Vivimos en base a eso, tenemos que empezar a preguntarnos. ¿Cómo sé yo que eso es así?, ¿cómo sé yo que esto es cierto?, y si la única respuesta es ―porque me lo dijeron―, inmediatamente poned un signo de interrogación. No decir que es mentira, pero tampoco creer que es verdad, hasta que lo hayas experimentado. Ponle un signo de interrogación. Ponle un “Tal vez”. Abre ese espacio, esa posibilidad, de que eso no sea así, porque estamos viviendo en base a creencias.

El universo se creo con un Big Bang. Eso es lo que dicen los científicos. No había nada, y de repente explotó algo, de la nada... y ¿cómo sabemos que es verdad? Porque lo dicen unos señores que saben mucho, que se llaman científicos. Pero el 90% del conocimiento de estos científicos son cosas que les han dicho y ellos nunca han comprobado. Crees que saben mas que tú porque hablan en términos que no entiendes, pero el 90% de sus conocimientos son creencias, igual que las tuyas.

Empezar a cuestionarse ¿por qué estoy yo diciendo esto? ¿por qué estoy repitiendo yo esto como si yo lo hubiera experimentado? como si yo hubiera hecho el experimento y hubiera probado de una forma y lo hubiera probado de la otra y hubiera llegado a la conclusión de que es así. Eso nunca lo has hecho, somos muy crédulos, hay que empezar a cuestionarse, porque las cosas que sabemos de verdad son muy pocas, muy muy pocas. ¿Cómo sabes que naciste si no estabas ahí? ¿Alguno de vosotros se acuerda? ¿Estaba ahí cuando nació? Sin embargo damos por bueno que nacimos porque hay una señora que se llama mamá que me dice que yo nací, pero yo no lo comprobé, yo no estaba ahí en ese momento. Hasta ese punto somos crédulos. Porque si damos por sentado que el mundo no es real, tampoco los personajes que nos dicen esas cosas son reales. Empezad a cuestionar, poned interrogación a las cosas y dejad de vivir en base a eso, por que al final, si seguís este proceso, vais a daros cuenta que lo único de lo que estáis seguros es de que existís, de que sois. Lo único de lo que estáis seguros. El Yo Soy que estuvimos buscando el viernes, es lo único que es real, lo único que experimentas a diario, constantemente y sabes que es verdad, es lo único. Todo lo demás empezad a cuestionarlo.