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yoga vasishta sara
La esencia del Yoga Vasishta

Yoga Vasishta Sara

Del Prólogo:

El Brihat [el Grande] Yoga Vasishta o Yoga Vasishta Maha Ramayana, como también se le ha llamado, es una obra de unos treinta y dos mil versos sánscritos, tradicionalmente atribuida a Valmiki, el autor del Ramayana. Se trata de un diálogo entre el sabio Vasishta y Sri Rama, en el que se expone, con la ayuda de historias ilustrativas intercaladas, el Advaita [o doctrina de la no dualidad] en su pura forma de ajatavada [teoría del no origen].

Esta gran obra fue abreviada hace varios siglos por Abhinanda Pandita, un maestro de Cachemira, quien la comprimió en unos seis mil versos, tras lo que tomó el nombre de Laghu Yoga Vasishta, que puede ser considerado una obra maestra, al igual que el original Brihat.

Bhagavan Sri Ramana Maharshi acostumbraba a referirse frecuentemente al Yoga Vasishta e incluso incorporó siete de sus versículos al Suplemento a los Cuarenta versos [números 21 al 27].

Posteriormente, un autor desconocido, hace ya mucho tiempo, lo redujo a unos doscientos treinta versículos, divididos en diez capítulo, y lo denominó Yoga Vasishta Sara [La esencia del Yoga Vasishta], traducido aquí por primera vez a nuestro idioma. Gracias a esta última condensación, se rindió un gran servicio a todos los buscadores. Se puede considerar esta pequeña obra como de un valor incalculable.

Detalles del libro:
  • Título: YOGA VASISHTA SARA
  • Subtítulo: La esencia del Yoga Vasishta
  • Título Original: Yoga Vasishta Sara
  • Autor: Valmiki
  • Traducción de: Manuel Algora Corbi
  • Editorial: Sirio
  • Año de edición: Mayo 2013
  • Nº de páginas: 56
  • Encuadernación: Rústica con solapas
  • Formato: 13,3 x 21
  • ISBN: 978-8478088898

Comentario

Por fin disponemos de una traducción ―por cierto excelente― del Yoga Vasishta Sara (la esencia del Yoga Vasishta) gracias a la infatigable labor de la editorial Sirio.

En el prólogo del libro se nos explica la historia/evolución de esta gran obra de la espiritualidad hindú, en concreto, del vedanta advaita. Se conocen tres versiones de esta obra. El Brihat Yoga Vasishta o Yoga Vasishta Maha Ramayana que bien podría ser la original; es la exposición más completa constituida por treinta y dos mil grantas ―verso hindú de treinta y dos sílabas―. Como toda obra realmente tradicional se atribuye a un nombre: Valmiki ―al que también se atribuye el Ramayana, una de las dos grandes epopeyas hindúes―. Ya hemos explicado en otras ocasiones que, evidentemente son nombres simbólicos, que no de individualidades que, como bien explicó Guénon, podría hacer referencia a un colectivo con una función espiritual concreta.

El Brihat Yoga Vasistha es un diálogo entre el sabio Vasishta y Sri Rama en el que apoyándose en innumerables historias ilustrativas expone la doctrina de la no-dualidad en su forma más pura ―las historias que la ilustran son un intento de hacer comprender la más alta exposición― la doctrina del ajatavada (la teoría del no origen).

La segunda versión conocida es el Laghu Yoga Vasishta, un compendio del anterior compuesto por seis mil versos. Esta suerte de resumen es atribuida a un maestro de Cachemira: Abhinanda Pandita. Al ser de una época muy posterior seguramente aquí encontramos ya trazas históricas, que pueden ser seguidas, y atribuirse a un personaje individual.

Y posteriormente nació, de la mano de un autor desconocido, la obra que hoy disponemos: El Yoga Vasishta Sara, un nuevo compendio del anterior en un intento de extraer lo esencial, compuesto por doscientos treinta versos divididos en diez capítulos.

Desde el año 1995 disponíamos del Yoga Vasishta. Un compendio de la editorial Etnos, un titánico trabajo de compilación, de traducción y plagado de notas explicativas de Ernesto Ballesteros en una preciosa edición de tapa dura de casi setecientas páginas. En ese libro, el querido Ernesto Ballesteros, daba cuenta de la existencia de este "Yoga Vasistha Sara" advirtiendo que "esta exagerada síntesis de doscientos treinta versos a duras penas puede expresar la esencia de esta gran obra como pretende el epíteto de 'Sara'". En esta ocasión no podemos estar de acuerdo en esta apreciación, muy al contrario creemos que este "Yoga Vasistha Sara" sí que logra condensar esa esencia que puede ―y, de hecho, ocurre― perderse en sus versiones mayores debido precisamente a su extensión. Además, esta pequeña esencia puede ser fuente de motivación para "atreverse" con sus versiones mayores, esta que disponemos de la editorial Etnos e incluso adentrarse en el universo mítico de las dos grandes epopeyas hindúes: El Ramayana y el Mahabharata.

Aunque quizá nos hemos extendido en esta introducción el motivo no es otro que hacer ver la importancia, y vicisitudes, de esta obra puesto que puede pasar desapercibida por tratarse un un librito de poco más de cincuenta páginas.

En cuanto al análisis de la obra en sí hay que tener en cuenta que estamos ante un tratado tradicional de la metafísica hindú, por tanto, solo puede tocar el corazón a aquellos que han sentido la llamada del espíritu dentro de ellos. De hecho, el segundo verso ―el primero es la tradicional invocación a la pura Consciencia― ya advierte: "Ni el que es totalmente ignorante ni quien conoce la Verdad son candidatos al estudio de este libro. Solo aquel que piensa: 'Estoy esclavizado; debo llegar a ser libre' es apto para estudiarlo".

Estamos entonces ante una obra para el amante de la verdad y que resuena profundamente con la tradición hindú. Como decíamos anteriormente sí que llega a ser una "esencia" del Yoga Vasishta y, por tanto, del vedanta advaita, hasta tal punto, que cada uno de sus diez capítulos es como una "esencia de la esencia". En esa transmisión de Vasishta a Rama nos encontramos desde las metáforas tradicionales, hasta la paradojas más agudas y bellas que colapsan la mente racional e, intercalado de cuando en cuando, un verso que refleja el radical punto de vista del ajatavada (el punto de vista de lo Absoluto); es decir, una auténtica obra de verdadera sabiduría.

Así pues podemos sentirnos afortunados de contar con esta "esencia", la cual, debería ser una especie de constante recordatorio para el amante de la verdad hasta que llegue a ser una encarnación de la Verdad misma y ―esta obra, como cualquier otra tradicional― bien podría serlo. El tercer verso, y con él terminamos, del Yoga Vasishta Sara nos da precisamente la pista:

"Hasta que uno sea claramente bendecido por el Señor Supremo, no hallará un gurú apropiado o la escritura correcta".

Y, ya por último y como curiosidad, decir que Bhagavan Sri Ramana recomendaba frecuentemente la lectura del Yoga Vasishta a quienes deseaban comprender el vedanta advaita; no podría ser una recomendación infundada.

José Manuel Lagunas

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