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Artículos - Gaudapada

El lugar de Gaudapada en la Tradición Advaita

Por Ashram Vidya
Gaudapada

Con Gaudapada se inicia lo que se define como manavasampradaya, es decir, la transmisión de la enseñanza a través de los seres humanos. Es a partir de Gaudapada cuando la Tradición Advaita se hace históricamente patente como la manifestación visible de una Tradición ya existente. Fue el primer maestro humano en recibir el conocimiento del Advaita y enseñarlo a sus discípulos; por este motivo, se le guarda el máximo respeto en el seno de la Tradición Advaita.

La grandeza de Gaudapada fue testimoniada por Shankara, quien, al final de su comentario a la Mandukyakarika dirige un saludo al Autor de las Karika llamándolo Paramaguru, expresión introducida como reconocimiento del linaje espiritual y la autoridad de "Preceptor supremo", debido a su profundo conocimiento de los Vedas:

"Me postro ante el Maestro de mi Maestro (Paramaguru), el más venerable entre los venerables quien, viendo a los seres sumergidos en el océano de este mundo, océano infestado de tiburones aterradores tales como el nacimiento y la muerte, ha dado, por compasión hacia todos los seres, este néctar difícil de beber, incluso por los dioses y que se esconde en las profundidades del océano que son los Vedas, los Vedas que él revela por el poder de su intelecto iluminado."

El Mandukyakarika

La Tradición nos dice que habían existido Rishis que vieron (el término Veda se deriva de vid = ver, conocer) la diferenciación de la vida y la explicaron, otros que vieron la unidad del Todo y otros sin embargo vieron No-dualidad.

Gaudapada, después de haber tocado las más altas cotas de realización, vio que la Realidad última no puede nacer ni morir, y con el apoyo del Principio-Narayana fue capaz de revelar por primera vez a los seres humanos de una manera clara y concisa la Ajativada, la doctrina de la "no-generación", y el Asparsha yoga, el yoga "intangible" del "no-apoyo y no-relación". Estas Enseñanzas ya estaban presentes en los sruti (textos revelados) pero no fueron reconocidas por los yoguis y los buscadores porque no fueron capaces de elevar su conciencia y realizar la verdad del Advaita.

Con el fin de enunciar la Ajativada y el Asparsha yoga Gaudapada optó por comentar la Upanishad Mandukya. Esta Upanishad trata de los tres estados del Ser (Virat, Hiranyagarbha, Isvara), y el Cuarto estado (Turiya), que representa la Realidad absoluta. Debido a su doctrina y filosofía es la Upanishad más significativa y profunda del Vedanta Advaita y representa por sí misma el fundamento mismo de la realización metafísica. La Upanishad Mukti dice a este respecto: "Si el objetivo es la realización de la verdad suprema, la Upanishad Mandukya es totalmente suficiente".

Gaudapada divide su comentario (karika) en cuatro capítulos llamados respectivamente: Agama prakarana, Vaitathya prakarana, Advaita prakarana, Alatashanti prakarana.

Afirma que hay una Realidad inmutable, eterna, de facto, sin generación ni extinción, sin causa-efecto ni tiempo-espacio, desprovista de contradicción, el Uno-sin-segundo. Y como Realidad es la Unidad constante y perfecta. Toda diferenciación, multiplicidad, impermanencia y cambio no pueden ser la Realidad última y suprema, sino sólo apariencia, representación, que adquiere realidad sólo cuando se ve desde el punto de vista de la "opinión".

Gaudapada parte desde el punto de vista del Absoluto o del Uno-sin-segundo y llega a la siguiente conclusión:

"No hay creación ni destrucción, nadie está esclavizado, no hay aspirante a la liberación ni liberado. Esta es la Verdad Suprema." (Mandukyakarika, II, 32).

Shankara retoma el tema advaita-asparsha de Gaudapada, lo expone con gran exactitud dialéctica nunca igualado ni superado y en su Viveka-suda-mani (sutra 574) llega a las mismas conclusiones:

"Aquí no hay muerte, ni nacimiento; ni jiva prisionero, ni jiva combatiente; ni buscador sediento, ni Ser liberado. Esta es la última y absoluta Verdad."

Conviene señalar que estas declaraciones audaces no se deben tomar como idealismo subjetivo ni como el nihilismo de ciertas corrientes filosóficas.

La no-generación (ajati) no postula un vacío nulo, sino que alberga un Sustrato, auto-existente y libre de toda cualificación y dualidad, que es Consciencia pura, Infinito y Plenitud. Sólo puede ser realizado a través de un acto de identidad mediante la negación de todo lo que es variable, cambiante o, en otras palabras, que pertenece al mundo de maya-apariencia. Este sustrato es Brahman, que se refleja en todos los seres como su atman, y es "Uno-sin-segundo".

Shankara escribió un Comentario a la Karika de Gaudapada y esto es de una importancia particular, ya que muestra que los dos más grandes representantes del Advaita están perfectamente de acuerdo al nivel de la doctrina, y no sólo a este nivel, dando una contribución decisiva para la comprensión de la metafísica Vedanta tanto en sus conocimientos como en sus aspectos operativos.