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satchitananda

Esponja marina

Dificultades con el lenguaje

Por satchitananda 29 de abril de 2024 Versión PDF

Le esponja marina vive sumergida en el agua del océano.
El agua está dentro de la esponja llenándola completamente, también está fuera de la esponja rodeándola completamente por todas partes y el agua también está «en la esponja» atravesándola completamente.

¿Cómo podría esa esponja no mojarse?
¿Cómo podría esa esponja estar completamente seca?

El agua del océano representa a Ananda (La Dicha inefable).

La pregunta no es ¿Cómo es posible sentir o experimentar a Ananda?
La pregunta es ... ¡Cómo es posible no sentirla o no experimentarla!

Si Ananda no está aquí («parece» no estar aquí) entonces estamos en el infierno (mental-psicológico) (ese es un pensamiento muy infeliz, muy desdichado)

Si Ananda está aquí entonces estamos en el cielo.

Pero ¡Ánimo! No temáis, no os preocupéis: ... Ananda está aquí.

El denso nubarrón que oculta (parece ocultar) a Ananda es la mente.

Cuando decimos sat, chit, ananda pareciera que estamos hablando de tres cosas diferentes, pero en realidad sat, chit y ananda son una sola cosa y la misma.
Una llama de fuego es una realidad indivisa e indivisible que percibimos en forma «doble» simultáneamente como luz mediante la vista y como calor mediante el tacto, son los sentidos físicos vista y tacto los que son discretos, diferenciados y no la llama de fuego indivisa, la llama de fuego es luz y es calor y esa luz y ese calor son una sola cosa y la misma, son: «la llama de fuego».
En el mundo concreto en donde se manifiesta esa llama, que alumbra y quema, no es posible separar a la luz y al calor de la llama de fuego.
Tal separación puramente imaginaria sólo ocurre en la mente.
De la realidad indivisa que es la llama de fuego la mente «abstrae» dos abstracciones puramente imaginarias a las que llama: «propiedades del fuego».
Esas «propiedades» del fuego son:

  1. Luz
  2. Calor

Y ahora parece que tenemos tres cosas en lugar de una sola:

  1. Fuego
  2. Luz
  3. Calor

Pero la verdad es que sólo hay una cosa: la llama de fuego (que al mismo tiempo alumbra y quema)
La mente luego se olvida de que ha realizado semejante truco de prestidigitación (sacando dos conejos de la galera o chistera) y sin más pasa a considerar a las «propiedades del fuego» (que son puramente abstractas e imaginarias) como si fuesen de la misma categoría que la llama de fuego concreta (que alumbra y quema)
Luego la mente se va enredando cada vez más en su propia telaraña y dice por ejemplo: «la luz y el calor son “inherentes” al fuego», pura fraseología intelectual y filosófica altamente intrincada pero que no significa nada.
Finalmente la mente llega al límite de su capacidad y concluye diciendo:

«Nada se puede decir acerca de la llama de fuego, la llama de fuego no posee propiedades ni atributos»

Pero esto sigue siendo puro palabrerío intelectual, racional.

Sencillamente la mente no puede conocer, aprehender, comprehender a esa llama de fuego (ni al gato, ni al perro ni a nada) que está más allá de la mente, sólo se puede «ser» la llama de fuego. Sólo la llama de fuego «es» ella misma.

Sólo se puede SER Âtman, sólo Âtman «es» Âtman.

En el caso de Âtman la llamada «mente individual», es decir el complejo mecanismo sutil manomaya kosha-vijñana maya kosha que conforman al anthakarana u órgano interno, una de cuyas funciones es buddhi, el intelecto, no puede conocer a Âtman.
La mente no puede fabricar idea alguna acerca de Âtman, no puede pensar a Âtman (es impensable para la mente) la mente no puede imaginar a Âtman (es inimaginable para la mente) la mente no puede visualizar ni representar a Âtman (es imposible para la mente) la mente no puede comparar a Âtman con nada conocido, con nada que se encuentre en sus bancos de memoria repletos de ideas y conceptos.

En definitiva, para la mente Âtman es la nada absoluta.

La mente es como una supercomputadora avanzadísima, si se le pregunta : ¿Qué es Âtman? La computadora guarda silencio total, o bien dice: «no es posible responder, datos insuficientes, datos insuficientes, datos insuficientes, no es posible responder», o bien la computadora comienza a vibrar y a temblar, a echar chispas y despedir humo y finalmente se incendia y se auto-destruye y esto es porque se ha pretendido llevarla más allá del límite de su capacidad.

Cuando se dice:
«Nada se puede decir acerca de Âtman, ni siquiera que Âtman es».
«Âtman no posee atributos».

(¿Si nada se puede decir acerca de Âtman, cómo pues dices que Âtman no posee atributos? No lo sabes)

Es la llamada «mente individual» lo que afirma todo lo expresado arriba.
(puro palabrerío «mecánico» ... datos insuficientes, datos insuficientes ... )

¿Pero qué podría saber la mente?
Solo Âtman SABE (no piensa, ni cree, ni imagina sino que SABE) lo que Âtman ES.
De modo que cualquier cosa que la mente diga acerca de Âtman no significa nada, es puro palabrerío mecánico que merece tanta escucha y atención como los improperios de un borracho en la calle o las incoherencias de un loco en el manicomio.

La mente racionaliza, deduce, induce, analiza, sinteriza.
A lo más que puede llegar es a «filosofar» o elaborar elevadas e intrincadas teorías filosóficas, sistemas de pensamiento, ideas extremadamente abstrusas (esto hace el vijñana maya kosha)
La llamada mente superior o cuerpo mental superior (el vijñana maya kosha) sólo puede «hablar» acerca de la verdad, pero a la verdad misma no la puede comprehender, no la puede aprehender, no la puede conocer, no la conoce, no tiene ni idea de lo que pueda ser «eso».
El vijñana maya kosha sólo puede distinguir, o discernir entre dos o más elevadas teorías filosóficas: «esto dice Parménides, esto dice Lao Tsé, esto dice Siddharta Gautama, esto es una manzana, esto es una banana, esto no es una manzana ... ¿Qué es esto?» El vijñana maya kosha se vuelve erudito como una rata de biblioteca.

Sólo iluminado por un rayo de luz del prajñâ, sólo a la luz del prajñâ, sólo a la luz de la visión directa de la Verdad es que el vijñana maya kosha puede verdaderamente discriminar (viveka) y no meramente discernir, sólo iluminado por el prajñâ el vijñana maya kosha puede discriminar entre lo verdadero y lo falso (acerca de Âtman, no acerca del electrón, la gravedad, o la mitocondria) admitiendo a lo verdadero y excluyendo a lo falso. Y el prajñâ procede de Âtman, ¡el prajñâ ES Âtman! ya está la mente de nuevo «abstrayendo» abstracciones puramente imaginarias al decir: «el prajñâ procede de Âtman» como si tuviésemos dos cosas (Âtman y el prajñâ) en lugar de una sola, así es la mente, es «dual» por naturaleza, sólo es capaz de abstraer, dividir, fragmentar, clasificar, sub-clasificar:

«Estas son las dos propiedades del fuego: luz y calor»
«La luz y el calor son inherentes al fuego»
«El frío es inherente al hielo»
«Hay que distinguir entre el contacto con el frío y el frío mismo»
«Estas son las seis caras del cubo»
«Estas son las doce aristas del cubo»
«Estos son los ocho vértices del cubo»
«Estos son los ocho ángulos triedros del cubo»
( ¡Sólo existe el cubo, visible para la vista y palpable para el tacto! )

«Lo cinco estos y los doce aquellos»

«Este móvil tarda un tiempo de 8 segundos en recorrer una distancia de 14 metros.»

(Sólo existe el movimiento, de la realidad indivisa e indivisible del movimiento la mente ha abstraído «dos» abstracciones puramente imaginarias y las ha llamado: tiempo y distancia igual que hizo con «las propiedades del fuego»)

«Brahman vive»
«Hay que distinguir entre la vida de Brahman y Brahman mismo»
(dice el dualista vijñanamaya kosha como si hubiese dos cosas y no una sola)

La llamada mente individual es como un ser chato que vive en un mundo bidimensional llamado plano (Planilandia). En ese mundo plano «una» mente chata elabora la «teoría del hiper-cuadrado» (el cubo tridimensional sólido)

«El hiper-cuadrado en teoría poseería tres dimensiones: largura, anchura y altura».
«La tercera dimensión altura es imaginaria, de modo que la expresamos multiplicada por la unidad imaginaria».
«Etc.»

¿Pero qué rayos podría ser «eso» (la tercera dimensión) para un ser chato?

Para un ser chato la tercera dimensión resulta ser: «La nada absoluta», puede pensar, hablar y escribir un millón de palabras acerca de la tercera dimensión pero jamás podrá vivenciarla, experimentarla.

Otra mente chata afirma:

«Nada se puede decir acerca del hiper-cuadrado»
«No se puede decir que existe ni tampoco que no existe, ni que ni existe ni no existe, ni tampoco que existe pero no existe»

Otra mente chata afirma:

«No existe ningún hiper-cuadrado, eso que llamamos existencia o existente no es más que los cuatro vértices (del cuadrado) los cuatro lados (del cuadrado) los cuatro ángulos (del cuadrado) y las dos diagonales (del cuadrado) (las dos estas y los cuatro aquellos)

¡PERO CLARO! PARA EL SER CHATO EL HIPER-CUADRADO (el cubo) ES LA NADA ABSOLUTA (no podría ser de otra manera)

Algo parecido a: «No hay âtman, no existe ningún âtman», sólo existen (en forma «relativa», en estado de flujo-cambio permanente) los cinco koshas.

Pero supongamos que sí existe el hiper-cuadrado, es decir, el cubo sólido tridimensional.
Y supongamos algo más, supongamos que el cubo es un ser viviente que PUEDE comprimirse infinitamente en la tercera dimensión llamada «altura» hasta que esa altura llega a ser cero absoluto, o en otras palabras el cubo puede convertirse en un cuadrado plano bidimensional.
Digamos que esa «compresión infinita» en la tercera dimensión no es real sino «ilusoria» es de naturaleza hipnótica, auto-hipnótica.
Decimos que el cubo «se olvida» de sí mismo, se olvida de que él es un cubo y «cae» en una profunda alucinación auto-hipnótica.
Esa alucinación de origen auto-hipnótico no es sino una «proyección», el cubo tridimensional proyecta una proyección bidimensional de sí mismo, proyecta una «sombra plana», esa sombra plana es la alucinación.
El cubo se identifica con su alucinación así como en el cine un espectador se identifica con su personaje favorito, pero el cubo se identifica con su proyección de manera infinita o absoluta (es lo mismo, puras palabras) como si en el cine el espectador se metiese dentro de la pantalla en una «inmersión cinematográfica total» y olvidase ser el espectador y creyese ser el personaje cinematográfico.
En otras palabras: el cubo se olvida a sí mismo y cree ser (a rajatabla) cree ser un cuadrado chato y ahora dice: «No existe el cubo» (el hiper-cuadrado)

Eso es todo, el problema es cómo «despertar» al cubo de su profundo sueño autohipnótico y convencerlo de que él no es un cuadrado sino un cubo, si «despierta» se EXPANDE en la tercera dimensión, es decir, le retira toda su atención a esa proyección bidimensional de sí mismo, esa sombra chata, cuadrada y la compresión infinita desaparece, se disipa, la compresión nunca ocurrió realmente, fue solo una alucinación de existencia «relativa», no absoluta. Es como si el espectador volviese a salir de la pantalla de cine en la que se había metido, se sienta de nuevo en su butaca, se apaga el proyector y las luces se encienden.

 

Veamos que dice el Avatar de Shiva, El Señor Adi Shankaracharia, en el Viveka Cuda Mani.
(Shiva es el «destructor», el destructor de mayâ la ilusión, el destructor de avidyâ la ignorancia, Shiva es IMPLACABLE con mayâ la ilusión, tal como Adi Shankara lo era).

1. Me inclino ante Govinda (1), que es el Satgurú (Brahman) y cuya naturaleza es la Dicha Suprema (Ananda) a quien sólo se puede comprender una vez que se ha realizado el Conocimiento Supremo (Yo Soy Brahman) descrito en el Vedanta pues está más allá del alcance de las palabras y el pensamiento.

«Eso» (Ananda) es lo que Brahman ES: Dicha Suprema, pura, incorpórea, inmanifestada, no es un atributo, «es esencia divina» (la mente comienza de nuevo con su palabrerío hueco)

En cuanto a Sat y Chit es como en el caso de esa llama de fuego de la que hablamos al comienzo de este artículo, ese fuego que es luz y es calor. Fuego, luz y calor son sólo tres diferentes palabras para nombrar a la misma cosa: «fuego».

Del mismo modo Sat, Chit y Ananda son tres diferentes palabras para nombrar a lo mismo: «Ananda».

El sistema nervioso humano puede experimentar en forma infinitesimal a esa Ananda infinita, pura, incorpórea hasta un cierto límite.
Si el estado de ánimo comenzara a elevarse más y más y más ... ningún sistema nervioso humano o sobrehumano podría resistirlo, los átomos del cuerpo físico no podrían resistir una frecuencia vibratoria tan elevada y se convertirían en luz, la frecuencia vibratoria de esa luz seguiría elevándose hasta alcanzar la frecuencia vibratoria del akasha (la luz se convertiría en akasha) la frecuencia vibratoria continuaría elevándose hasta alcanzar el infinito y el akasha manifestado sería reabsorbido en Lo Inmanifestado: Ananda pura.
(Dejo a criterio del lector considerar todo esto como metafórico o tomarlo literalmente).

Realizar a Brahman no es especulación filosófico-metafísica, no es un enigma infinito, inimaginable, incognoscible, irresoluble (lo es para la mente).

Realizar a Brahman es encontrar dentro ti una dicha que es «por sí misma», «sin causa».

Cuando se la encuentra, uno descubre que «mantenerse en ella permanentemente» es la tarea más difícil que puede emprender el ser humano.
Es como trazar un círculo en el suelo e intentar mantenerse firme y estable en el centro del círculo.

Pero vienen unos forzudos, musculosos, hercúleos, que te toman de tus ropas y te jalan fuera del círculo una y otra vez, con una fuerza irresistible. Esos forzudos son las preocupaciones mundanas.

Pero si lo logras, esa dicha plena sin causa, se hace permanente e inmutable de manera tal que ahora resulta absolutamente imposible experimentar tal cosa como deseo o temor.

No te es posible experimentar temor nunca más porque esa dicha plena sin causa que te invade es seguridad psicológica sin causa, invulnerabilidad psicológica interna sin causa total, inmutable.

No te es posible experimentar más deseo porque esa dicha plena sin causa que te embarga es satisfacción plena sin causa, inmutable y nada necesitas (y no porque hayas reprimido al deseo por medio de la voluntad, siguiendo algún camino especial).

¿Cómo tener la certeza de que se ha trascendido definitivamente al falso yo (al ego) al ahamkara?

Cuando ya no es posible experimentar deseo ni temor, ciertamente es porque el ahamkara («el hacedor») el ego, el falso yo, ha sido trascendido definitivamente.

¿Cómo tener la certeza de que se ha realizado a Brahman?

Cuando ya no es posible experimentar nunca más ni temor ni deseo porque la dicha sin causa se ha vuelto permanente, inmutable, invulnerable, intocable, es porque ciertamente se ha realizado al Brahman sin forma (nirguna)

Si la dicha sin causa se hace permanente e inmutable en ti puede ocurrir lo siguiente:

Puede ocurrir que estés en medio de un campo de batalla en el que dentro de contados instantes se van a enfrentar dos ejércitos enemigos.

Y cuando ambos ejércitos enemigos están a punto de chocar a pocos metros de ti, a tu derecha y a tu izquierda, tu DESPREOCUPACIÓN es tan absoluta e inmutable, que tú embargado completamente por una paz inmutable, dulce, serena, apacible, pacífica, sencilla, humilde, tú te tiendes de espaldas en el pasto, cruzas los dedos de tus manos detrás de tu nuca y te dedicas a disfrutar contemplando el espectáculo de las nubecillas blancas contra el firmamento azul y a disfrutar de la calidez del sol que entibia tus ropas y la piel de tu rostro.

¿Tu cuerpo puede ser completamente destruido al chocar esos dos ejércitos?
Por supuesto que sí, pero a ti eso no te importa en absoluto porque tú:

No naces y no mueres
Las armas no te cortan
El fuego no te quema
El agua no te moja
El viento no te seca
No estás sujeto al karma ni a la reencarnación
No puedes evolucionar ni involucionar, ni ascender ni descender

La certeza de todo esto es absoluta porque se ha realizado a Brahman.

¿Creías que la «invulnerabilidad» era invulnerabilidad física y que era cosa de que tu cuerpo se volviese indestructible, o que tuvieses el siddhi de «teletransportarte» a otro lugar en una centésima de segundo?

Ja, ja, ja ... no, no se trata de eso, deja esas cosas para los que hacen subir a kundalini hasta la coronilla y al realizar a Ishvara tienen más siddhis que el mismo Brahma.
Pero al llegar el pralaya en la noche de Brahma, el manifestado Ishvara (con todos sus siddhis cósmicos) es reabsorbido en Lo Inmanifestado y desaparece ... ¿El próximo Ishvara que surja al comienzo del siguiente nuevo ciclo del universo ... es el mismo Ishvara que desaparece ahora en el pralaya?
Ja ja ja ¡Buena pregunta! El electrón que desaparece aquí y aparece allá ¿Es el mismo o es otro?
Ja ja ja, no tienen importancia ni la pregunta ni la respuesta, no significan nada, el electrón es insignificante e Ishvara es insignificante, es la mente la que se plantea esas preguntas, ignóralas como a los improperios de un borracho en la calle, o a las incoherencias de un loco en el manicomio.

Pero esa DESPREOCUPCIÓN total para el mundo es locura, locura de un maniático que está rematadamente loco.

Tal vez, pero ... ¡Bendita locura! es la divina locura de un Ramana Maharshi y de un Nisargadatta Maharaj.

Notas:
  1. Un Jivanmukta (liberado en vida) discípulo de Gaudapada y Maestro de Adi Shankara
Artículo por satchitananda