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Aitzol Zunzunegi Etxeberria

El reino de lo posible ilimitado

Por Aitzol Zunzunegi Etxeberria
Aitzol

¿A qué me refiero cuando hablo del reino de lo posible ilimitado? ¿Al reino de los cielos? ¿Al paraíso en la tierra? ¿O acaso es simplemente una referencia al misterio?

El término “reino de lo posible ilimitado” los aúna a todos ellos.

Cuando no hay separación entre sujeto y objeto, al romper esa dicotomía, comenzamos a experimentar que todo es Uno.

Y al experimentar que todo es Uno nos adentramos en el misterio, dándonos cuenta de que el reino de los cielos o el hogar, en definitiva, están aquí en la tierra. Ahora bien, contemplando desde el no saber o el asombro, todo aquello que nos rodea, nos damos cuenta de que estamos ante el reino de lo posible ilimitado. Aunque muchos se empeñen en mostrarnos una realidad apática y carente de misterio desde su mirada ordinaria, sabemos que estamos ante la obra o creación divina.

Porque sabemos que todo es Dios, o Brahman, o Tao…

Lo cierto es que vivir en el asombro está al alcance de todos. Ahora bien, para ello habremos de desprendernos de nuestra mirada habitual, ordinaria, incrédula…

Y de esto se trata, de “darnos cuenta”, de saber más del misterio, de adentrarnos en él.

La realidad es el reino de lo posible ilimitado y con ello me refiero, básicamente, al misterio.

No estoy diciendo que te vaya a tocar la lotería, ni que te vayan a ofrecer un trabajo mejor remunerado, o un ascenso, ni nada por el estilo. Eso formaría parte de un pensar mágico del cual no me quiero desentender, que quede claro. Porque tú y yo sabemos que hay cosas que no van a suceder.

De todas formas, démonos cuenta de las grandes “casualidades” que se dan en la realidad. ¿Realmente los son?

Yo diría que nada es casual, que todo sucede por la Gracia. Y en esa espontaneidad que nos muestra la realidad, todo recobra tanto sentido que sabemos que el reino de los cielos está aquí en la tierra.

Dejémonos sorprender por las sincronicidades, por las enormes “casualidades” como llamamos comúnmente. Y nos daremos cuenta que estamos ante el reino de lo posible ilimitado.

¿Y qué relación hay entre este reino y el paraíso? Básicamente, estamos hablando de lo mismo. Las cosas suceden por la Gracia divina de Dios.

Dios entendido como totalidad, como Uno, como Brahman. Porque tú y yo somos Eso.

Y esta es la enseñanza del Advaita en el fondo, ese Brahman no dual, Eso eres tú.

Por eso y por la espontaneidad de la Gracia hablamos del reino de lo posible ilimitado.

Decir que nada es casual, no significa que todo obedezca a una causa, ni que no exista el azar. Más bien, sabemos que todo es espontáneo, un florecer constante, un asombrarse ante el misterio.

Por eso el reino de lo posible ilimitado se ajusta más a la realidad que cualquier otro concepto.

Seamos capaces de experimentar la Gracia, de abrazar esta sinfonía sin nombre, de adentrarnos en el misterio en definitiva.

© Aitzol Zunzunegi Etxeberria, 12 de febrero de 2021