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Artículos - Peter Russell

No te resistas a la resistencia

Por Peter Russell
No te resistas

El lugar en el que solía dirigir un grupo de meditación estaba en la misma calle que una estación de bomberos; casi podía garantizarse que en algún momento durante la meditación pasaría un camión apresuradamente con las sirenas a todo volumen. No es de extrañar que después la gente se quejara: "¿Cómo podría meditar con todo eso?"

¿Con qué frecuencia sentimos algo similar? Hay una suposición tácita de que la mente solo se puede calmar si el mundo que la rodea está en silencio. Imaginamos que el ambiente de meditación ideal se encuentra en algún lugar lejos de la loca multitud ― quizás en un retiro en las inmediaciones de un bosque, en una capilla silenciosa, o en la tranquilidad de nuestra propia habitación. Es mucho más difícil para la mente aquietarse en un ambiente ruidoso. ¿Cierto?

Le sugerí al grupo que la próxima vez que saliera un camión de bomberos a toda velocidad miraran dentro y exploraran si el sonido era realmente perturbador. Después de la siguiente meditación, una participante informó que el ruido ya no parecía un problema; estaba allí, pero no la molestaba. Se dio cuenta de que la perturbación no provenía del propio sonido, sino del deseo de que no estuviera allí.

Esta fue la esencia de la realización de Buda hace 2,500 años. Todos experimentamos lo que él llamó dukkha. La palabra se traduce convencionalmente como "sufrimiento", pero en Pali, la lengua usada en la época de Buda, dukkha es la negación de la palabra sukha, que significa "bienestar". Así que dukkha podría traducirse más generalmente cono malestar, o descontento ― una experiencia con la que todos nos podemos identificar.

El significado original de estas palabras añade una perspectiva más profunda. Sukha proviene de su (bueno) y kha (agujero), y se refiere generalmente a un buen agujero del eje en la rueda de un carro. La rueda era una gran ventaja tecnológica de la época, y si funcionaba o no adecuadamente alrededor de su eje, habría sido una preocupación fundamental en cuanto a la comodidad y eficacia. Por el contrario, el significado original de dukkha es duh (mal) kha (agujero). Hay una resistencia al buen funcionamiento de la rueda, dando lugar a la fricción y a la incomodidad.

Algo similar pasa con la mente. Cuando aceptamos las cosas como son, cuando "fluimos con la corriente", hay bienestar ― sukha. Este es nuestro estado natural ― dichoso y relajado. Dukkha surge cuando nos resistimos a nuestra experiencia. Nuestro estado natural de bienestar es encubierto por un malestar auto-creado.

Por lo tanto, como lo indicó Buda y muchos otros maestros, podemos regresar a un estado de mente más pacífico abandonando nuestros apegos de cómo debería ser nuestra experiencia y aceptarla tal como es.

Al escuchar esto, la gente suele preguntarse: ¿Significa esto que debo aceptar la injusticia y la crueldad, el hecho de que haya personas sin hogar durmiendo en las calles o la actitud recalcitrante de mi pareja? Por supuesto que no. Hay numerosas situaciones que no debemos tolerar, y en cada una, a nuestra manera, seremos llamados a hacer lo que podamos para mejorar el mundo.

"Aceptar nuestra experiencia tal como es" significa precisamente eso; aceptar nuestra experiencia en el momento. Si nos sentimos frustrados, enojados o indignados, aceptamos ese sentimiento. No nos resistimos a él, ni deseamos que no estuviera ahí; sino que le damos la bienvenida, nos interesamos en cómo sentirlo.

Aún más importante, podemos explorar la propia resistencia. Puede ser bastante sutil, y no fácilmente identificable en un principio. Así que me parece útil simplemente hacer una pausa y preguntar: "¿Hay alguna sensación de resistencia que pudiera no estar notando?" Y espero tranquilamente. Entonces podría ser consciente de algún resentimiento hacia mi experiencia, deseando que fuera diferente, o quizás solo una sensación de tensión o contracción en mi ser. Por lo tanto, en lugar de enfocarme en eso que produce mi resistencia, vuelvo mi atención a la resistencia misma, abriéndome a este aspecto de "lo que es".

En lugar de dividir la experiencia en dos partes ―la experiencia en el momento, y los pensamientos y juicios sobre esa experiencia― cualquier resistencia se incluye ahora como parte del momento presente. Si no me resisto a la resistencia, el velo del malestar se disuelve, y regreso a un estado de mente más tranquilo y relajado.

Eso es lo que significa una mente silenciosa, aquietada. No es una mente vacía. Somos conscientes del mundo como antes. Somos conscientes de los sonidos, de las sensaciones, de los pensamientos y sentimientos. Simplemente estamos permitiendo que nuestra experiencia sea tal y como es. No deseamos nada diferente, ni generamos un descontento o malestar innecesario.

Así que cuando te encuentres con algo que parece perturbar tu tranquilidad interior, ya sea la conducta de algún amigo, algún político en la televisión, o el paso de un camión de bomberos ― haz una pausa, y observa lo que está sucediendo en el interior. Ve si hay algún sentido de resistencia hacia tu experiencia. Si es así, ábrete a la experiencia de la resistencia; sé curioso en cuanto a lo que está sucediendo y cómo se siente. Acoge en tu conciencia esta parte del momento presente, y quizás descubras que puedes sentirte a gusto en situaciones en las que antes hubieras sufrido.