Libros - Matías Márquez

alma embriagada

Nací en Barcelona (España), en 1967. Desde que recuerdo he estado creando poemas y escritos. La educación adquirida a nivel oficial, no pasa de ser básica.
Mi expresión literaria viene fundamentada por la experiencia interior de nuestro ser primordial.
Toda la humanidad es mi familia, es por ello que busco la unión en cada uno de los poemas que escribo.
No creo en dogmas, ni en instituciones asentadas en el materialismo espiritual.
El Amor Perenne, es la Fuente de la cual manan las palabras plasmadas en el papel.
Cada sufrimiento del ser humano se encuentra ligado a mi propia persona, pues:

TODOS SOMOS UNA ÚNICA COSA CON LA DIVINIDAD.

* * *

Introducción

Transcribir los procesos internos de mi ser, resulta harto difícil.

Los atisbos y sensaciones que pueden percibirse en ciertos momentos, se convierte en una ardua tarea cuando se desean reflejar sobre el papel. Debemos de entender que el lenguaje del alma es como un susurro apenas perceptible por nuestros sentidos naturales, debido al caos reinante en la mente humana. Tan solo nos será posible si acallamos los incesantes alaridos del ego.

Los pensamientos y reflexiones siguientes surgieron de instantes en los cuales pude observar y captar los mensajes sutiles provenientes del ser interno. He intentado que estos sean un fiel reflejo de lo que en esos momentos escuché. No obstante, soy consciente de que muchas de las lecciones impartidas por mi alma, no son más que un leve reflejo de lo percibido cuando he intentado traspasarlas a letra impresa. Aun así, espero ardientemente que lo que está escrito en estas páginas sea de ayuda para el lector, confiriéndole momentos de vislumbre y goce espiritual. Este es mi mayor deseo, que no queden en simple letra muerta, sino todo lo contrario, que se conviertan en palabras de ayuda y de consuelo.

Que la luz del amor os guíe por el camino de la vida.

ACERCA DE TI

Te he reconocido como hermano mío,
Tus penas y desventuras, como propias las he sufrido.
Tus triunfos y logros, como si de mí se tratasen,
Los he gozado.

Cuando Tú reías,
Yo reía contigo.
Cuando llorabas,
Eran mis lágrimas las que derramabas.

Si alguna injusticia te proferían,
Entristecido me sentía.
Si alguna alabanza te concedían,
Enaltecida se encontraba mi alma.

Querido hermano, aunque tú no lo veas,
Tus ojos son mis ojos.
Amado amigo, aunque tú no lo sientas,
Tus oídos son mis oídos.
Alma mía, aunque tú no lo percibas,
Tu nariz es mi nariz.
Corazón mío, aunque tu no lo saborees,
Tu paladar es mi paladar.
Amor mío, aunque tú no lo palpes,
Tu tacto es mi tacto.
Tu aliento, es el mío.
Tu palpitar, es el mío.
Tu vida, es mi vida.

Nada más puedo agregar.
Tan solo anhelo, que por fin descubras,
Que lo que tú ves separado,
Únicamente un espejismo de la vida es.
Que no existe más que el UNO.

Supongo, mi querido hermano,
Que por fin descubrirás esta verdad,
Haciendo tuyas las palabras que aquí te dedico.