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Libros - Yolande Durán Serrano

el poder del silencio
La vida es mi método

El poder del Silencio

Yolande Duran-Serrano. "Un poder inefable me tocó con su gracia y me despertó a la Realidad Última, a este poder yo lo llamo silencio."

Dos meses después de vivir este despertar espontáneo, el hijo de Yolande murió en un accidente de coche. "Si la muerte de mi hijo no se llevó la alegría y la paz que se había instalado en mí, ya nada podrá hacerlo".

Antes de que el Silencio despertara su vida, Yolande no era una mujer creyente ni practicante, ni siquiera había comprado un libro de autoayuda. Su experiencia está aquí para demostrarnos que todos somos buscadores, lo sepamos o no. Todos recorremos el camino de la Vida guiados por las ilusiones, los juicios y los miedos de la mente, hasta que descubrimos que solo la Simplicidad, la Aceptación y la Confianza pueden llevarnos de regreso a casa. www.yolandeduran.com

Dolors Martorell, periodista y pedagoga. Dentro del mundo de la comunicación ha trabajado como creativa, guionista y realizadora, tanto en el medio televisivo, como de free lance para diferentes productoras y organismos. Algunos de sus últimos trabajos son los documentales: Una Realidad Paralela y Retratos del Alma; y los libros, Olvida lo que hemos aprendido para recordar quiénes somos realmente y Desde el Infinito y más Allá. Actualmente, vive y trabaja en Los Ángeles (California)

Detalles del libro:
  • Nº de páginas: 120
  • Encuadernación: Rústica
  • Formato: 10 x 14,5
  • ISBN: 978-84-94133640

Del Prólogo

Tras unos segundos en los que la música era la protagonista y mis pensamientos un remolino al que no podía poner freno, apareció Yolande.

Yolande se sentó a mi lado, en la silla vacía, pero no pude verle la cara. Dijo un par de palabras de bienvenida, y luego nos invitó a entregarnos a la meditación durante una media hora, o «lo que el Silencio proponga», dijo.

El último pensamiento que recuerdo fue, refiriéndome a Yolande, ¿cómo puede meditar en una silla?

Tras ese pensamiento, desapareció la música, las personas que estaban a mi alrededor... incluso Yolande. De repente, ya no había cuerpos sentados en zazen, tumbados en mantas o sentados en las sillas. Ya nadie meditaba en una postura correcta o incorrecta. Fue como si un pulsar único de energía se hubiera tragado el espacio y el tiempo y, con él, a todos nosotros.

Creo que solo el arte, la música, la pintura o la poesía, pueden transmitir el perfume de la liviandad Silenciosa que puede tocarnos en algún momento de nuestra vida.

Lo único que puedo decir es que sentarse en el Silencio que expresa Yolande, más que beber agua del río de una tradición, es saciarse en la fuente. Sentarse en el Silencio que expresa Yolande, más que buscar entre las palabras de un libro sagrado, es sumergirse en los espacios en blanco. Sentarse en el Silencio que expresa Yolande, más que encontrar esto o aquello, es perderlo todo. (DM)

Dolors Martorell

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