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Libros - Juan Manzanera

El placer de meditar

El placer de meditar

Somos muchos más de los que pensamos y meditar es una manera de vivir que nos acerca a descubrirlo. El placer de meditar nos enseña a vivir con más atención. La fe en uno mismo, el privilegio de amar, la insatisfacción del deseo, las relaciones difíciles y la impaciencia cotidiana, nos recuerdan que la felicidad está ya en nuestro interior y sólo necesitamos deshacernos de los estados mentales que nos impiden reconocerla.

Con una exposición sumamente amena, llena de ejemplos y anécdotas, nos aporta una exquisita selección de ejercicios de meditación eminentemente prácticos, útiles para principiantes y estudiantes avanzados.

Meditando sobre la atención, el amor, la muerte, la sanación o la naturaleza de la mente, tendremos una nueva visión de nosotros mismos y descubriremos el placer de la meditación, una poderosa herramienta vigente durante siglos.

Juan Manzanera

Juan Manzanera (Valencia, 1957)

Licenciado en Psicología Clínica, diplomado en Psicoterapia Gestalt, Master en Terapia Breve Estratégica, formado en Terapia de Aceptación y Compromiso, en EDMR y en Psicoterapia Integrativa con Claudio Naranjo. Conoció el budismo de la mano del Lama Thubten Yeshe y Lama Zopa Rinpoché, y fue monje de la tradición tibetana durante doce años, ordenado por S.S. el Dalai Lama. Lleva impartiendo cursos de meditación más de 30 años y creó la Escuela de Meditación en Madrid.

Más información

Detalles del libro:
  • Nº de páginas: 230
  • Encuadernación: Rústica con solapas
  • Formato: 14.5 x 21.5
  • ISBN: 978-8412603613

De la Introducción:

El propósito del presente libro de meditación es hacer nuestra vida más rica.

Muchos son los que piensan que ya tienen bastantes ocupaciones como para encima tener que sacar tiempo para meditar. No he querido poner una obligación más a las que tenemos sino ayudar a enriquecer lo que ya realizamos viviendo con más conciencia y mayor contentamiento. Tras muchos años fuera y dentro de la meditación estoy convencido de que la alegría auténtica viene de nuestro interior. Siempre que observo mi vida me doy cuenta de que los momentos más felices han sucedido cuando estoy en pleno contacto conmigo mismo, y por otro lado, cuando he estado descentrado hasta las situaciones más maravillosas se han vuelto insulsas.

Este libro surgió de los cursos de meditación que he venido impartiendo en los últimos años. Aunque mis fuentes son budistas quise enseñar budismo sin ponerle etiquetas ni forzar a nadie a sentirse budista por hacer meditación. Así elucidé una visión útil para todos y una serie de meditaciones que sirvieran para vivir con más calidad.

En la primera parte describo la filosofía implícita en la meditación. Si la resumiera brevemente diría que ante todo subyace la idea de que ahora mismo ya está en nosotros toda la felicidad y lo único que nos impide vivirla es nuestra propia mente. Desde esta perspectiva explico que no se trata de llegar a estados de conciencia diferentes, sino de apartar lo que nos sobra para que emerja el estado de gozo que poseemos por naturaleza. Es decir, si el problema está en nuestras creencias, prejuicios, expectativas, miedos y demás, lo importante es conocer nuestra mente y evitar que nos impidan ser felices. Esto que no se consigue a base de fuerza de voluntad sino cambiando nuestra manera de vivir: actuando desde el corazón y la conciencia, o como dice el budismo, viviendo con simplicidad, altruismo y sabiduría.

La segunda parte del libro contiene técnicas de meditación encaminadas al desarrollo de la atención, a conocer la mente y a deshacer las trampas que nos ponemos a nosotros mismos. Son meditaciones que he extraído de diversas fuentes budistas, la mayoría con alguna adaptación. De modo que nada de lo que he escrito es nuevo.

Para finalizar he querido cerrar el libro con algunas sugerencias acerca de cómo realizar una práctica intensa de meditación, tal como hacen los monjes y las personas más dedicadas al camino espiritual. Al igual que cuando aprendemos algo nuevo suele ser muy efectivo realizar un intensivo, también es recomendable dedicar unos días para hacer sólo meditación.