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Biografías y Reseñas - Sri Anandamayi Ma

Sri Anandamayi Ma

Por José Manuel Lagunas
Anandamayi Ma

Añadimos a Sri Ma Anandamayi a esta bibliografía, no tanto como una excepción, sino por constuir un bello y, también, paradigmático caso en la tradición hindú.

Como excepción sería porque, en realidad, ella nunca dejó enseñanza escrita; lo que sí hay son frases recogidas por sus numerosos devotos. Y es un caso paradigmático, especialmente en la tradición hindú, en donde las personas son consideradas sabias por su realización y establecimiento en el Ser y no por su erudición.

Y esa condición la encarna a la perfeción Sri Ma Anandamayi una persona sin preparación, sin apenas estudios, pero que en un momento dado empezó una "realización espontánea" a partir de la cual su presencia irradiaba las cualidades divinas que todo ser porta en potencia.

Sri Ma Anandamayi nació el 30 de abril de 1896 en una pequeña aldea del Bengal oriental, actualmente Bangladesh, una zona muy remota en donde la influencia británica apenas se notaba y cuya población era predominantemente musulmana. Su padre Bipin Bithari Bhattacarya pertenecía a una familia de distinguidos brahmanes de inclinación vaisnava. Y su madre Moksada Sundari, descendiente también de familia religiosa, compartían prácticas espirituales, especialmente cantos devocionales, llegando incluso a componer kirtans que todavía se conservan entre la población rural de la región.

Sri Ma Anandamayi (en los diversos libros y escritos se refieren a ella de esta manera pero también como "Sri Anandamayi Ma", "Anandamayi Ma", "Sri Ma" o simplemente "Ma" ―en adelante nosotros lo haremos como "Anandamayi" ) recibió al nacer el nombre de Nirmala Sundari ―Belleza Inmaculada― era la segunda hija, la primera murió a los tres años, y después vinieron seis hermanos más. Criada en un ambiente cercano a la pobreza apenas recibió educación escolar puesto que en dicho contexto se necesitaba de ella para las tareas domésticas, cuidar de hermanos, etc. Así pues sin formación "académica" apenas sabiendo escribir y sin interés en leer libro alguno es otro caso más (Ramakrishna Paramahansa, el mismo Sri Bhagavan) de que la verdadera sabiduría no depende ni se aprehende de los libros. En palabras de Anandamayi: "Cuando alguien desea realmente a Dios y nada más que a Dios, en su corazón lleva escrito su libro y no necesita ninguno salido de una imprenta".

Nirmala absorbió el ambiente religioso de sus padres pero no recibió formación religiosa específica. Siguiendo las costumbres de esa época sus padres buscaron un marido para Nirmala que debía ser igualmente de familia brahmánica. Rmani Mohan Chakravati fue el elegido, más tarde se le conocería por el nombre de Bholanath. La boda se celebró cuando Nirmala no había cumplido todavía los doce años pero no vivieron juntos durante los primeros años hasta que Nirmala cumplió los catorce para que fuera a vivir con la familia de su marido, en un pueblo llamado Sripur, donde desempeñó toda tarea doméstica convirtiéndose sobre todo em una experta cocinera. Al fallecer su cuñado ―vivían en su casa― se trasladó a casa de sus padres hasta que definitivamente se reunió con su marido en un pueblo del Bengal oriental comenzando verdaderamente su vida en pareja, la cual evidentemente no fue nada usual, debido el enorme potencial espiritual que se atesoraba en la entonces Nirmala (en los dos libros que comentamos se explica con detalle esta chocante circunstancia).

El caso es que ese potencial espiritual se fue manifestando espontáneamente en una época de su vida que se le denomina la "sadhana" y que de nuevo tiene muchas semejanzas con el caso de Ramakrishna solo que en Anandamayi todavía es más espectacular ya que no contó ni con el apoyo de gurus y desconocía por completo las escrituras religiosas. Hay multitud de anécdotas en esta etapa que, de nuevo, se recogen en estos libros y que nos hacen ver que nos encontramos con un caso prácticamente único (que se haya documentado).

Tras una asombrosa "auto-iniciación" y posterior iniciación a su marido Bholanath (algo fuera de todo canon ortodoxo hindú) surge una interesante época en que Anandamayi permanece en completo silencio durante años. Se trasladan por razones de trabajo de Bholanath a Dacca a un lugar conocido como los jardines de Shal-bagh donde empieza a formarse poco a poco un grupo de devotos y sus primeros viajes dando lugar a ashrams (ermitas-monasterios) en diferentes lugares. En ese época tiene lugar también el encuentro con sus dos grandes devotos: Didi que se convierte en su asistenta personal, gracias a la cual hay recogida una ingente información de la vida de Anandamayi; y Bhaiji su gran devoto y que también escribió uno de los relatos más inspirados sobre Anandamayi "La Madre, tal y como me fue revelada" y a quien se le debe el apelativo de Anandamayi Ma ―Madre rebosante de dicha suprema― para Nirmala.

Con los años los viajes se sucedieron por todo el norte y centro de India surgiendo numerosos ashrams inspirados en su presencia y también viajó al sur visitando los lugares sagrados más famosos y los ashrams de Pondicherry (allí se entrevistó con la Madre compañera espiritual de Sri Aurobindo) y, por supuesto, el Ramanasramam de Sri Ramana ―ya fallecido― (S.S. Cohen recoge en sus relatos dicha visita). Y sus devotos empezaron a ser ya no solo indios ―hindúes y musulmanes tanto de habla bengalí como hindi, tanto gente común como santos, eruditos, personajes públicos― sino también occidentales, hecho éste que sorprendía mucho a los indios que en aquella época les costaba comprender la perspectiva occidental sobre la vida, sin embargo, a Anandamayi nunca le dejaron perpleja ni desconcertada sus preguntas; según numerosos relatos en ella encontraron un guru pero también una Amiga.

En muchas ocasiones Anandamyi se refería a ella misma como "un ave que ha alzado el vuelo, un ave que es libre de posarse en cualquier rama al azar para, seguidamente, volver a echar a volar". Y así transcurrió la vida de Anandamyi hasta su último viaje, trasladándose con sus más íntimos de un lugar para otro sin ningún plan preconcebido y atrayendo allá donde iba cual poderoso imán a un incalculable número de devotos en busca de su darshan (mirada, presencia, toque) o para demandarle algún consejo en su trayectoria espiritual. La información sobre sus palabras y recorrido vital proviene precisamente de lo que recogieron sus más ardientes devotos.

Anandamayi quiso que su último viaje fuese al ashram de Kishenpur donde precisamente Bholanath había partido cuarenta y cuatro años antes. Su presencia física finalizó el 27 de agosto de 1982 sin dar instrucción alguna a sus asistentes salvo (al igual que Sri Bhagavan Ramana) lo que siempre les había dicho sobre su despedida: "¡Siempre estoy con vosotros!"

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