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Libros - Aitzol Zunzunegi Etxeberria

La Presencia oculta
Aquello que se manifiesta más allá de mí

La Presencia oculta

Este libro que sostienes en tus manos parte de una intuición básica. La Presencia oculta trata de refundar un pensar reconectado con el Logos. Pensar que, por otra parte, abandonamos con el pensamiento silogístico formal, aquel que da vueltas sobre sí mismo, sin por ello llegar a buen puerto.

El autor de este libro trata de volvernos a reconectar con el Logos y con aquella Presencia que se nos oculta.

Aitzol Zunzunegi Etxeberria (autor de La alegría sin causa y El salto cuántico espiritual) se adentra en los entresijos de aquellos paradigmas clásicos olvidados (Logos, Providencia...).

La Presencia oculta es su tercera incursión en la narrativa espiritual.

Detalles del libro:
  • Nº de páginas: 38
  • Encuadernación: Rústica
  • Formato: 14 x 21.5
  • ISBN: 978-8410284807

Extracto del libro

Vivir en armonía con el Logos (o Naturaleza entendida como totalidad) es la máxima o uno de los principios del estoicismo.

Y entender el Logos como aquello que cohesiona y mantiene el orden inherente a la realidad, es tranquilizador. Saber que el Universo mantiene cierta coherencia es encontrar consuelo donde a veces es difícil hallarlo.

Esta conexión entre destino o creación, Logos y Universo es ciertamente reveladora. Aunque a menudo nos perturbe, lo profundo es paradójico.

Muchos de los acontecimientos que se van dando en la realidad, obedecen a, metafóricamente hablando, “semillas que han de emerger de la tierra”. Me explico, nuestro anhelo genuino va abriéndose paso, desencadenando una serie de sucesos que se van desarrollando de manera espontánea, no arbitraria. Por ello, habremos de estar atentos a aquello que se nos muestra en forma de acontecimiento inesperado. Porque puede que sólo sea una muestra de aquello que va a devenir inevitablemente.

Entender la realidad como una especie de organismo vivo es conocer en mayor profundidad nuestro Universo. Es adentrarnos en el misterio conscientes de que nuevos horizontes se pueden abrir paso. Es comprender que aunque todo suceda de forma azarosa, este azar está ordenado por motivos y razones que se nos escapan.

Ciertamente, sabemos que nada es arbitrario y que todo obedece al guion de un plan que desconocemos. Un plan que está más allá de nosotros como sujetos, más allá de nuestra subjetividad.

Sea como sea, atender las señales que nos vamos encontrando en el camino, conscientes de que pueden ser muestras del Logos, indicadores que nos desvelan parte del misterio, es revelador.

Ojalá supiéramos lo que está por venir. Aquello que nos depara el destino. Para saber qué va a ser de nosotros. Qué es aquello que se va ir desarrollando con el tiempo.

Mientras tanto, avanzamos misteriosamente por el sendero de la vida, muchas veces, negando su cualidad, que no es otra que la incertidumbre, el misterio...

Paso a paso, el devenir se va abriendo paso. ¿Acaso hay algo más indescriptible que la magnificencia de la Obra cósmica?

Difícilmente podremos encontrar tantas interconexiones como en la realidad, en otros lugares. Sólo habremos de estar dispuestos a postrarnos ante el abismo de la creación.

Y eso que es tan inefable como inherente al propio Ser, es parte de este éxtasis místico que podemos experimentar naturalmente: la belleza inherente al Ser, la grandeza del Ser...