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Libros - Miriam Subirana

Mindfulness relacional
De la vacuidad a la plenitud

Mindfulness relacional

He aquí una inteligente invitación a explorar desde dónde practicamos la meditación. Muchas prácticas de mindfulness en Occidente se plantean desde ―y acaban por reforzar― un «yo separado». Por contra, en este libro encontrarás prácticas asequibles que te llevarán del mindfulness secularizado al mindfulness relacional, y de este a lo que podríamos llamar un «postmindfulness» que nos lleve a la práctica contemplativa, en la cual atravesamos otro puente que nos conduce de la vacuidad a la plenitud, hacia el atman, el núcleo sano, la esencia positiva y vital del ser.

Miriam Subirana proporciona ideas y prácticas relacionales para mejorar el bienestar, la autoestima, la presencia transformadora y el compromiso; para atravesar y disolver el sufrimiento; para el autoconocimiento; para generar actitudes abiertas y cooperativas y avanzar juntos en construir un mundo más amable, pacífico y en armonía.

Miriam Subirana
Miriam Subirana Vilanova

Es doctora en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, coach y directora de YesOuiSi. Combina la sabiduría del pensamiento oriental con la inteligencia espiritual, habilidades de liderazgo y la Indagación Apreciativa. Es la fundadora y directora internacional de IDeIA, Instituto Diálogos e Indagación Apreciativa.
Imparte talleres y conferencias por todo el mundo y es autora, entre otros títulos, de El poder de nuestra presencia, Indagación apreciativa, Meditación contemplativa y La gran liberación.

Más información

Detalles del libro:
  • Nº de páginas: 270
  • Encuadernación: Rústica con solapas
  • Formato: 13 x 20
  • ISBN: 978-8411211413

De la Introducción

Mi planteamiento surge de comprender el contexto en el cual se ha enmarcado el mindfulness en Occidente y la necesidad de regresar a sus raíces relacionales, para que puedas aprender a practicar el mindfulness relacional. La práctica te lleva a vivir desde tu ser relacional, en presencia plena y con una mente que vive en la unidad y la adualidad (no-dualidad), y no en la separación, en la división ni en la polaridad. Propongo regresar a la conciencia de abundancia que se vive desde la mente y el ser que percibe desde el todo. La práctica supone desafiar el orden individualista imperante basado en el ego y en la separación. Consiste en cultivar la comprensión de que la transformación, así como la solución de los problemas, ocurren reconociendo la interdependencia con el todo y entre nuestros procesos diarios relacionales, de intercambio y compromiso con los otros. Se trata de pasar de vivir desde la mente de separación a la presencia plena —en el ámbito personal y profesional—, incluyendo el contexto y el espacio de encuentro y la relación con otras personas.

La mentalidad de la separación lo ve todo a través de la dualidad: correcto-erróneo, positivo-negativo, justo-injusto, bueno-malo, hermoso-feo, dentro-fuera, sujeto-objeto, etcétera. Le falta ecuanimidad. Percibe la dominación y la subordinación, la jerarquía, la escasez, la competitividad y la supervivencia. Opera desde un paradigma de poder sobre en vez de poder con.

Quizá sintamos insatisfacción con nuestra vida, aislamiento, depresión, ansiedad, soledad, o puede que las diferentes situaciones y relaciones nos sobrepasan. Hay personas que ya han dejado de intentar tener relaciones saludables, íntimas y cercanas, por agotamiento, o sencillamente porque les desborda el alto nivel de toxicidad, locura, egoísmo, individualismo e ignorancia que imperan. Las creencias y los hábitos que nos impiden amarnos bien y plenamente, cuidarnos y cuidar del planeta, surgen de un malentendido: el espejismo de la separación. La mente de la separación nos ha alejado de los principios de abundancia, generosidad, reciprocidad e interdependencia que rigen en la naturaleza.

En todo momento contamos con la elección de retornar a la interconexión o de separarnos. A menudo no somos conscientes de ello y actuamos desde el piloto automático, los hábitos y condicionantes, y nos separamos de nuestro núcleo sano, positivo, vital y relacional. Cuando vivimos con la mentalidad de separación, no estamos plenamente presentes en la interconexión y perdemos energía. Cada vez que vivimos con la mente que percibe desde el todo y estamos en presencia plena, nuestro ser se energiza y revitaliza.

La interconexión es un estado natural del ser, sin embargo, dejamos de sentirlo al vivir en un entorno que nos condicionó a partir de la infancia. Aprendimos a etiquetar, comparar, reaccionar a la vida desde un lugar de desconexión, en vez de percibir desde el todo, la unidad con la vida. En inglés se dice oneness en vez de unity, sin embargo, en castellano ambas palabras se traducen como «unidad». Oneness sería darse cuenta de que todo está interrelacionado y, por lo tanto, unido e interdependiente de alguna forma con el resto. Solo nos permitimos experimentar la no separación cuando estamos en la naturaleza, inmersos en el deporte o en alguna actividad que requiere mucho esfuerzo físico, interpretando música o creando arte, pasando el tiempo con niñas y niños, o enamorándonos. Conocemos ese estado de no separación, pero por lo general lo vivimos como algo temporal y pasajero. En los próximos capítulos, te sugiero recorridos y prácticas para que sea un modo de ser y estar en el mundo.

En la mayoría de las propuestas de mindfulness, se ofrecen prácticas planteadas desde el yo individual. En las próximas páginas, te planteo un retorno al origen del mindfulness como heartfulness y presencia plena, practicado desde la mirada y el ser relacional que somos. Necesitamos pasar de la mente de separación a la mente que conecta y une, mediante prácticas que nos hagan avanzar como comunidad humana, que fortalezcan nuestros vínculos saludables y el compromiso para abordar colectivamente las situaciones que nos implican.

Compartiré contigo propuestas para dejar atrás la mente que separa y es dualista, para desarrollar una mente adual, un retorno a la interconexión, disolviendo el espejismo de la separación y recordando la interrelación del todo con el todo. Aquí encontrarás ideas y prácticas relacionales para mejorar el bienestar, la autoestima, la presencia, el engagement y el compromiso; para reducir e incluso atravesar y disolver el sufrimiento; para el autoconocimiento y la sabiduría relacional; para asentarte en tu centro vital; para vivir en plenitud; para generar actitudes abiertas y cooperativas, y así avanzar juntos en la construcción de un mundo más amable, pacífico y en armonía.

Creo puentes entre las bases budistas del mindfulness y la adualidad advaita, la meditación de origen índico y la concepción y vivencia cosmoteándricas de raíces cristianas. La realidad cosmoteándrica es aquella en la que todas las fuerzas del universo —las electromagnéticas, de la naturaleza, las divinas, las de la conciencia humana-— están entrelazadas. Es una no-dualidad trinitaria. Se vive en el presente en una interrelación no separable entre el cosmos, el Teo y el andros. Construyo estos puentes como un diálogo, que desarrollo en los siguientes capítulos. Diría que mi propuesta es un postmindfulness dentro de un movimiento espiritual y camino contemplativo, en el cual la sabiduría, lo ético y el silencio son pilares esenciales.

Para prosperar como personas, comunidades, organizaciones y pueblos, debemos estar dispuestos a reconectar con nuestra conciencia que percibe desde el ser relacional, en presencia plena, siendo conscientes de todo el sistema relacional y de cómo se desarrollan los procesos en las múltiples dimensiones de las relaciones. Se trata de pasar de operar desde la mente de separación a operar desde el ser que percibe desde el todo y profundizar en nuestro vivir plenamente presentes desde la mente adual y el ser relacional.